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ADVERTENCIA: No sigue la historia original, sino más bien es un estilo de adaptación.
El salón de reuniones de Magia Lupus tenía una atmósfera solemne y opulenta, con candelabros de cristal colgando del techo y una larga mesa de caoba en el centro. Abel Walker, con su túnica blanca de reflejos morados y su capucha llamativa, se erguía con una presencia regia. Sostenía a su muñeca con cuidado, como si fuera un objeto preciado, mientras sus iris rosados en forma de almendra me observaban con una mezcla de interés y condescendencia.
Yo me encontraba nerviosa pero intrigada. Había sido convocada a esta reunión por Abel, un honor que pocos de nuestro dormitorio podían reclamar. Su reputación de frialdad y desprecio por los débiles era bien conocida, pero siempre había algo más detrás de su máscara de arrogancia, algo que me inquietaba y fascinaba a la vez.
"____" dijo Abel con su tono elocuente y educado, "me alegra que hayas podido unirte a nosotros. Nuestra conversación será breve, pero espero que provechosa."
Asentí, intentando mantener la calma. "Gracias por invitarme, Abel. Estoy lista para escuchar lo que tengas que decir."
Abel asintió ligeramente, sus ojos nunca dejando los míos. "He estado observando tu progreso, y debo decir que tienes potencial. Sin embargo, tu lealtad y tu capacidad para ejecutar órdenes sin cuestionarlas son lo que más valoro."
Mi poder mágico, una habilidad rara y hermosa para manipular el tiempo brevemente, era algo que Abel había notado desde el principio. Podía ralentizar o acelerar el tiempo en un área limitada, una habilidad que había sido crucial en varias misiones.
Antes de que pudiera responder, la puerta del salón se abrió de golpe. Mash Burnedead, con su postura relajada y su habitual expresión indiferente, entró sin ceremonias. La tensión en la sala aumentó inmediatamente. Mash no tenía ningún respeto por las formalidades y, peor aún, su mera presencia desafiaba todo lo que Abel creía.
"Mash," dijo Abel, su tono permaneciendo calmado aunque sus ojos mostraban un destello de molestia. "¿Qué te trae por aquí?"
Mash se encogió de hombros. "Estaba buscando a ____. Necesito hablar con ella."
La intrusión era típica de Mash, pero lo que no esperaba era la reacción de Abel. En lugar de perder la compostura, simplemente respondió fríamente. "Lo siento, Mash, pero ella está ocupada en este momento. Si necesitas algo, deberás esperar."
Mash frunció el ceño, no acostumbrado a aceptar órdenes. "Me da igual. Esto es importante."
Abel dio un paso adelante, su figura imponente subrayando su autoridad. "____ está bajo mi protección y autoridad en este momento. Si tienes algo que decirle, tendrás que pasar por mí."
