De cero a cien

Nuevo comienzo

NARRA MARTIN

Me llamo Martin Urrutia, tengo 17 años y estoy cursando primero del bachiller de artes en un instituto de Zaragoza, aunque soy de Gexto, mi madre y yo nos tuvimos que mudar a Zaragoza por motivos de trabajo. Tengo un perrito que se llama Mcrisas. Soy un chico algo tímido, alegre, divertido e introvertido. Ya que estoy en una ciudad nueva en un nuevo instituto, no conozco a nadie, pero espero hacer muchos amigos allí.

Nos terminamos de instalar el domingo por la tarde, al día siguiente tendría clase. Me moría de nervios. Y encima sin amigos....

-Martin, baja un momento.- Me llama mi madre desde la planta de abajo. Yo me encontraba en la que sería mi habitación, sentado en la cama sin sábanas, mirando a mi alrededor pensando en cómo vaciar todas esas cajas  llenas de recuerdos, discos de música, libros, películas...

-¿Si?- Me asomé por la escalera.

-Abre, por favor, que han llamado a la puerta. Y estoy liada.

-Voy- Bajo las escaleras, esquivo varias cajas de mudanza y llego a la puerta. Cuando la abro me encuentro a una mujer de unos 40 años y a una chica de mi edad más o menos a su lado. Llevaban un bizcocho en el cual ponía bienvenidos con nata.

-¡Hola!- Saludan al unísono.
-Hola.- Respondo un poco confuso.
-Somos las vecinas de la casa de al lado. ¿Está tu madre?- Preguntan sin dejar de sonreír. Se las ve simpáticas.
-Si pasad.- Les abro más la puerta y las invito a pasar dentro.

Mi madre sale de la cocina, donde estaba colocando toda la vajilla y utensilios.

-Hola, ¿que tal? Yo me llamo Rebeca y este es mi hijo Martin.
-Encantadas, yo soy Emma y esta es mi hija Chiara. Vimos el cartel de vendido hace unos días y estábamos deseando que llegarais, hace tiempo que no tenemos vecinos.-Dice Emma entusiasmada mientras le ofrece el bizcocho a mi madre.
-Que detalle, muchas gracias.- Coge el bizcocho- Ven a la cocina y probamos este bizcocho que tiene una pinta.- Dice mi madre a Emma.

Se dirigen a la cocina mientras Chiara y yo nos podemos a hablar.

-¿Cuántos años tienes Martin?- Me pregunta Chiara.
-Tengo 17
-¡Igual que yo! Espero que vayas al bachiller de artes para ser compañeros de clase también.
-Pues si, seremos compañeros.- Nos echamos a reír.
-¿Te ayudo con la mudanza?

Subimos por las escaleras y llegamos a mi habitación.

-Buah que habitación más limpia, la mía está el triple de sucia. Tengo ropa tirada por todos sitios y nunca encuentro tiempo para organizarla.
-Eso es ahora que me acabo de mudar, luego estará peor que la tuya.-Nos reímos y nos sentamos en mi cama a hablar.
-¿De donde vienes Martin?
-De Getxo, Bilbao. Nos hemos mudado aquí porque mi madre ha encontrado trabajo en Zaragoza.
-Buah se lo que se siente, yo me mude aquí hace ya un par de años. Yo en realidad soy de Menorca.

Nos pusimos a abrir cajas y empezar a colocar mis cosas en las estanterías.

-Bueno, al menos ahora te conozco a ti, ya no me siento tan solo y encima ser el nuevo siempre es duro.- Le digo a Chiara mientras coloco mi colección de vinilos en la estantería.

-¿Todos tus amigos se han quedado en Getxo?
-Si, no tenía muchos pero son buenos amigos.
-Pues aquí tienes a tu mejor amiga de Zaragoza.
-Nos acabamos de conocer- Me río- Pero gracias Chiara.
-Me puedes llamar Kiki, así me llaman mis amigas, que por cierto ya te presentaré. ¿Te apetece que vayamos a dar un paseo y te enseño lo bonito de Zaragoza?
-Buena idea, déjame un segundo que ponga las sábanas de la cama y nos vamos.- Le digo mientras cojo las sábanas de una caja.

Mi habitación de ha quedado casi terminada, solo me falta colocar algunos libros más y ya estaría. Bajamos las escalera y nos dirigimos a la cocina para preguntar a nuestras madres.

-Mamá, voy a salir con Martin para enseñarle un poco el pueblo.- Le dice Chiara a su madre.
-¿Puedo mamá?- Le pregunto a mi madre.
-Claro cariño, me parece una idea estupenda. Pero mañana hay clase. A las 8 en casa Martin.
-De acuerdo- Le doy un beso en la mejilla a mi madre.
-Hasta luego Mamá- Se despide Chiara.- Encantada Rebeca.- Y le da dos besos a mi madre.

Chiara empezó a enseñarme lugares chulos de esta zona. Es septiembre, hace una temperatura muy agradable. Perfecto para ir con un pantalón vaquero gris y una camiseta de manga larga a rayas. Nos paramos en una heladería, nos compramos un helado y paseamos por las calles más emblemáticas de allí.

-Bueno Martin, cuéntame más cosas de ti.- Dice Chiara mientras se come una cucharada de su helado.- ¿Tienes novia?
-Guau, qué directa. No, no tengo ni he tenido.
-No pasa nada, algún día llegará la indicada. Y no, no te estoy tirando los trastos, yo soy lesbiana.
-No es eso Kiki.... Es que- Me interrumpe.
-Ah ya sé, ahora mismo prefieres centrarte en tus estudios y no quieres una relación.
-Kiki...
-¿Que?
-Soy gay.
-Perdón Martin , debería haber preguntado mejor.
-Tuve un novio en Getxo, se llamaba Hugo, pero es una historia que prefiero no recordar porque me hizo mucho daño.
-Claro, si no quieres hablar de eso no hablamos. Vamos volviendo para el barrio que ya va siendo la hora.

Entre risas y anécdotas llegamos a nuestra calle, ya era la hora que me había dicho mi madre.

-Martin, mañana paso a por ti y vamos juntos al instituto.
-Vale. Por cierto, dame tu número de teléfono, que hemos estado toda la tarde juntos y se nos había olvidado.

Saco el móvil del bolsillo y Chiara me dice su número, la agrego como Kiki y le mando un mensaje para que también tenga mi número.

-Bueno Kiki, nos vemos mañana.

Nos damos un abrazo en la puerta de mi casa y nos despedimos.

-Hasta mañana Martin- Se despide con una sonrisa.

Entro a casa y lo primero que veo es que el salón está casi terminado, la mayoría de cajas ya están desembaladas, ya se va pareciendo a un hogar. Mi madre aparece por la puerta de la cocina.

-Hola Mamá.-Me acerco a darle un beso.
-¿Qué tal el paseo con Chiara?
-Muy bien, me he enseñado sitios chulos, nos hemos comido un helado y hemos hablado mucho, es muy maja.
-Me alegro cariño, ahora ve a ducharte que a la cena le queda nada.

Subi las escaleras, entré a mi habitación, cogí el pijama y me fui a duchar. Cuando salí de la ducha bajé a cenar, mi madre había preparado sopa. Mientras cenamos nos pusimos un capítulo de alguna serie.

Fui a mi habitación, estaba muy cansado y me tumbé en la cama pensando en el día que me esperaba mañana. Estuve un rato con el móvil y me dormí.

El despertador sonó, mi madre ya se había ido a trabajar. Baje las escaleras, fui a la cocina y me hice un Colacao con cereales para desayunar. Me vestí con una sudadera a rayas blancas y grises, unos vaqueros y unas deportivas blancas. Fui al baño, me asee, me lave los dientes y me preparé mentalmente delante del espejo para el primer día de instituto. Cogí la mochila con todo lo necesario que había preparado el día anterior y bajé. Chiara ya estaba tocando la puerta para irnos al instituto.

-Buenos días Kiki.- Le digo mientras cierro la puerta de mi casa.
-Buenos días, ¿preparado para el primer día?
-No mucho- Me río.

El instituto no estaba muy lejos de nuestras casas, así que podíamos ir andando perfectamente.

Llegamos y buscamos nuestra clase, nos sentamos en la tercera fila uno al lado del otro. Estaba muy nervioso, no conocía a nadie, solo a Chiara.

Todos nos callamos cuando entró el profesor, saqué los libros y los dejé encima de mi mesa. Y me quedé embobado mirando al profesor.