Fronteras

Intrínseco

                El clan Yamazaki es una reconocida facción Yakuza que ha dejado su huella en todo el territorio japonés, gracias a su fuerza, métodos de trabajo y un enfoque de negocios que, si bien no siempre se ajusta a la legalidad, ha garantizado su respeto en el bajo mundo. Su liderazgo, caracterizado por la disciplina, visión y poder, les ha asegurado un lugar destacado en las sombras de la sociedad.

El líder del clan, un alfa extremadamente dominante, imponía su presencia con tal fuerza que incluso otros alfas dominantes temblaban ante él. Sin embargo, la suerte del clan tomó un giro inesperado con la llegada del joven maestro, Yamazaki Gun, quien nació como un Delta. Si el nacimiento de un alfa extremadamente dominante ocurría solo en 2 de cada 100 alfas, el nacimiento de un Delta era aún más raro, sucediendo únicamente en 1 de cada 100 alfas extremadamente dominantes. Los Deltas poseen una combinación única de belleza, poder, dominación, fuerza e inteligencia, pero enfrentan un desafío único: el peso asfixiante de sus feromonas.

Debido a la potencia de sus feromonas, los Deltas como Yamazaki Gun tienen dificultades para encontrar una pareja adecuada y liberar sus feromonas durante el coito. Esto resulta en una acumulación gradual de feromonas en sus cuerpos, lo que a menudo lleva a que los Deltas, a pesar de su grandeza, mueran solos y relativamente jóvenes. Así, Yamazaki Gun se convierte en una bendición y una maldición para el clan, siendo un ser tan perfecto pero tan solitario.

Ante esta situación, el líder del clan decide emprender una investigación para buscar una solución. Si bien no es común, es posible que un alfa quede embarazado de un delta, ya que los omegas no pueden resistir sus feromonas y pueden morir por un exceso de las mismas. A través de cartas, el líder de los Yamazaki se puso en contacto con Charles Choi, un viejo conocido astuto y poderoso que ha establecido una gran corporación en Corea mediante planes maliciosos.

Llegando a un acuerdo para unir a sus hijos en un matrimonio contractual. Charles posee 5 hijos, de los cuales uno es biológico y los demás adoptados. Al final, se decidió que su hija era la más adecuada para llevar a cabo esta tarea. Así, Charles viajó a Japón para traer a Gun a Corea, acompañado por dos de sus hijos, James y Jungoo.

—Es grato volver a verte—, pronuncia Charles con malicia. —Veamos cómo ha crecido tu chico.

El líder de los Yamazaki suelta una carcajada. —Mi hijo siempre ha demostrado su grandeza, y su físico no es ningún juego. Pero los tuyos no se quedan atrás, ¿eh?—, comenta, mirando de reojo a los dos muchachos que ya están a cada lado de Charles, listos para actuar ante cualquier signo de hostilidad.

—¿Oh, realmente crees eso? Bueno, mis chicos no son para tomárselos a la ligera—, responde Charles con malicia y burla, recordando las palabras anteriores de su colega. —Los he criado con tanto esfuerzo... —. Mueve el whisky en su vaso, dejando que el sonido del hielo golpeando el vidrio llene la habitación. —No creas que me esforcé tanto por nada, ¿verdad?

—Como siempre, típico de ti. No es de extrañar que hayas llegado tan lejos—, concluye el líder Yamazaki, terminando su bebida de un trago y levantándose, arreglando su ropa. —Dormirán aquí esta noche como mis invitados. Mis chicos les mostrarán sus habitaciones. Mañana tomarán su vuelo temprano. Esta es su casa—, finaliza con voz seria, dejando que sus palabras resuenen en la habitación antes de marcharse sin dejar rastro.

—Vaya viejo cenil ese, ¿no te parece, DG? —comentó el rubio, ajustando su ropa con fastidio.

—Deberías tener cuidado con lo que dices, no estamos en casa, Goo —, sentenció el pelirrosa.

—Oh vamos, incluso si lo estuviéramos, te aseguro que nosotros dos bastamos y sobramos para ganar aquí—, masculló el chico de lentes.

—¿Crees que deberías tomar a la ligera a ese tipo? —, dijo DG, manteniendo sus ojos fijos en Gun, quien permanecía serio sin moverse.