A la mañana siguiente, tomaron un avión privado a primeras horas del día, un viaje que les llevó apenas dos horas y media para llegar a Corea del Sur.
—Finalmente estamos en Corea. —Dijo el rubio, Goo, rebosante de felicidad mientras se estiraba al salir del aeropuerto, el sol de la mañana iluminando su rostro.
—Bien, Goo, lleva al joven maestro Yamazaki al Penthouse. Ahí debe estar Crystal esperándolos. James y yo iremos a la empresa. —Sin más preámbulos, Charles Choi se despidió de ellos yéndose con James, dejando solos a Gun y Goo en la entrada del aeropuerto.
—Bueno, joven maestro —Comenzó Goo en tono burlón mientras abría la puerta de los asientos traseros del lujoso auto negro. —Vamos por su princesa.
Gun se limitó a guardar silencio y entrar al auto, esperando a que el coreano tomara el rol de conductor. Los dos hombres se acomodaron en sus asientos, dando pauta a que un breve silencio llenase el espacio entre ellos.
—¿Tienes alguna pregunta? —cuestionó Goo, rompiendo el hielo mientras arrancaba el motor y el auto comenzaba a moverse por las calles de Seúl.
—Si te refieres a mi prometida, no tengo ninguna. Ya se me ha informado de todo lo que necesito saber. Una joven alfa, con gran capacidad para los negocios, bien educada y su atractivo no se queda atrás. —respondió Gun, manteniendo su mirada fija en Goo a través del espejo retrovisor.
Goo asintió ante cada una de las afirmaciones de Gun. —La princesa es, sin duda, un gran partido, aunque lamentablemente tiene su temperamento. Pero tú tampoco te quedas atrás en eso, será interesante ver cómo manejan esta relación. —comentó con una sonrisa mientras observaba a Gun a través del retrovisor.
Durante el trayecto, una extraña pero amena conversación se desarrolló entre ellos, dirigida principalmente por Goo mientras que Gun se resignaba a participar, aunque de vez en cuando soltaba una respuesta o comentario breve. A medida que el paisaje de Seúl pasaba por las ventanas del auto, el ambiente entre los dos hombres se relajaba, creando una especie de camaradería incómoda pero notable. Era el comienzo de una relación que iba más allá de la formalidad de un acuerdo matrimonial, una relación que podría cambiarlo todo para Gun y los Yamazaki.
Cuando llegaron al Penthouse, fueron recibidos por una encantadora joven de cabello lacio y una belleza deslumbrante que estaba absorta en los documentos que tenía en sus manos. Al levantar la vista y ver a los dos recién llegados, la joven sonrió con amabilidad.
—Goo, ya has vuelto. Bienvenido de nuevo. —Saludó Crystal, levantándose de su asiento y acercándose a ellos.
—Crystal, he traído a tu prometido. —El rubio se acercó a la pelinegra y colocó su mano cerca de su oído, como si fuera a susurrarle algo. Sin embargo, todo lo que dijera sería perfectamente audible para los tres presentes. —Ten cuidado, es un tipo raro. —Comentó Goo con un tono burlón, mientras Crystal lo miraba con resignación.
La chica suspiró y extendió su mano hacia el japonés. —Un gusto, mi nombre es Crystal Choi. Creo que ya conociste a mi hermano, Goo. No tomes muy en serio lo que dice, a veces es un poco imprudente. —Se disculpó con total naturalidad, como si estuviera acostumbrada a las bromas y excentricidades de su hermano.
—No se preocupe, estoy acostumbrado a tener que convivir con idiotas. —respondió Gun con elocuencia, con su mirada fija en Goo.
El comentario de Gun molestó al rubio, quien no tardó en reaccionar. —Oye, no me faltes el respeto, maldito. No sabes quién soy, podría pisotearte bajo mis pies si quisiera.
La tensión en la habitación aumentó con las palabras de Goo, su comportamiento temperamental chocando con la serenidad de Gun. Sin embargo, el japonés mantuvo un perfil bajo, ignorando completamente las amenazas del rubio. La sensación de poder y control de Goo sobre la situación lo llenaba de satisfacción, pero era evidente que el pelinegro no se dejaría intimidar fácilmente.
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Fronteras
FanfictionLa historia gira en torno a Gun, el sucesor del clan Yamazaki, un poderoso grupo Yakuza conocido por sus métodos no precisamente legales en el mundo criminal japonés. A pesar de su fuerza y poder, Gun es un Delta, una rareza entre los alfas dominant...