O4 ; brother of mine

30 6 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El tiempo pasó volando por 6 años en los que ahora Yeorin tenía que aprender a vivir con la esposa de su padre y su ahora hermano, Kim Mingyu, el cuál a pesar de que al principio realmente no se llevaban del todo bien, terminó siendo como ese herm...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El tiempo pasó volando por 6 años en los que ahora Yeorin tenía que aprender a vivir con la esposa de su padre y su ahora hermano, Kim Mingyu, el cuál a pesar de que al principio realmente no se llevaban del todo bien, terminó siendo como ese hermano que no sabría que tendría

Yeorin ahora estaba recién graduada, sus salidas estaban limitadas, a su padre no le agradaba ninguno de sus amigos y todo se había vuelto tan rutinario, la vida se había vuelto tan aburrida desde que había dejado Suwon, pasó de salir cada fin de semana con Sunghoon a estar arreglando la mesa para comer en "familia".

Yeorin — la llamó Mingyu mientras bajaba las escaleras — ¿Quieres que te ayude con algo? — dijo mientras se acercaba a la menor.

Que considerado, Mingyu, te esperaste para preguntar ahora que estoy terminando — contestó burlona a lo que Mingyu bufó, esos dos realmente parecían hermanos de sangre.

Bueno, no volveré a querer ayudarte — contestó haciéndose el ofendido mientras tomaba uno de los platos que llevaba su hermana en manos para acomodarlos en sus respectivos lugares.

Acción que no pudo evitar hacer sonreír a Yeorin — Gracias Mingyu — teniendo como respuesta al contrario asintiendo con la cabeza.

Terminaron de arreglar la rosa, no sin antes Mingyu acercar un jarrón de agua con hielos acompañado de unas rosas rojas carmesí, que seguían tan frescas como el día que llegaron a esa casa, el jarrón tenía varios detalles cristalinos, que se reflejaban en los pétalos escarlata.

Aunque era difícil de creer, realmente había momentos en los que Yeorin se sentía en casa, mayormente con Mingyu y con su mejor amiga Heeji, una rubia con una forma muy curiosa de ver las cosas. Después de un rato llegó la hora de servir la comida, en esos años tuvo que aprender a valerse por sí misma, incluso antes de mudarse a Seúl, en el lapso de tiempo que su madre estaba enferma tuvo que tomar las riendas de su vida y de su situación.

Sin embargo, todo ese sentimiento de alivio se desapareció en el momento de todos estar sentados comiendo, la tensión entre Yeorin y su padre no despareció en ningún momento en esos 6 años.

Yeorin, no has tocado tu comida — habló de una vez el padre de Yeorin, rompiendo el silencio — Deberías comer, cada día te ves más delgada —

— Estoy en el buen camino entonces — soltó Yeorin burlona, esas simples palabras bastaron para sacar de quicio a su padre.

No puedo creer que no podamos tener una comida normal por tu culpa, Yeorin, ¿Acaso no puedo preocuparme por mi hija? —

Yeorin abrió la boca sorprendida ante el atrevimiento de su padre — ¿Ahora estás preocupado por mí? —

— Bueno, ya fue suficiente. Yeorin, si no quieres comer no comas, tu padre no tiene porqué molestarse por eso — habló la señora Kim, madre de Mingyu y esposa de su padre.

Yeorin se quedó en silencio mientras miraba fijamente a su padre con odio para después desviar la mirada a Mingyu el cuál la veía apenado. Sin más, decidió comer en silencio.

 Sin más, decidió comer en silencio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por otro lado, Sunghoon al igual que Yeorin había crecido sin saber del otro, sin embargo a diferencia de Yeorin, Sunghoon había estado rodeado de nuevos amigos que lo habían acompañado en esos años sin la castaña

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por otro lado, Sunghoon al igual que Yeorin había crecido sin saber del otro, sin embargo a diferencia de Yeorin, Sunghoon había estado rodeado de nuevos amigos que lo habían acompañado en esos años sin la castaña.

Al entrar a la universidad a los 18 años, había conocido a 5 chicos con los que pasaría el resto de sus años universitarios.

¡Sunghoon!, ¿estás en casa? — gritó desde la entrada de su casa un chico con cabello rubio con negro, tocaba la puerta frenéticamente.

Sunghoon aturdido por el ruido, bajó las escaleras y abrió la puerta de golpe.

¡Ni-ki!, ¿puedo saber que haces en mi casa a esta hora?, ¡son las 8 de la noche! — preguntó confundido.

¡Pues quizá no tendría que hacerlo si contestaras nuestros mensajes! — contestó Ni-ki dejando a Sunghoon boquiabierto.

Lo siento, pasa por favor — dijo mientras se hacía a un lado dejando pasar al menor — ¿Qué necesitas, Ni-ki? preguntó mientras cerraba la puerta tras él.

— Saber cómo estás, últimamente no sales con nosotros o siquiera vas a verme — hizo una pequeña pausa — y eso que somos vecinos, Sunghoon, ¿está todo bien?

Sunghoon suspiró — Si... solamente estoy pensando muchas cosas —

— Entiendo, no te sientas mal, Sunghoon, salgamos con los chicos mañana —

— No lo sé, Ni-ki, no estoy de humor — contestó dudosamente.

Vamos... Quizá eso te pueda animar — insistió Ni-ki.

Está bien — dijo haciendo que el contrario sonriera victorioso — Sabes... me recuerdas mucho a alguien que conocía — el tono de voz de Sunghoon había cambiado a uno nostálgico, lo cual no pasó por alto de Ni-ki.

¿Otra vez con esa chica, Sunghoon? — preguntó Ni-ki, no era secreto para nadie la manera en la que Sunghoon extrañaba a su mejor amiga.

Sunghoon solamente sonrió con melancolía.

See you again | Park Sunghoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora