Capítulo 19.

1.8K 233 55
                                    


Camila golpeó la puerta del despacho donde el jefe del servicio de Pediatría, el Dr. Paul Nicholls, se encontraba aquella fría mañana. Sus puños se apretaron bajo el nerviosismo que sentía en aquel momento hasta cuando finalmente el pediatra abrió calmadamente.

- Buenos días Camila. – Le sonrió de forma sincera. - ¿A qué debo tu visita? Me da la impresión que hoy no trabajabas en el servicio.

- Sí... Bueno yo... - Se mordió los labios. – Yo...

- Adelante... Pasa... Que despistado soy.

El hombre de cabellos blancos como la nieve dejó escapar una pequeña risa mientras ambos se acomodaban en el amplio escritorio junto a la ventana que dejaba en evidencia el cielo encapotado que cubría a Newport.

- He venido hablar con usted porque necesito tener un periodo de tiempo de baja de mi trabajo, sin remuneración claramente. – Murmuró.

- ¿Y eso? ¿Es por tu hijo?

- Lukas ha empeorado... Tiene metástasis pulmonares.

Paul Nicholls hizo un leve movimiento con la cabeza mientras alternaba sus grises ojos entre las nubes y el rostro abatido de Camila.

- ¿Cuáles han sido las opciones en Boston?

- Más quimioterapia y luego cirugía de resección de las metástasis.

- ¿Ya decidido? Porque si es así será una baja bastante larga...

- Sí está decidido... Yo...

- ¿Lukas tiene seguro de salud?

- Sí... El dinero por ahora no es lo importante... Es decir, claramente siempre es importante, pero... - Hizo una mueca. – Sólo necesito saber que puedo volver a trabajar aquí cuando volvamos de Boston.

Un pesado nudo se formó en el centro de la garganta de la enfermera. En el fondo quería creer que después de semanas de más Quimioterapia y de la cirugía Lukas volvería a Newport a seguir con su vida.

- De mi parte no hay problemas. – El pediatra hizo resonar su voz. – Tómate todo el tiempo que necesites.

- ¿De verdad?

- Por supuesto... Es la salud de tu hijo, no hay nada más importante.

- Muchas gracias... No sabe lo mucho que significa para mí este trabajo, es parte de mí también.

- Lo sé... - Le sonrió. – Reconozco una buena enfermera y una buena persona.

- Muchas gracias, de verdad.

Ambos se levantaron de sus respectivos asientos y se dirigieron hasta la puerta donde Paul Nicholls se despidió con un pequeño abrazo que hizo a Camila sentir un gran alivio entre tantas preocupaciones que anegaban su mente en aquellos días.

- Que todo salga bien, espero que así sea. – Se despidió el hombre.

Sus pasos se dirigieron por el pasillo del servicio hasta llegar a la estación de enfermería donde Allyson Brooke le identificó a la distancia haciéndole efusivas señales.

- ¿Qué tal? ¿Qué te ha dicho el jefe?

- Me ha dado la baja... Me ha dicho que no me preocupe y que ahora vea a por Lukas.

- Qué bueno. – Dijo aliviada.

- Sí... Ahora al menos ya no tengo a quién más avisar que pronto nos iremos a Boston.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 26 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los colores del mar. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora