No me despertó la alarma sino un mensaje de Juanjo.
-Buenos días Martin, estoy deseando verte. Anoche no paraba de pensar en ti.
Que mono, por suerte hoy puedo verlo más ya que me toca tutoría de inglés con él. Aunque tenemos que ir con cuidado, no sabemos bien dónde nos estamos metiendo.
-Buenos días Juanjo, yo también😙
Dejé el móvil en la mesilla al lado de la cama cargando y fui a ducharme, me vestí, me peiné y bajé a desayunar un colacao con cereales. Cuando termine subí y cogí el móvil que ya se había cargado. Tengo otro mensaje de Juanjo.
-Martin, sino tienes bloqueado tu móvil hazlo ahora. Pon una contraseña para que nadie pueda ver nuestras conversaciones, esto es muy serio y no quiero que pase nada. Nos vemos en clase.☺️
-No hay problema, ya lo tenía bloqueado. Nos vemos😉
Fui hacia el instituto con Chiara. Estuvimos hablando, pero no le mencioné en ningún momento a Juanjo. Llegamos y nos sentamos. Logré distinguir, entre todas las conversaciones de mis compañeros, los pasos de Juanjo entrando por el pasillo.
Entró y nos saludó a todos, sin embargo, no noté ninguna sonrisa o mirada especial como normalmente hace...
-Buenos días a todos, hoy vamos a hacer trabajo en parejas. Os daré un texto en inglés y lo tendréis que traducir. Así que poneos con vuestras parejas.
Mientras repartía los folios por las mesas, cogí mi silla y me senté enfrente de su mesa como de costumbre.
Cuando terminó de repartirlas, volvió a su mesa, se sentó y empezamos a hablar.-¿Qué tal Martin?
-Bien, vamos a empezar.
Juanjo se coloca bien en su silla y nuestras rodillas hacen contacto, me da un notable escalofrío por el cuerpo que, obviamente Juanjo nota. Y veo como coge su móvil.
-¿No te gusta que te toque?😏
-¿Quieres jugar?😈
Sin contestarme, desplacé mi silla hacia su lado. Ahora estaba a su derecha.
-Chicos, podéis usar vuestros móviles para consultar palabras, pero no vale traducir todo entero.
-Buena idea- Le guiñé un ojo.
Mis compañeros estaban distraídos, Hugo estaba de espaldas a mi, haciendo la tarea con otro compañero.
Puse mi mano en el muslo de Juanjo mientras hacíamos supuestamente la tarea. Pero estaba en todo menos en la tarea. Le acaricio el muslo con mi mano, hasta que un alumno se levanta y viene hacia la mesa, y le tengo que quitar la mano. Una vez resuelta su duda vuelve a su mesa.
Ahora es Juanjo quien me está acariciando el muslo, pero se acerca mucho a mi entrepierna. Casi noto su mano en ella. Pero la quita y saca el móvil.
-¿Con qué te gusta jugar?
-Veo que a ti también. 😏
-A mi me gusta jugar de otra manera Martin.😉
Sin avisar posa otra vez su mano en mi muslo, pero esta vez llega bien hasta mi entrepierna, la toca descaradamente, y vuelve a bajar la mano a mi rodilla.
Com ese simple contacto, me excitaba mucho. Y Juanjo se dio cuenta porque se rió.-Pervertido.- Le mandé por WhatsApp.
-No me conoces bien.😈
El corazón se me salía del pecho, era una mezcla de nervios, morbo, excitación y peligro....
Me atreví yo esta vez y coloqué mi mano directamente en su entrepierna. Juanjo dio un bote en su mesa porque no se lo esperaba. Media clase se dio cuenta.
-¡Hostia! Una araña en la silla.- Dijo para disimular. Pero estaba muy rojo. Por suerte mis compañeros se lo creyeron y se rieron de él. Justamente el timbre sonó, salvados por la campana.
Mierda, justo cuando el juego se estaba poniendo interesante.Todos los alumnos salieron de clase quedándonos solos, y vi como Juanjo estaba recogiendo sus cosas.
-¿Qué haces? Tenemos tutoría de inglés- Le dije muy confuso.
-¿Tu casa está libre?
-¿Cómo?- Me descolocó que fuera tan directo.
-No, pero no para lo que piensas, allí daremos la clase más cómodos.- Se ríe.
-Si, si está libre. No hay nadie.
-Pues vamos allí- Dice cogiéndome de la mano y saliendo de clase. Aunque fue solo un momento, ya que al llegar al pasillo me la tuvo que soltar.
Para no levantar sospechas, Juanjo se fue en su coche y yo me fui andando con Chiara. El camino a casa se me hizo largo y más sabiendo que Juanjo estaría en mi puerta esperándome. Pero al llegar no vi su coche ni a él.
Abro la puerta de mi casa y de repente alguien me empuja hacia dentro y da un portazo para cerrar la puerta. Era Juanjo.
Me choqué contra la pared y Juanjo me encerró entre él y la pared. Nos empezamos a besar suavemente, con delicadeza. Paré un momento para cerrar la puerta con llave, es una manía que tengo si estoy solo en casa. Me cogió y me apretó más contra la pared, me besaba cada parte de mi cara, hasta llegar a la boca, donde se detuvo más tiempo.
Bajó hasta mi cuello con su boca, lugar que Hugo no había descubierto.
Me besaba el cuello y me daba pequeños mordiscos mientras entrelazábamos nuestras manos. Lo estaba disfrutando mucho, me encanta que me besen ahí, me da mucho placer. Instintivamente eché mi cabeza hacia atrás para que tuviera más sitio.-Ya se cual es tu lugar preferido.- Dice Juanjo mientras me oye gemir.
Mi respiración se aceleraba y jadeaba. Pero ahora me toca a mí.
-Me toca- Le susurré al oído. Y sentí como le recorría un escalofrío por el cuerpo entero a Juanjo.
Cambiamos las posiciones y ahora era yo quien lo empujaba, lo llevé hasta el sofá del salón. Como Juanjo iba de espaldas, chocó contra el sofá y cayó sobre este. Yo me tiré encima de él para seguir besándonos. Por un momento me quedé mirando sus ojos mientras me daba una sonrisa pícara. Como me gusta que haga eso.
Empecé a besarle con lengua, exploré cada rincón de su boca, nuestras lenguas jugaban entre sí. Esos besos se volvían más húmedos y cálidos, y nuestras respiraciones pesadas y gemidos iban a la vez. Me pasé al cuello, que por la forma en la que reaccionó también le encanta. Mientras le besaba el cuello, él cogió mi culo con sus dos manos y lo tocaba, lo apretaba contra él, haciendo fricción entre nuestros miembros.
Estábamos los dos muy excitados, pero oigo a Juanjo reírse. Paro y me pego a su cara quedando frente a frente. Se ríe.
-¿Qué pasa?- Le digo.
-¿Qué estamos haciendo?- Dice frotándose los ojos con las manos.
-Estamos besándonos...
-Martin....esto es serio, podría ir a la cárcel.......- Dice tocándome el pelo.
-Ahora mismo solo me importa una cosa Juanjo, fóllame.- Le dije mientras me lanzaba a besarle.
-Espera...
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De cero a cien
FanficEsta historia de ficción se centra en Juanjo y Martin, la imprudencia e inocencia de uno y los miedos e inseguridades del otro, harán de este relato una montaña rusa de emociones.