Sorpresa inesperada || Pit Babe

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───── ❝ 𝐶𝜇𝛼𝜏𝑟𝜎 𝑚𝜀𝑠𝜀𝑠 𝜕𝜀𝑠𝜌𝜇𝜀𝑠 ❞ ─────

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Desde la muerte de Tony las cosas han mejorado mucho, a decir verdad. Babe sigue con sus citas mensuales con la obstetra para saber el estado de su salud y embarazo.

Justo ahora está en quinto mes por ende puede ver el sexo del bebé.

No niega que esté emocionado, pero una cosa es sentirlo y otra es demostrarlo, él es Pit Babe, un alfa orgulloso.

Aunque también presumirá a su bebé, si ya lo hizo con su alfa, ¿Por qué no con su bebé? Total ya está preñado, ¿Qué más puede hacer que resignarse?

—¿Está listo, Khun?— la obstetra esparce el gel para el ultrasonido sobre su vientre, sisea al sentir lo frio que es, nunca terminará de acostumbrarse a eso —hoy por fin veremos el sexo del bebé, solo relájese.

Babe asiente e inconscientemente extiende su mano para sostener la de su pareja, un agarre fuerte y su conexión a tierra.

Se conoce y sabe lo sensible que es, más ahora con él embarazo donde sus hormonas se alteran, por lo tanto se emocionará tanto que de seguro hará cualquier idiotez.

—Esto es un poco frío— señalo el gel conductivo para luego aplicarlo en la parte baja del vientre de Babe, justo el aludido sisea por el frío que le provoco —lo siento...

Babe solo negó aun aturdido por la imagen frente al monitor, se podía ver la manchita de su bebé de ahora cinco meses. Babe está recostado cómodamente en una camilla, con los ojos fijos en la pantalla, donde se está revelando el milagro de la vida.

El bebé, del tamaño de una papaya, parece estar en un dulce sueño, en una posición tan tranquila y protectora como un capullo.

El alfa mayor observa con asombro cómo su bebé se ha acomodado en una posición característica de la etapa fetal. El pequeño está en posición fetal, con las piernas dobladas hacia arriba, las manos cerca de su rostro como si estuviera acariciándose la mejilla. Su cuerpecito se curva delicadamente, como abrazándose a sí mismo en un gesto de seguridad y protección.

Cada detalle es sorprendente: los deditos diminutos, las piernas que se estiran y se doblan, el latido del corazón que se puede ver y escuchar claramente en el monitor. Ambos padres sienten un nudo en la garganta, emocionados por la visión de su hijo en desarrollo.

El bebé parece estar flotando en un océano de líquido amniótico, ajeno al mundo exterior pero completamente en sintonía con su madre o ¿Padre?

El alfa ríe internamente por sus pensamientos.

Nunca creyó que llegaría el día en que se convertiría en padre, es más nunca quiso serlo, no quería traer al mundo a esos pequeños seres inocentes para que sufran por la maldad de la sociedad. Además, porque nunca fue bueno con los niños, por lo general huyen de él.

Sinceramente no sabe que hacer cuando nazcan el pequeño engendro en su vientre.

—El bebé está en perfecto estado pero aún así necesita seguir alimentándose lo mejor posible...— indica moviendo el transductor en una posición cercana al sexo del bebé —es un niño...

Al escuchar tal declaración el corazón de los padres primerizos, se aceleraron. Y es que como no, tendrán un pequeño niño que será tan amado por ellos y sus amigos, que se convertirán en sus tíos.