-Hola, bienvenido nuevamente, querido Lector. Se que te estarás preguntando que en que parte del interminable desierto estoy ahora mismo, si... Yo también deseo saberlo, tu también, ¿no? Querida Nerea-
El joven príncipe se encontraba cabalgando, así paso toda la noche hasta que amaneció, cuando el sol caliente toco su piel, su rostro moreno levanto la mirada, el cielo era claro, un hermoso tono celeste era visible, despejado y la brisa era suave. Akil por esto decidió que era hora de que Nerea tomará un descanso, con calma bajo del caballo con su tobillo bueno, aunque este termino enterrándose en la arena fría, provocando que cuando su otro pie toco la arena se quejara notablemente por el infinito dolor que sintió, pero su adorado corcel le puso la cabeza contra el pecho de su amo para que se sostuviera de ella.
-Soy un horrible caballero, ¿no?... No puedo cuidarme ni a mi mismo, que una dama como usted debe ser quien me ayude a mi...- El joven Ahmed lentamente coloco uno de sus brazo por encima del cuello del animal, echando todo su peso sobre su cuadrúpeda compañera. Quien a lo lejos pudo divisar una carreta, la yegua relincho agitando su cabeza tratando de llamar la atención de su humano. Quien como pudo y recostado de Nerea se acerco hacia aquel carro de madera que era tirado por dos caballos acompañados de un elfo.
Aquel Elfo era un comerciante ambulante, algo poco común por esos lugares, quien fue perseguido lentamente hasta que noto los llamados de una voz joven, al darse vuelta noto que era un humano, joven de baja estatura, algo que le pareció algo interesante.
-Pequeño... ¿humano? Que hace un... Ejem, muchacho! Oye, ¿estas bien? ¿Necesitas algo muchacho?- Un tono dulce y amable salio de los labios del encapuchado ser de orejas largas y puntiagudas. -Prometo tener todo lo que un joven humano como tú... ¡Necesita!-
Sin tener menor idea de algo, siendo inocente e ingenuo terminó siendo estafado, y eso que vendió una de sus prendas de oro que debería valer entre 40 a 50 monedas de oro.
-¿Esto será suficiente? Necesito agua, comida... y una poción para sanar mi pierna...- Akil dijo inclinándose de manera notable para mirar hacia el interior del vehículo, su rostro lucia más que curioso.
El vendedor levanto una ceja y sonrió de manera notablemente sádica, aunque se ocultaba detrás de su capucha. -No seas tonto jovencito, es claro que esta... cadena de metal no vale mucho, tal vez... ¿deberías darme algo más? las muñequeras parecen que valen un poco más, claro... eso solamente para comprar lo justo que pediste...-
El príncipe ingenuo obedeció, quitando otros accesorios de oro igualmente valioso, el tonto humano obtuvo lo que quería... no obstante, no era lo esperado, camino hacia Nerea, y el comerciante desaparecio tan rápido como pudo.
-¡Nerea, ven! Te daré un poco de agua, seguro estas muy cansada de tener que cuidar tanto de mi- Akil se sentó en la arena, su amada yegua le siguió al poco tiempo, echándose junto a él. -Creo que venderé lo que me queda cuando lleguemos a Faye...- El joven tomo la poción que compro y la abrió, más no la bebio de inmediato, pues sabia que tenia que aclarar que era Faye. -Y querido Lector, se que te preguntaras, yo hablo chino o que? Pero no, Faye al igual que Iterum son Reinos, un Reino lleno de boscosidad, escuché que ahí viven hadas y que todos duermen en árboles, mi padre decía que son como ardillas, que comen vegetales y que los no que no, comen insectos...-
El joven príncipe miró la pócima, confundiéndose, no había verificado el interior por el color opago de la botella. Su ceño se frunció de manera notable, sus ojos se entrecerraron mientras acercaba su nariz a la botella, notando que esta no olía a hiervas como era usual, sino a orina, al verificar las otras botellas ambas tenían algo de agua... no muy limpia, pero era agua. Todo empeoró al mirar las cantimploras, que estaban llenas de arena, el joven príncipe se noto frustrado, mirando a su única compañía, Nerea relincho para luego lamer el rostro de Akil tratando de animar a su Amo, no entendía por qué su joven amo estaba tan enojado.
-Lo siento, Nerea, yo... no pude conseguirte agua... ¿Crees que puedas seguir... con la poca agua que puedo darte?- La yegua se mostró tranquila, colocando su cabeza contra la del humano, apoyándolo levemente.
―――――――――――――――――――
Ambos seres vivos se encontraban fatigados, pues durante todo el día habían estado estado debajo del ardiente sol, a las horas comenzó a anochecer, el calor ya no era un problema, sino el frío.
-Nerea... ¿Estas bien? ¿Nerea?- Akil comenzó a mirar a su yegua, cuales patas comenzaron a deslizarse de manera más lenta en dirección que habían estado siguiendo desde comenzaron el viaje. -Es mejor descansar, vamos, échate...-
La yegua lentamente se echo en el suelo, Akil también hizo lo mismo, mirando a su compañera mientras está descansaba sobre la arena fría. Los minutos transcurian, poco a poco, era interminable, y solo hacía más y más frío, Akil se comenzó a desesperar, golpeando lentamente la pierna del animal buscando levantarlo, una respuesta, que se levantara... Un silencio incómodo lleno el aire frío, lentamente entendió que sucedía y comenzando a hiperventilarse, su respiración agitada, poco oxígeno llegaba a sus pulmones.
Akil estaba en un estado poco esperado para si mismo, llorando por una mascota, aunque al fin y al cabo, había sido su única compañía en todo este lugar desértico. -Nerea... Levántate por favor, no me abandones, lo siento, lo siento, prometo que conseguiré agua para ti, solo espera un poco... ¡Por favor, No me dejes, Nerea!-
El muchacho simplemente abrazo el cadáver de su compañera, llorando sobre este, debió suponerlo, Nerea no iba a vivir mucho deshidratada. La brisas frías del desierto chocaban contra el cuerpo pequeño del humano, el frío iba a matarlo... Y opto por hacer lo menos humano que pudo hacer en ese momento, tomó una de las botellas de aquellas "pociones" que le vendieron y la golpeó con fuerza contra el animal muerto, rompiendo la botella en el proceso.
―――――――――――――――――――
―――――――――――――――――――Deseo añadir, en este capítulo, ningún caballo fue lastimado, todo esta bien. ♡

ESTÁS LEYENDO
Los Secretos de una Guerra
FantasyDonde un mundo consumido por la guerra fue ocultado entre mentiras, y un joven noble a el cual se le derrumbó su mundo perfecto al descubrir la cruel verdad. Decide exponer la verdad sobre todo buscando ayuda en otras naciones.