Huellas

1| El viaje

La mejor forma de sanar es sacarlo todo afuera.

-Charlie Bukowski

🦈

Axel

Estoy preparando mi equipaje para el día de mañana. Dando un vistazo a la lista que tengo en las manos de todo lo que voy a llevar haciendo un repaso:

- Ropa.

- Patineta.

-Mis zapatos deportivos.

-Partituras.

- Kit de aseo.

-Pasaporte.

-Cámara.

-Guitarra.

Reviso mi maleta y noto que olvido lo más importante: mi guitarra, camino hacia el closet y la saco del estuche, me siento en mi cama colocando mis dedos en la posición correcta y empiezo a tocar una melodía. Un poco suave para empezar luego con una un poco más movida y toco una de mis favoritas, "Coraline" de Måneskin.

Toco alrededor de cinco minutos cuando noto que alguien está recostado en la puerta paro de golpe y miro a mi hermosa hermana Laila y empieza a hablar.

-¿Deprimido?

-¿Por qué lo estaría?

-Pues te iras por un año y parece no importarte.-Hace una cara de cachorrito.

-Las tomaré como vacaciones a relajar mi mente además donde me mudo está muy cerca de la playa, podre surfear y estar en forma. - Trato de sonar lo mas tranquilo posible para no demostrar lo mucho que será el viaje.

-Vaya, ya planeaste tu vida allá. Tanto quieres desacerté de mi. -me río maliciosamente

-Agradece que me voy, ¿o quieres que te siga espantando a tu novio?

Alcanza uno de mis trofeos que se encuentra cerca del mueble a lo que esquivo rápidamente.

-Yo también te extrañare, pecosa. Dándole una radiante sonrisa.

-Ahora que lo pienso serás un dolor menos de cabeza. -Dice mientras aparta la mirada al estar distraída aprovecho para tomarla por la cintura y alzarla en el aire mientras le digo -Te quiero, pulga molesta. -Yo también, lombriz asquerosa ahora ¡suéltame desquiciado!. Mientras lanza un grito de felicidad

-¡Axel !¡Laila! venga a cenar.-nos llama mamá.

La bajo delicadamente y la empujó levemente para que siga -Vamos antes que se enoje. -Caminamos por el pasillo hasta llegar a las escaleras y bajamos al comedor. Mi madre esta en la cocina sacando un rouladen, una carne enrollada con un olor espectacular que abrió mucho más mi apetito.

En la larga mesa de cristal está el famoso sauerbraten de mi madre y los brezeln, me siento en la mesa y hablamos en nuestro idioma nativo.

-La cena está lista, hice todos tus platos preferidos. Mientras deja la jarra de jugo de naranja en la mesa,

Me siento en mi lugar habitual muestro una radiante sonrisa, pruebo un poco de sauerbraten

- Esta delicioso gracias mamá.

Sus ojos verdes se profundizan en una mirada triste hay rastro de pequeñas lagrimas que están amenazando salir pero las trata de ocultar con una sonrisa, trato de animarla acercándome donde esta y abrazarla -Mamá, voy a volver, no me quedaré para siempre.