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capítulo 3

Tres opciones

La sangre goteaba por la espada. Es posible que Lu Zhun no haya sido el oponente de Chu Chiyan aún estando sano, y mucho menos ahora, por lo que no luchó hasta la muerte, sino que simplemente resistio en silencio.

"Su Majestad, no tenga miedo, yo... estoy bien" Lu Zhun esbozó una débil sonrisa para consolar a Shen Mian.

En ese momento, su rostro parecía débil y pálido. No sabía cuántas chicas en la ciudad real les romperían el corazón está escena.

Chu Chiyan siempre tenía una sonrisa en su rostro. Empujó la espada poco a poco. Con cada empujón, el rostro de Lu Zhun se ponía más pálido.

Shen Mian no sabía qué hacer, aunque había trasmigrado en un libro, no tenía un dedo de oro.

Sin embargo, Lu Zhun probablemente no moriría ahora, pero eso no significaba que pudiera ver a Chu Chiyan torturandolo así.

Pero antes de que pudiera hacer algo, la mano que contenía la suya se solto, Lu Zhun cerró los ojos y cayó lentamente.

Ya estaba exhausto, había sido herido antes y solo quería ir al palacio para llevarse a Shen Mian, también peleó contra Liu Qing. Ahora que conoció a Chu Chiyan, ya no podía sostenerse físicamente ni mentalmente.

Tan pronto como cayó, el pequeño emperador de ojos rojos apareció detrás de él.

Shen Mian sintió que no podía llorar, aunque estaba bastante asustado.

Se quedó allí sin hacer nada, fingiendo estar tranquilo, y miró a Chu Chiyan inmóvil. Su ya hermoso rostro se volvió aún más blanco. La túnica del dragón no le quedaba muy bien, como si un niño le hubiera robado la ropa a un adulto.

Chu Chiyan miró fijamente a Shen Mian y arqueó levemente las cejas. Hacía mucho que había escuchado que este pajaro era muy valioso en el Palacio Dayue, y ahora parece que es verdad.

No exageraron al describirlo como una rosa tallada en jade.

Su rostro brillaba con el brillo del jade blanco. A pesar de que estaba pálido de miedo, todavía era delicado y hermoso. Su cabello era negro y sus pupilas eran grandes, haciendo lucir muy inocente. Su nariz era recta y sus labios rojos, cada parte de él parecía inmaculado: un buen artista lo pintó con cuidado.

Sus rasgos faciales eran impecables.

Por un momento, los ojos de Chu Chiyan brillaron con sorpresa: nunca había visto a una persona tan guapa en veintisiete años.

Y no era mujer.

Su mirada era como un cuchillo afilado, lenta y penetrante, mirando a Shen Mian de arriba a abajo.

Shen Mian se sintió completamente incómodo después de ser observado con tanta indiscreción. No sabía lo que Chu Chiyan estaba planeando. Si quería matarlo, cortarlo o capturarlo, tenía que decírselo antes ¿verdad?

Si no se daba prisa, Lu Zhun estaría muerto.

"Su Alteza." Liu Qing apareció junto a Chu Chiyan en algún momento y dijo: "Él es el nuevo pequeño emperador de Dayue".

Chu Chiyan no apartó la mirada: "Lo sé".

Si lo sabe ¿Por qué no ha hecho nada?

Liu Qing no se atrevió a decir nada. Su maestro tenía un temperamento volátil. Mientras fuera infeliz, sin importar quién fuera, estaría muerto.

Shen Mian odiaba tanto a Liu Qing y también odiaba a Chu Chiyan. Chu Chiyan controlaba su vida y su muerte y lo más probable es que no le dejara ir fácilmente.