Capitulo 16

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"Sinceridad"

Marinette

El calor de su cuerpo contra el mio, la respiración agitada en mi cuello, la atención de sus manos y como no pierde detalle al acariciarme.

Cuantas noches rogué por volver a sentirlo entre mis piernas.

Recibir la potencia que desprende con estocadas certeras que me hacen sujetarme de sus hombros, mis piernas abrazan sus caderas y no lo permito alejarse.

Entra y sale, mi boca libera los gemidos que me esfuerzo por no dejarlos salir.

Enredo una mano en sus cabellos y giro el rostro viendo mi reflejo en el espejo veo su espalda y como disfruta de mi cuerpo lo veo desnudo ahí y la imagen me enciende más.

¿Quién diría que yo una estudiante de pediatría se estaría dejando follar por un stripper en un hotel?

Soy todo menos predecible.

Deseo sus besos asi que tomo su rostro con ambas manos y pego mis labios a los suyos.

Desearía que esta noche no termine.

...

-yo no te engañé-me levanto asustada de mi propia pesadilla intento sujetarme de la cama, más caigo enredada en las sábanas levanto la cabeza y me apoyo sobre los codos, me duele todo el cuerpo, como si hubiera corrido una maratón.-

Mi vista pasa al hombre que está en la cama y recuerdo todo lo sucedido, ahogo un grito en las sábanas y antes de que me levante del suelo mi celular suena y lo tomo para que el no despierta.

Me froto los ojos y contesto a medio bostezo.

-te he llamado toda la noche, ¿donde has estado?

-número equivocado...

-¿quién eres tú?

-ah Marinette...

-otra cualquiera, pasame con mi esposo

-¿perdón?

-soy Kagami Agreste y Adrien Agreste es mi esposo, ahora pasamelo que quiero hablar con el

El celular cae de mis manos y corto la llamada, no era mi celular pero si teníamos el mismo tono.

Tiene esposa y yo soy el cuerno.

Vuelve a sonar y cuelgo la llamada, lo dejo en el mismo lugar donde estaba.

Me siento en la cama con las rodillas pegadas al pecho.

Lo veo recostado y regaño por no preguntar antes, al menos el sabía que yo iba a casarme y que se metia con una mujer comprometida, pero yo no sabía nada de él.

Agarro la almohada y pego las sábanas a mi pecho, con fuerza le doy en la cabeza con ella y despierta al instante.

-¿estas jugando a las pijamadas?

Se remueve y se da la vuelta sobre su espalda quedando boda arriba, ve mi rostro serio y se atreve a hablar.

-¿qué sucede?

-¿dónde está tu anillo de casado?

-¿qué?

-no mientas y no hagas que te odie más ahora, acabo de hablar con tu esposa.

-¿quién?-pregunta con acento divertido-

-acabo de hablar con ella

-¿tocaste mi celular?

-tenía el mismo tono de llamada que el mio, conteste tu celular y una mujer me preguntó por ti

-¿qué te dijo exactamente?

UN STRIPPER PARA MI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora