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Todos los hermanos saben ahora

—¡Neteyam! —chilló su hermanita, aunque había un ligero tono de reproche, mientras Lo'ak cubría a Maherye y ella seguía abrazándola por la cintura

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—¡Neteyam! —chilló su hermanita, aunque había un ligero tono de reproche, mientras Lo'ak cubría a Maherye y ella seguía abrazándola por la cintura.

Kiri frunció el ceño, echándole una mirada a sus hermanos y a la joven a la que cubrían con sus cuerpos, aunque Tuk no hiciera mucho, lo intentaba. Se giró hacia su otro hermano, con la boca torcida, observando cómo se acercaba e intentaba ver de nuevo a la extraña chica.

—¿Qué haces aquí? —espetó Lo'ak, echando una mirada hacia atrás. Si Maherye se iba, él la vería, aunque supuso que ya la había visto dado lo que había dicho antes.

—Comprobar que mis hermanos no estén en problemas, ¿tú qué crees? —respondió, bajando las orejas. Lo admitiría, sí habría querido saber por qué Lo'ak había estado tan escapado—. ¿Quién es ella?

Su hermano volvió a mirar a la chica detrás de él, Tuk tenía las orejas bajas mientras miraba a la joven extraña. Neteyam ladeó la cabeza, intentando ver algo de la chica, sin ver mucho, pues era más baja que Lo'ak y él la cubría entera básicamente. La niña hizo un puchero, luego vio la mano de la extraña acariciándole la cabeza con mimo.

Su hermano lo miró, pidiendo silencio. Él solo asintió. La chica cogió el brazo de Lo'ak, saliendo de su escondite. Él solo alzó las cejas, sorprendido por ver cómo era ese alguien que le alegraba los días a su hermano. Era... sí, vale, era preciosa, de las mujeres más bonitas que había visto en su vida. Alta, esbelta, parecía firme y fuerte, no llevaba todo el pelo trenzado, sus ojos eran verdes... ¡sus ojos eran verdes naturales! Tenía un sinfín de cicatrices. No era omatikaya, pero sus ojos lo engañaron. Parecía una omatikaya y, sin embargo, no lo era. Eso le resultó extraño.

Yawne —dijo Lo'ak, haciendo que él se crujiera el cuello para mirar a su hermano pequeño. Tuk se rio, esa también había sido su reacción—, mi hermano mayor —lo presentó.

—Acabas de llamarla «yawne». —La incredulidad impregnaba su voz. La chica frunció el ceño y miró a su hermano.

—¿Y? —Levantó un poco los brazos, sin saber qué importaba eso.

Neteyam hizo una mueca, viendo cómo a la chica en realidad no le importaba que la llamara así, de hecho, parecía apreciarlo. Supuso, por la forma en que se movía su cola, que estaban juntos de alguna manera. Suspiró.

Neteyam te Suli Tsyeyk'itan —murmuró.

—Lo'ak me lo dijo —respondió. Neteyam notó la suavidad con la que ella decía el nombre de su hermano, como si fuera una oración. Bajó las orejas por inercia—. Maherye te Skav'ri.

—¿Skav'ri? —repitió, alzando las orejas, sorprendido. Lo'ak puso un dedo sobre sus labios, pidiéndole silencio otra vez. Rehusó de asentir, ya le diría qué sabía él sobre ese apellido—. ¿Y tu madre?

Raised by the Mountains || Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora