Fruto prohibido | RadioApple

Parte 6: Tiempo a solas

Pasaron unos cuantos días desde mi trato con Husk- confía en mí, esto funcionará- comentaba Husk mientras tomaba una lanza celestial que acababa de encontrar a medio enterrar 

-Hazlo de una vez- dicho estó sentí como un ardor mientras mi piel era cortada- no crees que te pasaste un poco

-La verdad lo disfrute, cuando salgamos del hotel será el momento, recuerda tienes solo 2 dias, que son hoy y mañana- aquel minino se fue corriendo mientras yo me desangraba, luego de unos minutos logré ver como salía junto al grupito de todos los del hotel con excepción del rey

Esa era mi señal, con la poca fuerza que tenía logré entrar al hotel, creo que en verdad se había pasado ya que poco a poco iba perdiendo fuerza en mis piernas

-Charlie regresas...- Vi como aquel soberano me veía- Ahh eres tú alastor

-Qu-que... sorpresa verlo aquí su majestad, ¿decepcionado?- caminaba con una mano en el pecho- Donde se encuentran Charlie y los demás

-Ellos salieron, ¿Tú, te encuentras bien?- notaba como su voz cambiaba a una de preocupación, camine y algo no calculado en el plan ocurrio, mis piernas fallaron y ahí estaba yo, cayendo lentamente- Te tengo, por todo el infierno, quien te hizo tal herida Alastor- aquel rey mostró sus alas mientras me intentaba cargar, creo que lo subestime en algún momento era pequeño pero tenía fuerza, vi como me llevaba a su habitación y me recostaba en su cama sentandose a un costado- si hago esto que quede claro que es solo por Charlie- con una de sus uñas se hizo un leve corte en el dedo indice- vamos, bébelo- con la poca fuerza que tenía apoye mis codos para posteriormente lanzarme sobre él- ¡Que carajos te pasa!

-Cr-creo que tengo mis metodos- quede encima de él y antes que hiciera algún movimiento para lograr zafarse, logré que mis dientes se clavaran en el cuello de aquel soberano, escuchando un pequeño quejido de éste, no tenía pensado en como es que reaccionaría pero al probar aquel nectar amarillo note como el dolor de mi pecho iba cesando

-Mmmph- levante un poco la vista y pude ver a aquel rey con los cachetes ruborizados y cerrando los ojos con fuerza, lo estaba consiguiendo- De-de- detente demonio- no escuche sus palabras mientras procedí a lamer y morder su cuello, mis manos que retenían las suyas lograron que estas se juntaran y con una atrapar las dos manos de aquel mini rey, estó tambien era nuevo para mí, pero supongo que solo estaba experimentando, al final de cuentas, muerto ya estaba, con la mano restante pude desabrochar unos cuantos botones de aquella camisa a rayas que traía, para poder tocar poco a poco su pecho de piel blanca- Di- dije que te detengas, ¡Alastor!- logró safarse de mi agarre pateando mi pecho, para así poder sentarse- ¡Quien demonios crees que eres ¡Alastor!!- Note como sus ojos tenían un color rojizo, su iris un color amarillo, sus pupilas negras y largas como las de un gato, me dio curiosidad ver su pequeña figura sudando, y como de aquel cuello quedaba una marca de la mordida que yo cause- ¡Si no te mato ahora, es por Charlie!- aquel soberano se levantó y camino rumbo a la puerta, era pequeño pero su presencia imponía, y se notaba la ira que llevaba

Pasaron un par de minutos y la habitación se encontraba en completo silencio, me tumbe en la cama de aquel rey con una mano en el rostro y una sonrisa en este, que demonios acababa de hacer, enserio ¿tal era mi desesperación?, ¡No!, calle mis pensamientos, tengo que hacerlo, mi vida depende de eso, logre ponerme de pie y salir de aquella habitación, vaya que el hotel se sentía vacio sin aquellos jovensuelos corriendo y gritando por ahí.

Paso un día, y decicí buscar al rey, sali de mi habitación pero no lo encontraba, ni en el bar, ni en el lobby, ¿se habría ido del hotel?, no, claro que no, había un solo lugar en el que no busque, la azotea, me dirigí rapidamente a aquel lugar, y lo vi sentado en aquella banca, mientras me acercaba con cada paso, logre ver que sostenía una copa con vino, fue entonces donde se me vino a la mente las palabras de la princesa "Disculparse es un gran paso, para volver a intentar las cosas"