•𝘊𝘩𝘢𝘱𝘵𝘦𝘳 𝘵𝘸𝘦𝘯𝘵𝘺

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Minho despertó lentamente gracias a los rayos del sol sobre su rostro. Abrió sus ojos, suspirando en el proceso de manera pesada. Se despertó extrañamente feliz, tal vez era por la idea de que ese día por fin podría salir después de meses de sólo estar encerrado en aquella casa, siendo golpeado o sometido a cosas que no le gustaban.

Pero fruncio el ceño, ninguna sonrisa había en su rostro. ¿La razón? En la habitación que normalmente lo tenía Hyunjin, ¡no había ventana! ¡No había nada de luz solar! Esa no era su habitación.

Su habitación, eso sonó raro, pero no mal.

Comenzaba a aceptar que era básicamente imposible escapar de ahí. Y más con la dependencia que su lobo tenía por el enigma del rubio. Pero él no sentía lo mismo. Y tenía su razón, pues Hyunjin era un imbécil, un imbécil que follaba muy bien.

Se removió incómodo, pues no sabía dónde estaba, pero una mano rodeando su cintura lo detuvo. Hasta en ese momento cayó en cuenta: tenía a Hyunjin acostado en su pecho.

Entonces estaba en la habitación del enigma, lugar donde sólo había entrado cuando follaban.

Recordó que Hyunjin lo obligó a dormir con él, se resistió.. Y nada más, todo lo demás fué negro.
Seguramente lo hizo enojar y le desmayó; algo muy normal en los últimos meses.

El rubio se aferraba al torso de Minho, con una pierna sobre la cadera de este. Minho, por su lado, recién se daba cuenta de que abrazaba la cabeza de Hyunjin contra su pecho, sintiendo su sedoso cabello entre sus dedos. Pero no se movió; no se apartó. No sabe si había sido su alfa o él, no lo sabe, pero usaría la excusa de que fué su lobo.

Movió un poco la cabeza hacía abajo, y hasta ese momento pudo detallar las facciones de Hwang. Nunca lo miraba a la cara, no le gustaba, se sentía bastante sumiso. Y cada que tenían sexo, Hyunjin se iba a hacer otras cosas, nunca habían despertado juntos.
Pero al estar así, pudo ver los rasgados ojos cerrados de Hyunjin. Sus esponjosos labios, ese lunar bajo del ojo, sus cejas pobladas, todo. Todo en él gritaba a ser tan varonil. Pero al verlo así, no podía creer que esa fuera la misma bestia que lo llegaba hasta a desmayar. Se veía.. Tan inocente.

No podría creer que ese fué el mismo que mató a quien sabe cuantas personas.

Suspiró, y no supo cuando su mirada se había perdido tanto que de repente sintió un cosquilleo en su cuello; Hyunjin había despertado.

Lo volvió a mirar. Parecía un cachorrito olfateando a su dueño con amor. Pero no juzguen a Minho, ¡esas eran ideas de su lobo, no de él!

⏤Hueles tan bien.. ⏤la voz ronca de Hyunjin le puso la piel de gallina⏤. Menta.. Me encanta.

Un suspiro rebelde se escapó de los labios de Minho. Cosa que no pasó desapercibida por Hwang, pero trató de ignorarlo, no quería follarse en ese momento al menor. Le había prometido llevarlo a comer y al cementerio, era un hombre de palabra. Puede que sea un idiota loco, pero nunca rompería sus promesas.

Así como se prometió tener a Minho sólo para él, lo cumplió. Ya era hora de cumplir un pequeño capricho del peli-morado. Y además, ver sus ojos brillar con tanta emoción le había hecho muy feliz, era la primera vez que lo veía así después de tanto, y quería volver a ver aquello.

⏤Hey.. Y-ya..

⏤Lo sé ⏤le interrumpió; sabía lo que diría⏤. No lo he olvidado bebé.

Minho asintió un poco más aliviado, y trató de zafarse del agarre de Hyunjin, pero este lo detuvo. Sostuvo mucho más fuerte su torso, de manera muy posesiva, hasta el punto de encajar un poco sus unas en la espalda cubierta del menor.

⏤Pero si piensas si quiera en alejarte de mi lado ⏤su tono era amenazante, asustaba a Minho⏤, te voy a amarrar de una silla, y te follaré la boca hasta que aprendas a no alejarte de mí. Munca podrías volver a salir de aquí, corazón, te tendré sólo para mí.

Minho tembló, y escuchó a su lobo aullar. No sabía su fué de felicidad por la posesividad de Hwang, o de miedo. Lo que sí sabía era que él sí le tenía miedo al mayor.

Hyunjin dejó un beso en la mejilla de Minho y se levantó para ir al baño, dejando al menor acostado en la cama.

⏤Está loco ⏤dijo en un suspiro.

Giró su cabeza, y se encontró con una gran sorpresa: la ventana estaba abierta. Dudó un momento, pero se levantó de la cama para dirigirse a esta, quedando parado frente a ella.
Apoyó sus manos en el marco, y miró al exterior. Sólo podía ver aquella barda que rodeaba la casa, y nada más. Dentro un patio con mucho pasto y árboles. El cielo se veía bonito, parecía que no llovería. Sí, había pensado en escapar en ese momento, pero no; no quería hacer sufrir a su lobo.

Además que estaba la barda de por medio.

⏤¿Intentando escapar otra vez?

Volteó rápidamente, encontrándose con Hyunjin, quien tenía el cabello mojado y estaba sin camisa. Mierda, que buena vista.

Negó levemente, y Hyunjin simplemente sonrió.

⏤Ya sabes lo que pasará si piensas irte, Honnie.

Y otro escalofrío recorrió su cuerpo.

Les mando un besito, muack

•𝘓𝘦𝘵 𝘔𝘦 𝘎𝘰! ᴴʸᵘⁿʰᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora