Mi adorable harem

Recuento

Hora y media después las tres mujeres desmayadas despiertan en la enfermería siendo cuidadas por las otras tres, sus mejillas aún están húmedas por las lágrimas
-Hermana, Natsu volvió. Dicen Lissana y Yukino dando saltitos de alegría como niñas pequeñas.
-Entonces no fue un sueño. Dicen más para si mismas Hisui, Yukino, Mira y Lucy. Las seis mujeres tras secarse las lágrimas salen de la enfermería para encontrar una escena de lo más tierna, el padre de sus hijos está acostado durmiendo con sus bebés alrededor también dormidos e increíblemente el gremio está callado a fin de dejarlos dormir tranquilos. En la barra del gremio Kinana y Laki atienden siempre con una linda sonrisa mientras Jenny circula por las mesas tomando órdenes de comida o de bebidas. Charlando en la barra mientras beben cerveza están Toma, Laxus y Makarov; quienes al ver a las chicas en mejor estado las saludan con un gesto. Platicaron entre ellas unos minutos pero había algo que querían saber, ¿Dónde estuvo Natsu todo ese tiempo? y ¿En qué consiste esa misión de los cien años? Kana las alcanzó a escuchar y les explica que Natsu quería contar toda su aventura pero prefirió esperar a que las seis estuvieran repuestas.

Se sonrojaron las seis por la consideración del pelirrosa cuando todos notaron que el joven dragón se despertó y se está levantando. Le pidió a todos acercarse a la barra para poder hablar mejor, con todos ya colocados cómodos y cerca; con una jarra de cerveza fría en su mano Natsu cuenta su larga travesía. La mayoría en ese momento entendió porque Gildarts -el as de Fairy Tail- no estuvo ni cerca de completar dicha misión hace tantos años y aumento su admiración por el pelirrosa. El relato se interrumpe abrupto por una duda del pequeño Romeo
-Y dime hermano Natsu ¿Que tan fuertes eran esos dragones? Y este explicó que comparados con el dragón negro, el más débil lo podría poner contra las cuerdas y el más fuerte barre el piso con él. Todo Fairy Tail quedó impresionado con la comparación, y entonces Lucy pregunta
—Supongo que al vencerlos tu fuerza aumento, pero ¿Qué tan fuerte eres ahora? Natsu sonrió ligeramente pero antes de poder contestar Levy añadió
—Ya que hablamos de fuerza, antes de que su majestad, el maestro y tú llegarán; sentimos un abrumador poder mágico ¿No sentiste nada? Casi todos los presentes se estremecieron al recordar aquello, ese poder fácilmente duplicaba al de Acnologia, Natsu se rasca nervioso la nuca y al fin puede hablar
—De seguro el poder que sintieron era el mío— muchos estaban por reclamar por asustarlos de ese modo, pero el rosado se adelantó y siguió hablando—, debió ser que me acostumbré a lo tranquilo que era el continente de los dragones y al volver aquí y escuchar el escándalo habitual del gremio, mi cuerpo por instinto libero un poco de poder para callar el barullo. "Un poco de poder" es lo que todo el gremio trata de procesar de todo lo que Natsu ha contado hasta el momento, esto es cortado de tajo por Evergreen quién toma la palabra
—Aún no respondes ¿Qué tan fuerte eres ahora?
—Supongo que al menos el doble, o triple que Acnologia como mucho. Quedaron todos anonadados, perplejos e impresionados; el largo silencio fue cortado por Laxus quien ordenó celebrar por el regreso de un miembro y por otra misión cumplida, todos parecieron despertar y gritaron con alegría, el alcohol empezó a circular a montones y pronto aparecieron las primeras peleas.

Natsu y las madres de sus hijos estaban sentados muy aparte del jolgorio con sus pequeños entre sus brazos, Hisui y Sorano temen un arranque de irá por el abuso que ambas perpetraron en su contra pero Natsu se les adelanta tomando la palabra
—Hisui, Sorano supongo que les debo una disculpa por desaparecer tan de repente, pero la situación lo requería y durante el viaje pude reflexionar; además que ver al hijo de papá me confirmó mis pensamientos; no quiero que algún hijo mío crezca sin tenerme a su lado. Las palabras del DS asombran a ambas mujeres y las seis terminan llorando conmovidas por esas lindas palabras. Pero el bello momento es cortado cuando las solteras del gremio -y algunas frustradas-, totalmente ebrias, "secuestran" a las seis mujeres con la excusa de saber con lujo de detalles el desarrollo de su relación con el sexy pelirrosa.
—¿Cuánto le mide? Pregunta Kana con picardía
—¿Es bueno en la cama? Lanza Laki sonrojada
—¿Cuántas veces lo hicieron? La mirada de lujuria de Juvia al lanzar está bomba fue una rara mezcla de ternura y deseo
—¿Me lo prestan un día de estos? Preguntan Ever y Kana con sonrisas complices
—¡A mi también! Laki intenta abrazar a Lissana pero cae estrepitosamente
—¡No sean malas chicas! Reclaman Ever; Juvia; Kana y Laki haciendo lindos pucheros.
—¡Si! ¡Compartan! Para sorpresa de todas la pequeña Wendy reclamó, al parecer por accidente bebió alcohol creyendo que era su habitual jugo. Pero el reclamo duro poco pues la pobre de desmayó un momento después, Charle ayudada por Romeo la llevaron a su dormitorio y no volvieron hasta el día siguiente. Mientras las pobres Lucy, Liss, Hisui, Yukino y Sorano quedaron abrumadas y muy sonrojadas por las picantes preguntas de las ebrias magas, aunque Mira si que respondió con su adorable sonrisa pero al mismo tiempo liberando un aura de muerte
—Nuestro Natsu es el mejor, dentro y fuera de la alcoba.
—¡Hermana! ¡¿Porqué sueltas tan de repente esas cosas?! La pobre Liss quería que la tierra se la tragara.
—No le veo nada de malo hermanita, y respecto a sus otras preguntas no, no lo compartimos; el club está lleno y respecto a su tamaño... La mujer albina solo alzó su brazo derecho dejándolo vertical y con su mano izquierda acaricia desde el codo hasta la muñeca, dejando a las mujeres muy sonrojadas y algo celosas al volver las seis al lado de Natsu.

Tres de ellas besaron al rosado en su mejilla dejandole a este la marca de sus labios pintados con labial rosa mientras que Hisui, Mira y Sorano lo besaron en los labios. "Que suaves son" pensó el pelirrosa al recibir cada beso. Nadie pudo decir nada pues los bebés, hasta hace un momento dormidos despertaron y comenzaron a llorar, sus madres los acurrucaron en sus brazos y están recogiendo sus cosas para irse, en eso estaban cuando Natsu les pide que lo esperen, ellas asienten y se ponen a platicar entre ellas. Mientras tanto Natsu se acerca a la mesa donde están sentados Gajeel y Levy, los observa un momento y viendo que Gajeel está ebrio hasta la inconciencia se dirige a Levy
—Hierritos te contó ¿Verdad? Pregunta Natsu serio a lo que Levy solo asiente y dice
—Mañana iremos a tu casa, yo estaré ahí poco después de las ocho para empezar las lecciones, Gajeel será tu maestro a partir de las tres de la tarde hasta las diez, será un día si y un día no y repasaremos el Domingo pero solo una hora —Levy sonrió y añade— Y Natsu —La mira serio— no vuelvas a decirle así a mi novio. Eso último le provoca un ligero sonrojo y el pelirrosa asiente y se despide alzando su mano derecha para dirigirse con sus esposas.
Los siete salen del gremio y se sorprenden que ya sea de noche, pero suspiran aliviados al ver en el reloj de la catedral que apenas son las ocho de la noche, cinco mujeres caminan tomadas de los brazos con sus pequeños acomodados en prácticas carreolas metalicas -regalo combinado entre Warren y Gajeel- que Natsu lleva además de las maletas de ellas y una sexta solo va con su pequeño en brazos, la cuál se despide de las otras mujeres con un gesto de sus manos y de su esposo pelirrosado con otro apasionado beso con algo de manoseo incluído y un tierno abrazo de su pequeño retoño, solo una cosa dijo el mago a la hermosa peliverde antes que está suba a su carruaje como la Cenicienta
—La boda será en primavera, me lo dijo tu padre. Asintió la peliverde y se metió en el vehículo, todo el trayecto de regreso al castillo sonrió como niña enamorada.

Después de dejar a sus mujeres e hijos en su casa, Natsu caminó a su viejo hogar, se sorprendió al verlo tan cambiado pero entonces recordó darle permiso a Lucy, Mira, Liss y Yukino de adaptarla para vivir los cinco cómodamente, "cuando tenga tiempo la remodelo" pensó para después entrar, meterse en la primera habitación que encontró y cayó en la mullida cama donde se durmió al instante.