NEW ROMANTICS
Irati Garcia Bayona, la sobrina del gran director de cine J.A Bayona. La chica está interesada en la dirección y su tío la lleva con él a grabar su nueva película. Allí conoce a todo el cast, y se vuelve cercana a ellos.
Aviso: Con est...
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Era septiembre y la escena de la avalancha empezaba a aproximarse. Lo que significaba, que dentro de poco más actores se abandonarían el set y no podría verlos hasta dentro de un buen tiempo. Entre ellos Santi y Blas. Durante estas últimas semanas me había unido a todo el cast. Todos eran muy cariñosos y súper buenas personas, pero a pesar de eso; siempre hay personas con las que conectas más, ya sea por edad o por personalidad. En mi caso esas personas eran Juani, Pipe, Blas, Mati y Santi. Y dos de ellos se irían pronto.
Blas y yo nos habíamos vuelto muy unidos. A donde iba yo, venía él y, al contrario. Creo que pasaba porque sabíamos lo que venía y queríamos aprovechar.
— ¡Irati! — dijo Blas corriendo hacia mí. Bueno, más bien dicho; dando zancadas en la nieve a una velocidad limitada. — Adiviná que canción estaba sonando en el celu de Juani y me acordé de vós. — dijo con emoción.
Sandra, una de las cámaras; me miró con una sonrisa y me dio un leve golpe con el codo, que gracias a Dios; solo noté yo.
— No sé. Dame una pista.
— Taylor Swift.
— Te volví swiftie. — dije orgullosa.
— Dale, adiviná. Tampoco es tan difícil. — dijo Blas alargando el tan.
— No sé, Blas. Dime cuál.
— Si no la adivinás vos, yo no te voy a decir. — dijo cruzándose de brazos.
— Voy a decir al azar. ¿Sirve? — pregunté.
Blas encogió los hombros y con una sonrisa esperó a que empezara.
— Cardigan. — Negó. — Cruel Summer.
— Me encanta tu pronunciación en inglés, pero no. Dale seguí. Es fácil, boluda.
— Slut. — negó. — Wonderland. — negó. — Bueno, ya me cansé. Dila tú.
— No.
— Venga, dilo.
— Nos cagamos a trompadas. — dijo agachándose hasta poner su cara a mi altura.
— De una.
Me lancé para atacarle, pero con un movimiento rápido; Blas me cogió en brazos y me puso como si fuera una princesa llevada por su príncipe.
— Fui a taekwondo. — confesó el argentino orgulloso.
— Haber avisado antes. — solté aferrándome a él por su cuello.
