Un lugar extraño

16 4 0
                                    

Dentro de un no muy denso bosque de pinos se escuchó el bostezo de una pequeña que despertaba de una siesta que pareció durar varios días.

—Buaa, ¿qué hora es? —dijo la niña mientras se limpiaba los ojos con sus palmas.

La niña trató de pararse teniendo los ojos aún cerrados y cayó al suelo de una altura no más alta que la de una mesa. El suelo era pasto y había muchas flores de colores a punto de marchitarse alrededor de un pino muy alto.

—¿En dónde estoy? —se preguntó la niña. Parándose para echar un vistazo a su alrededor, se dio cuenta de que había caído de dentro del árbol del cual parecían caer trozos de caja de madera.

La niña se tomó un momento para ver que, dentro del árbol, había juguetes, muchos y algo sucios. Ella quería tomarlos, pero la altura solo le permitió tomar una muñeca de tela con vestido verde. Con la muñeca en los brazos, comenzó a caminar sin rumbo por el bosque.

	Pasó un rato algo largo, suficiente para que la niña notase el frío de la noche que ya estaba por caer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pasó un rato algo largo, suficiente para que la niña notase el frío de la noche que ya estaba por caer. Esto le dio miedo y, al ser una niña pequeña, comenzó a llorar recostada en un árbol con la muñeca en brazos.

—Quiero ir a casa… que alguien venga por mí —dijo la niña mientras lloraba de rodillas y abrazaba la muñeca contra su pecho. De repente su llanto se vio interrumpido por un zumbido metálico a lo lejos, era intermitente, pero tenía ritmo. La niña ni se había preguntado qué era cuando se levantó de un salto y corrió en todas direcciones buscando de dónde provenía ese extraño sonido.

La princesa y el sastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora