𝗣𝗿𝗶𝘀𝗼𝗻𝗲𝗿 𝟭𝟯𝟬𝟳❝𝗷𝗷𝗸

•16

—A ella no la he matado yo— repitió por milésima vez en el interrogatorio, viendo las expresiones neutrales de ambos agentes— no cargo con esa muerte en mi espalda.

—Tendrás una condena por los cinco asesinatos que acabas de confesar— uno de ellos era experto en contar hechos obvios— ¿Crees que negando lo que le hiciste a Sang Hyori saldrás mejor librado de esto?

Negó.

—No busco que sean amables conmigo, no he hecho otra cosa más que confesar desde que llegué aquí con ustedes.

—Te encontramos con Sang Hyori en brazos.

—Y el verdadero asesino de esa mujer se les escapó de las manos— encoge sus hombros mostrando todo su desinterés, la tranquilidad que aparenta tener resulta algo alarmante— se los he dicho, estaba escapando del hospital...

—Lugar donde asesinaste a la señora Kyo—Jungkook suspira y asiente, su corazón todavía arrugándose ante la mención de la mujer— luego hablaremos de eso, continúa.

—Escapé, ninguno de ustedes suele entrar a la zona donde vivo, así que estaba seguro por el momento. Es un barrio de mierda dónde todos se conocen entre todos.

—Así que conocías a Sang Hyori— afirma con la cabeza de nuevo.

—También a su esposo, Sang Yoseob, el responsable de que su esposa embarazada muriese— dice, muy seguro— un maltratador y alcohólico de primera al que denunciaron cientos de veces y ninguno de ustedes hizo algo para ayudarla, cuando escapé, iba pasando y Hyori estaba gritando, esos gritos se escuchaban en toda la cuadra... creímos que no habia vuelto a pegarle por su embarazo, no fue así — relame sus labios— ella intentaba escapar, ambos salieron a la calle y él seguía golpeándola, Hyori tenía sangre en todo su cuerpo. Solo me acerqué para ayudarla, pero no soy doctor, no podía hacer mucho, así que solo la sostuve hasta que se escucharon las sirenas de sus ruidosos autos, Yoseob se fue corriendo, Hyori murió sin más y aquí estamos.

El bebé tampoco lo había logrado, ya era un embarazo riesgoso antes de la golpiza masiva a su madre. De alguna forma lo perdería.

El agente se removió en su lugar sin decir otra cosa al respecto, observó sus apuntes o lo que sea que hubiese en aquel montoncito de hojas mientras que su compañero parecía digitar todo en una laptop, Jungkook observó sus manos sucias, su ropa hecha trizas, utilizó esos momentos de silencio para cerrar los ojos y desear que la señora Kyo este cruzando el túnel hacia el supuesto paraíso que brinda paz a quienes sintieron demasiado dolor, demasiado cansancio.

—Bien. Tenemos los nombres de las personas que han muerto a manos tuyas, también los motivos— abrió los ojos— el cuerpo de la señora Kyo está en el hospital... ¿Dónde están los cuatro restantes?