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— ¿Estás preparada? — pregunta mi tío. Recién estaba bajando las escaleras de mi casa para recibirlo. Mi tío parecía impaciente, tanto que cuando estaba cerca de él, se apresuró a cogerme la maleta. — Me sorprende que solo lleves esta maleta.

— Es que no me voy a una Fashion Week, tío Jota. — le respondí con gracia. Él sonrió.

Era temprano, demasiado temprano, pero llegar al lugar donde se encontraba el primer set de grabación nos llevaría unas pocas horas y montar el escenario otro tanto. Mis padres estaban despiertos para poder despedirse de mí. Mi hermana estaba dormida, pero ya me había despedido la noche anterior.

— Ten mucho cuidado, cariño. — me decía mi madre, sobándome el pelo. — Y no te separes de tu tío.

— Tranquila, mamá. No haré nada que pueda terminar mal. Y seré la sombra del tío Jota.

Ella me apretujó más contra ella y me dio un último beso. Mi padre me abrazó al instante que mi madre me había soltado.

— Hazle caso a todo lo que te digan y cuando vayáis a despegar me mandas un mensaje. Cuando llegues nos llamas, y cada noche. Pero sobre todo, disfruta.

— Gracias, papi. — le contesté. — Os iré contando todo.

Me dieron un beso los dos y me dirigí al taxi que nos llevaría al aeropuerto. Estaba nerviosa. Cuando era pequeña, mi tío me había informado de la tragedia de Los Andes y las ganas que tenía de poder hacer una película que reflejara todo lo que vivieron, tanto los supervivientes como los que no llegaron a ese esperado rescate. Es una de mis historias favoritas, gracias a ella me di cuenta de lo importante que era tener los pies en el suelo y la valentía de hacer las cosas en la situación que se nos ponga delante. Para mi es una historia de superación personal y todos los pasajeros de ese vuelo tienen un lugar importante en mi vida.

— ¿Estás nerviosa? Lo digo porque estás temblando. Y eso que aún no llegamos al set.

— Estoy muy nerviosa. Siento que esto de ver lo que pudieron haber pasado ellos en El Valle de las lágrimas me va a afectar mucho más de lo que me puedo imaginar. 

— Pues entonces cuando conozcas a los supervivientes te va a dar algo. — siguió él tan tranquilo.

Espera, ¿qué?

— ¿Qué? — le dije girándome esporádicamente hacia él, como si fuera la niña del exorcista. ¿Qué coño había dicho?

— Vas a conocer a los supervivientes. Todo el cast lo hizo, tienen que tener toda la información posible.

— Pobrecitos, deben tener mucha presión. — dije yo.

— Lo harán bien, y tú también. Quiero aportaciones tuyas, no solo estarás viendo. Y ahora calla, que el del taxi no tiene por qué saber nada de esto.

❅ NEW ROMANTICS ❅ - BLAS POLIDORIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora