Llámalo Karma.
Finalmente se habían vuelto a encontrar,
pero estaban tan diferentes...
Por un lado,
ella sentía que se había sanado de él
su deseo de amarlo había sido satisfecho.Por otro lado,
y desafortunadamente,
sus ojos volvieron a brillar cuando la vio,
la veía como nunca la había visto antes,
más hermosa y segura que nunca.Para ese momento,
ella había llorado lo suficientemente por él,
soñado lo suficiente por él,
buscado lo suficiente por él, pero nada,
nada había sido suficiente.Y fue ahí cuando comprendió
que el destino, como tal,
salva a algunos y
condenado a otros
de por vida.