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En las vastas tierras, donde la magia fluía como un río invisible entre los habitantes, ____ se abría paso entre los árboles del bosque que rodeaba su humilde hogar. Sus ojos brillaban con la curiosidad propia de una joven que ansiaba explorar el mundo más allá de los límites de su aldea. ____ poseía el don de la magia, y también lo utilizaba con destreza y pasión.
Una tarde soleada, mientras ____ se aventuraba más allá de los confines familiares, se topó con una escena peculiar en un claro del bosque. Un joven musculoso, con una mirada determinada y una expresión de concentración, estaba realizando ejercicios de entrenamiento poco convencionales. Saltaba, corría y se balanceaba con una agilidad y fuerza extraordinarias. Ella se detuvo, sorprendida por la vista, pero su curiosidad la impulsó a acercarse.
-¿Qué estás haciendo?-preguntó, su voz resonando en el aire tranquilo del bosque.
El joven se detuvo en seco, girando hacia la chica con una mezcla de sorpresa y cautela en sus ojos.
-Entrenando -respondió él, con una voz profunda y firme.
La joven se acercó un poco más, observando con fascinación cada movimiento del chico.
-¿Entrenando para qué? -inquirió ella, con una chispa de intriga en su mirada.
El joven se rascó la cabeza, como si considerara cómo explicar su objetivo a la extraña chica.
-Entrenando para ser el más fuerte, supongo -respondió, con una sinceridad directa que ____ encontró refrescante.
Ella sonrió, encontrando la determinación del joven admirable.
-Soy ____ -se presentó, extendiendo su mano amigablemente.
El joven la miró por un momento, como evaluando si podía confiar en ella, antes de estrechar su mano con firmeza.
-Mash. Me llamo Mash -declaró él.
A partir de ese momento, ____ y Mash comenzaron una amistad inesperada. Aunque sus personalidades eran diferentes en muchos aspectos, compartían una pasión por superar los desafíos y explorar los límites de sus habilidades. Juntos, se aventuraron en el bosque, ella le enseñaba su magia y él si entrenamiento físico, cada uno aprendiendo del otro en un intercambio de conocimientos y experiencias.
. . .
El crepúsculo cedía paso a la noche mientras ____ y Mash se sentaban juntos en el claro del bosque, como usualmente solían hacer hace ya varios meses, viendo cómo el cielo se transformaba en un lienzo salpicado de estrellas brillantes. El aire estaba impregnado de una calma serena, solo interrumpida por el suave susurro de las hojas movidas por la brisa nocturna.
Ella se recostó en la hierba, sintiendo la frescura del suelo bajo su espalda, mientras sus ojos seguían las constelaciones que adornaban el firmamento. Mash estaba a su lado, también absorto en la majestuosidad del universo sobre ellos.
