~Narra TN~
Me encuentro un domingo por la mañana caminando por las tranquilas calles del pueblo, observó como poco a poco las calles empiezan a llenarse de gente y de vez en cuando saludo algún conocido,sigo mi curso hasta llegar mi destino la Iglesia la miro detenidamente unos segundos, respiro profundamente y entro a la casa del señor, me siento en un banco que está libre comienzo rezarle a Dios como hago todos los días desde hace ya un año... un año rogando a Dios que me bendiga con un hijo y así pueda curar mi matrimonio.
— ( Padre que estás en los cielos le suplico que escuche mis plegarias, ya hace hoy un año que me he casado con José y a día de hoy no he podido darle un hijo, se lo ruego me esfuerzo por ser una buena esposa hago todo lo que mi marido me pide sin rechistar... soporto sus castigos e insultos aunque eso signifique aguantar el dolor de mis heridas y tragarme en silencio mis lágrimas todas las noches. Padre que me escucha en los cielos, siempre he soñado con tener una familia feliz y unida, nunca he pecado, soy una fiel creyente suya sólo le pido un niño... tengo 18 años, debería de poder concebir sus ruego escuche mis plegarias)—
Escucho como suenan las campanas dando la señal que la misa ha terminado, con sutileza seco mis ojos mis lágrimas me despido con una fina sonrisa del cura y de algunos vecinos del pueblo y rápidamente me dirijo a mi hora. Hoy llega el médico a la casa para que me revise, ya que llevo un tiempo encontrándome indispuesta, ya no solo por mis moretones que gracias a mis vestidos nadie los nota y con el tiempo he podido disimular el dolor físico y emocional, para la gente del pueblos somos la envidia el matrimonio ideal. La familia de José es dueña de varias tierras de viñedos, así que su estatus social es elevado y yo soy hija única de una familia de costureros, mis padres al saber que el heredero de los viñedos me quería como su esposa no dudaron ni un segundo en unir las familias. Yo no me negué al contrarío estaba realmente emocionada, José era todo un caballero en todo sentido de la palabra, pensé que con él tendría la vida que tanto anhele... que ilusa fui... en el momento que comenzamos a vivir juntos, no he sido más que su criada y esclava sexual un día si y al otro también, los criados por temor a sufrir los sanguinarios castigos de José miraban para otro lado. Con el tiempo aprendí a soportar el dolor y sonreír a mis seres queridos aunque por dentro moría lenta y dolorosamente.
Me encuentro ya por fin en mi casa, uno de los criados me atiende y guarda mis cosas, mientras que me avisa que tanto José y el doctor me esperan en la sala, le doy las gracias y voy directo a dicha habitación y efectivamente veo a mi marido y lo que me fijo un nuevo médico hablando sentados en el sofá, el primero en fijarse en mi llegada es José, que con su afilada mirada y falsa sonrisa cariñosa se levanta para recibirme.
— TN, mi amor bienvenida a casa, has tardado un poco ¿Todo bien el la misa?—
Pasa uno de sus brazos por mi cintura, pegando nuestros cuerpos y apretando con fuerza en una de mis recientes heridas, disimulo como puedo el dolor y sonrío cálidamente a José y a nuestro invitado, que veo que se levanta con un semblante serio y se acerca a nosotros.
—Perdona José, ya sabes cómo es el cura con los sermones algunas veces se excede hablando, tendré.. más cuidado para la próxima.
—No se preocupe Señorita apenas he llegado hace unos minutos, me presento soy vuestro nuevo médico de familia Samael, es un placer conocerla y a tenderla en todo que necesite.
El doctor Samael se une a nuestra conversación, y con un elegante movimiento toma el torso de mi mano y me da un delicado beso, un ligero rubor pasa por mis mejillas y observo mejor a nuestro joven médico,rubio como el sol, piel blanca como la nieve y unos ojos azules como él mismo cielo, imposible no caer ante su belleza en verdad. Le correspondí el saludo con una pequeña reverencia, poco después de las presentaciones el doctor Samael le pide a José que nos de intimidad, para que pudiera atenderme sin distracciones, a José no le hizo ninguna gracia dejarme a solas con él, pero acepto a regañadientes ya que él tenía cosas que hacer en el trabajo, lleve al doctor a una de las habitaciones de invitados, que tiene una cama individual un pequeño armario y un escritorio con su correspondiente silla.Una vez dentro él cerró la puerta con seguro para evitar cualquier distracción, dejo sus pertenencias en el escritorio y tomó asiento en la silla.
— Su marido ya me comentó que lleva un par de semanas que no se encuentra bien ¿Podría decirme sus síntomas?
—Bueno esto empezó como hace tres semanas, tengo náuseas cada vez que huelo cualquier alimento, también mareos y también cansancio ¡ah! Casi se me olvida también he dejado de menstruar.
— Ya veo, muy bien señorita TN le pediré que se desvista para comprobar una cosa.
Me congelé unos segundos ante su petición, no es que piense que vaya hacerme algo, él está aquí para curarme pero no quiero que vea mi cuerpo... no quiero que vea mis horribles heridas y me pida explicaciones que no puedo dar... dude por varios segundos, el doctor Samael me miraba esperando pacientemente que hiciera lo que mando, resignada suspiro y accedo a quitarme mis prendas lentamente hasta quedar completamente desnuda sin atreverme a ver su rostro. Oigo como se levanta de la silla y se acerca a mi, con delicadeza levanta mi rostro con una de sus manos y me mira fijamente, una mirada tan intensa que mi corazón late con fuerza, su expresión es dura y seria yo no fui capaz de hablar, deje que con sus cálidas manos tocaran mi cuerpo, con extrema delicadeza como si fuera a romperme, viendo mi estado le agradezco esa prudencia. Termina de revisarme, me limpia y cura mis heridas y con cuidado me ayuda a vestirme, y hace que los dos nos sentemos en la cama en ningún momento su expresión cambio, toma una de mis manos con firmeza y toma un largo suspiro.
— Seré sincero con usted, en una situación normal le diría con alegría que está embarazada, cosa que es verdad ahora mismo en su vientre está creciendo su bebé. El problema es el estado su cuerpo, no hace falta que invente una excusa ya me puedo hacer una idea de lo que le está pasando en esta casa, no le diré nada a su marido pero si quiere que su bebé llegue a nacer le pido que sea fuerte y siga mis indicaciones.
Quede muda por la información, mi cabeza era como un torbellino, no sabia como reaccionar hasta que empecé a notar como las lágrimas salían sin parar de mis ojos y con la mano que tengo libre toco con delicadeza mi vientre, sentía felicidad de saber que por fin seré madre y que mis problemas desaparecerán, pero también siento miedo... miedo de que pueda perderlo, si sigo recibiendo las palizas de José, trato de calmar mi mente hasta que noto que el doctor Samael me envuelve entre sus brazos.
— Prometo que tu bebé nacerá confié en mi.
Seguimos en la misma posición durante unos minutos hasta que consigo calmarme y le miro a sus hermosos ojos celestes, con delicadeza seca mis lágrimas con su mano, acaricia mi rostro con delicadeza y me da un dulce beso en la frente, salimos de la habitación y esperamos los dos a que José regresara de su trabajo.Tiempo después mi marido regresa del trabajo y nada mas vernos se acerca a nosotros, el miedo en mi Interior crecía a cada segundo, rezaba con todas mis fuerzas que se alegrara con esta noticia, el primero en hablar fue el doctor Samael que le contaba a José sobre mi embarazo, evitando la parte de las heridas de mi cuerpo, cosa que me alivió. Le contó que mi embarazo es muy delicado por lo que hasta que no nazca el bebé tendría que dormir en otra habitación y no tener relaciones en la cama y que cada 3 semanas él iba ir a ver mi estado, a José realmente le molesto esas indicaciones pero si quería que su heredero naciera sano y a salvo tenía que cumplir las peticiones del doctor, estrecharon sus manos con firmeza, sin apartar la mirada uno del otro como si fuera una especie de competencia hasta que se soltaron, se despidió de mi con una leve reverencia y con su dulce voz me dijo que hasta dentro de tres semanas y salió de la casa. Ya solo me queda esperar que José cumpla con lo que Dijo el doctor.
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Mi Decisión (Lucifer y tu)
FanficQuería disculparme a las personas que estaban leyendo la historia, sentía que lo estaba escribiendo tan mal que me daba vergüenza continuar, pero gracias a mi mejor amiga lo estoy volviendo a retomar, espero que lo vuelvan a leer y que lo disfruten...