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Gemidos y suspiros se escuchaban por toda la habitación de Charlie, el fuerte choque de pieles es tan excitantes que provocan que puedan detenerse. Charlie sostenía la cintura de Babe para marcar el ritmo, mientras que Babe con sus escasos esfuerzos subía y bajaba sobre la longitud de alfa.

El largo y grueso miembro de Charlie tocaba su próstata y las sensaciones son increíbles. No sabe si por su embarazo que provoca que sus hormonas se eleven y con ello su placer sexual, pero siente tocar el cielo.

Se mantenía sostenido abrazando a Charlie por el cuello mientras se besan. Debido a que Charlie no puede moverse mucho y complacer como quiere a Babe, fue él quien tomo las riendas en el sexo. El sexo con Charlie siempre será el mejor, sin duda alguna.

—Charlie... ¡Ah!— el alfa instintivamente alzó su carrera, evitando al mínimo cualquier dolor y solo bastó un solo movimiento para que Babe gimiera tan alto.

Simplemente la habitación está llena del olor a sexo, tan bueno.

—Falta poco...— jadea Charlie al sentir como el estrecho anal de Babe aprieta su pene, el alfa mayor también está por llegar.

Babe vuelve a besar a Charlie —te extrañe Charlie...— gime, se siente tan bien estar lleno de su alfa —no vuelvas a irte...

Charlie siguió esforzándose para subir sus caderas y golpear el punto dulce de Babe, lo logro tan fácil. Observo como el alfa mayor colocaba los ojos en blancos y mordía su labio su labio para luego, abrir sj boca dejando escapar un gemidos sonora. Babe se ha liberado en medio de ambos provocando que su entrada de contraiga y apriete el miembro del alfa menor.

Dos movimientos más y Charlie se viene dentro suyo —te amo, P'Babe...— da un beso rápido en los labios hinchados de tanto besarse, de su pareja —te prometo que no me volveré a ir, nunca más...— abraza a Babe por al cintura siendo devuelto su afecto de inmediato.

—Debemos limpiar— Babe bromea.

—Es tu culpa— puchereo Charlie con burla.

—¿Mi culpa?— Charlie asiente —¿Por qué? También querías...

Charlie se avergüenza de inmediato —P'Babe— alarga el nombre de su pareja.

Babe carcajea mientras saca el pene de Charlie de su interior, de inmediato se sonroja al sentir como algo líquido baja por su canal anal. Prueba de su amor con Charlie. Es chistoso, antes ni siquiera le importaría ser desvergonzado antes, durante y después del sexo con Charlie. Simplemente ahora, se avergüenza.

En definitiva son las hormonas.

Charlie se dió cuenta de esto pero prefiero no decir nada y guardar la hermosa imagen para el solo.

—Creo que nuestros amigos debieron escuchar tus gemidos, P'Babe...— bueno, de alguna manera debía buscar la forma de contraatacar. Molestar a Babe es divertido.

—Gemidos provocados por ti, Charlie— y Babe claramente no se quedaría atrás.

La sonrisa orgullosa de Charlie iluminó su rostro mientras escuchaba las palabras de Babe. Sentía una mezcla de satisfacción y poder al saber que él era el único capaz de despertar esos gemidos y suspiros en su pareja. Era un sentimiento embriagador saber que tenía ese efecto en Babe, que era el centro de su universo y su fuente de placer más profundo.

Sin embargo, esa sensación de posesión también venía acompañada de un peso. Charlie era consciente del atractivo y la belleza de Babe, así como del deseo que podía despertar en los demás. Sentía un profundo celo cada vez que notaba las miradas lujuriosas dirigidas hacia su pareja, como si quisieran arrebatarlo de sus brazos. A veces, ese lado posesivo de Charlie le asustaba incluso a él mismo. Quería proteger a Babe de cualquier amenaza externa, asegurarse de que nadie más pudiera reclamar su atención de la forma en que él lo hacía. El deseo de encerrar a Babe en una burbuja, lejos de las miradas codiciosas de los demás, era una lucha constante en su interior.

Sorpresa inesperada || Pit BabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora