doce

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-que...-susurro el Jairo, completamente impactado-

¿Embarazada?

¿Cómo?

Levantó su vista y pudo a ver a la Camila llorando, mirándolo con tristeza.

-¿Quieres tenerlo? -le pregunto la Camila, con una mirada de preocupación-

El Jairo seguía sin procesar bien lo ocurrido, pero no le quedo de otra y simplemente fue a abrazarla, y se dieron un beso.
Sentía como su vista poco a poco se nublaba por las lágrimas, las cuales más que de emocion eran de tristeza; Tristeza de saber que la había cagado en todo sentido, y todos sus planes con el Jere se fueron a la mierda.

-y entonces Jairo, ¿Que queri' hacer? por que yo quiero tenerlo..-le confeso, mirándolo con los ojos empañados de lágrimas de felicidad-

-quieres tenerlo...Entonces, tengamoslo -le contesto, aguantandose las ganas de decirle que quería terminarle-

Notó que una sonrisa de felicidad pura apareció en su polola

-anda a bañarte, para que entiendas el por que de varías cosas. Te amo -le dijo, mientras le pasaba una ropa-

El Jairo simplemente le hizo caso callado. Necesitaba una ducha para pensar, y ver que podría hacer.
Mientras se sacaba la ropa y entraba a la ducha, estallo en lágrimas de tristeza.

-¿Por qué conchetumare? -susurraba el Jairo, mientras sentía las gotas de la ducha caer sobre él-

Mientras se hechaba shampoo en el pelo, pensaba en todas las veces que se bañaba con el chico que amaba. De tan solo pensar en cómo se pondría su niño de ojos chinos cuando deba decirle que la Camila estaba embarazada, le daban ganas de llorar.
Se imaginaba el puchero que le haría, lo que probablemente le gritaría y lo mucho que lloraría.

Se arrepentiría toda su vida de eso; De no ser lo suficientemente hombre cómo para ser claro con sus sentimientos, de no ser suficientemente hombre para decirle la verdad a la Camila, y hacer feliz a la persona que realmente amaba. Le dolía bastante la situación, y aún más sabiendo que todo lo que estaba pasando es su culpa. Siempre, de alguna u otra forma terminaba cagandola con las personas que amaba, y eso le dolía bastante. En todo tipo de relaciones que tenía, se autosaboteaba por culpa de sus impulsos, y por el que dirán.

Cada cosa que pensaba, era una lágrima asegurada.

Poso sus manos en las paredes blancas de su ducha, mientras sentía el agua recorrer por su cuerpo, mientras tenía los ojos cerrados.
Recordó lo que le dijo al Jere aquel día que se lo llevó a una especie de parque, y en lo feliz que se había puesto cuándo le dijo que le terminaría a la Camila, y le dio miedo. Miedo de que perdiera esa sonrisa que tenía, miedo de que lo odiara, miedo de hacerlo sufrir. Pero eso era lo que le estaba haciendo hace tiempo; lo hacía sufrir. Y el Jere no merecía llorar por él, ni merecía todo lo que le estaba haciendo.

Saco los restos de producto de su cuerpo, se limpió la cara y salió del baño, ya que llevaba bastante tiempo ahí, y si seguía llorando la Camila se daría cuenta.

-estoy listo, ¿A dónde vamos? -le preguntó al salir de su pieza, viendo como hablaba con alguien-

-ya verás  -le contesto sonriendo mientras apagaba la pantalla de su celular-

Recordó las sospechas que tenía entre ella con el Chiko Alfa, pero dejó hacerlo pasar hasta ver hacia donde lo llevaba la Camila.

Se subieron a su auto, y la Camila comenzó a manejar.

El Jairo notó que fueron a la casa de su mamá, la cuál estaba con todas las luces apagadas. Un escalofrío recorrió el cuerpo del Jairo al entender masomenos lo que ocurría.

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