Mi misión

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—Esta decidido, lo haré. Le dijo a su propio reflejo totalmente decidida Lucy Hearthfilia, en la privacidad de su departamento
—El problema es que no sé cómo hacerlo. Esta vez sus ojos llenos de determinación se apagaron totalmente y a nada estaban de romper en llanto.
—No, no Lucy; tú puedes. Se repitió a su reflejo de cuerpo entero. Llevaba la misma rutina de animarse y desanimarse una y otra vez durante casi una hora desde que terminó la gran batalla contra Acnologia y Álvarez pero la brutal montaña rusa a la que sometía a su pobre corazón solo la desgastaba emocionalmente dejándola agotada y sin fuerzas para siquiera dirigirse a Fairy Tail, su amado gremio; de repente algo distinto paso que haría ese día completamente distinto a su lamentable rutina de derrotismo de los últimos días. Virgo, la adorable pero algo masoquista espíritu celestial se invoco a si misma
—Princesa hace días hace lo mismo, nos preocupa. Dijo con obvia preocupación en su voz
—Lo sé Virgo pero no puedo armarme de valor. Respondió la joven rubia.
—Princesa ¿Porqué no le pide consejos a otra persona? Alguien del gremio la ayudará con mucho gusto. Sugirió ella, a lo que la joven rubia, totalmente sorprendida solo pudo asentir en total silencio. Finalmente la rubia joven se arregló y se dirigió al gremio decidida a pedir consejo.

—No lo pospondré un minuto más. Le dijo a su reflejo en su espejo de cuerpo entero la hermosa Mirajane; su mirada reflejaba ilusión, deseo pero sobre todo un profundo amor. Sin embargo la hermosa maga llevaba repitiéndose lo mismo desde hace varios días pero nunca llegaba a nada, por algún ridículo motivo abandonaba todos sus planes. Sin embargo ese día sería distinto pues una idea que hasta entonces la había eludido finalmente le susurró al oído
—Pregúntale a otra chica. Eso tuvo el efecto deseado, la determinación volvió a sus ojos; sus mejillas se sonrojaron de un adorable tono rosa. Se arregló como nunca pero su atuendo era sencillo, extraño en ella pues lo normal era que solía vestir y arreglarse de manera sencilla –aunque a decir de todo Magnolia, ella siempre se ve espectacular–. Finalmente partió rumbo al gremio, tan concentrada iba que nunca noto que su hermanita salió al mismo tiempo que ella.

—Sera ahora cuando lo haré, cumplirá su promesa. Le dijo a su lindo reflejo una hermosa jovencita de hermoso pero corto cabello blanco. Desde su regreso de aquel reino sin magia Lissana Strauss sueña despierta con pedirle a cierto mago que cumpla la promesa que se hicieron de niños. La joven desde niña sueña el día en que vea su ilusión volverse realidad, ir ,vestida con el más espectacular vestido de novia, colgada del brazo de su amado pelirrosa rumbo a la catedral de Fiore y casarse con todo Fairy Tail como testigo y después darle a Happy un montón de hermanitos –ese último pensamiento la hace siempre desmayarse con su lindo rostro totalmente sonrojado–. Hoy sin embargo será diferente pues una idea nunca antes considerada llegó a su mente, una linda sonrisa surco su rostro; se vistió y partió rumbo al gremio radiante como un sol, saliendo de su habitación noto que su hermana también se dirige al gremio, quiso alcanzarla para ir juntas pero Mirajane iba tan ensimismada en sus pensamientos que jamás la notó; esto lejos de preocuparle o entristecerla le iba de maravilla solo hacía falta toparse con otra persona para tener toda la ayuda que su reciente idea considera necesaria
—espero verte en el gremio Lucy, hoy me ayudarás a decirle a mi Natsu que lo amo. Pensó para si misma la adorable peliblanca.

Las tres chicas llegaron casi al mismo tiempo a la puerta del gremio, pero solo Lissana lo noto; las otras dos estaban absortas en sus pensamientos. Solo cuando quisieron empujar la enorme puerta para poder entrar fue que Lucy y Mira se notaron mutuamente y a Lissana.
—¡Chicas, que bueno que las encuentro! Dijeron las tres al mismo tiempo lo que les provocó una genuina y alegre carcajada. Eso aligeró mucho el ambiente entre las tres jóvenes y apenas tomaron asiento en la barra del gremio empezaron a platicar mientras pedía cada una algo para comer a Kinana. Pero apenas  las tres chicas le dieron el primer bocado a su comida por la puerta del gremio entro la pequeña dragón Slayer del cielo Wendy, acompañada de un par de exceeds, Charle y Happy. El trio se acerco a la barra donde saludaron muy animados a las tres mujeres, tras lo cual e reportaron a Kinana que completaron exitosamente su misión. Obviamente todo el gremio los felicitó, mientras escuchaba sonrojada todas las lisonjas la pequeña buscaba a alguien con la mirada pero al no hallarlo preguntó por él a Kinana                       
—¿Kinana donde está Natsu? Pregunto Wendy                                          —Él se fue desde hace dos dias a una misión al castillo de Crocus. Contesto la chica lo que entristeció no solo a la dragón slayer y al exceed azul, sino a las tres magas que fingían comer atentas a la conversación.

—Por cierto chicas, al entrar las tres me pareció que querían pedirme algo ¿Qué era? Inquirió curiosa Lissana. Su hermana y Lucy se vieron un momento y Mira contesto

—También tú nos diste esa impresión hermanita ¿Te parece si ambas me acompaña a una sesión de fotos del "Hechicero semanal"?—Sugirió Mira—Así podemos hablar las tres con total libertad. A las dos jóvenes la idea les encanto. Solo una hora les tomo a cada una alistar una pequeña maleta con ropa limpia y algunos artículos extra y llegar a la estación de trenes.

—Señorita Yukino creí que ya ibas camino a la capital real. Exclamaron los dragones gemelos al ver a la maga peliblanca que apenas se dirigía a la estación de tren
—Es cierto, preparar mi equipaje me tomo más de lo que pensé. Contesto ella riendo con nerviosismo.
—A cualquiera puede pasarle, que tenga buen viaje señorita Yukino. Le contesto el dragón slayer pelinegro para irse arrastrando a Sting quien por poco reñia a la peliblanca.
—Pronto serás mío, Natsu. Pensó la muchacha con determinación mientras abordaba su tren.

A las afueras de Crocus una peliblanca con un vestido muy revelador de decía a si misma
—Te encontraré y confesaré mis sentimientos tonto pelirrosa. Mientras con una mirada soñadora contempla el horizonte.

Mientras tanto un lujoso carruaje viaja tranquilo en las afueras de la capital real, el cielo totalmente despejado y el buen tiempo tienen a todos los habitantes de muy buen humor y quienes viajan en el carruaje no son la excepción quienes son una hermosa joven de largo y sedoso cabello verde que charla animada con un gatito azul, mientras que los guardias del carruaje vigilan atentos cada milímetro que atraviesan, entre dichos guardias uno de ellos sobresale por su peculiar color de cabello rosa. Ignorado por sus guardias y su acompañante felino la joven peliverde planea algo para el pelirrosa
—Seras mi rey, Natsu Dragneel.

Mi adorable haremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora