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Iba en camino al palacio para encontrarme con la princesa Lauren, sentía el nerviosismo palpitar en mi interior, no por tener una cita, no por ver a una señorita, sino porque esa cita era con una señorita que era una princesa, temía las consecuencias de aquello.

Los guardias me preguntaron mi nombre y al decírselos me hicieron pasar inmediatamente, un sirviente se acercó a mi y me indicó seguirlo hasta otro jardín diferente al del día anterior.

Ese jardín era mas pequeño y formaba un romboide de arbustos adornado en cada esquina con flores, en el centro había una sola mesa de metal y Lauren se encontraba ahí, al mirarme se puso de pie.

Llegué hasta ella y le dediqué una reverencia, ella río divertidamente.

—No es necesario que hagas eso —dijo.

—Me gusta hacerlo —me acerqué hasta su silla y le indiqué tomar asiento, una vez que lo hizo la acomodé en su sitio y fui hasta la otra silla.

—Gilbert es un placer verte, el día está espléndido, cuéntame como ha ido tu día.

—Igualmente un placer, el día de hoy he hecho las tareas diarias de la granja y después mis tareas escolares.

—¿Vas a la escuela? ¿Cómo es?

Charlamos por un largo rato, Lauren estaba interesada en cosas de la granja y de la escuela, decía estar todo el tiempo encerrada en el palacio y someterse a clases de etiqueta extensivas además de la educación que le daban.

—Princesa, ¿qué hace en este lugar? —preguntó una mujer de pronto sobresaltándonos.

—He invitado a un amigo —respondió Lauren—, es mi día libre y pensé que podía charlar con alguien.

—¿Sus padres aprobaron esto? —preguntó cruzándose de brazos.

—No tienen que saberlo todo, por favor, Rita, no digas nada —Lauren juntó sus manos a modo de suplica.

—No diré nada, pero mas vale que ese joven esté fuera de aquí lo antes posible, no puedes confiar en cualquier persona —la mujer se dió la vuelta y regresó por donde vino.

—Discúlpame, creí que aquí no nos encontrarían... Es mi tutora, no me deja en paz ni un segundo.

—No te disculpes —dije poniéndome de pie y tomé mi sombrero.

—Lamento que te tengas que ir. Pero hay algo que debo decirte.

—Escucho.

—Mi hermana y yo estuvimos hablando, eres un buen hombre, eres decente y sabes tratar a las chicas... Mi hermano es el príncipe heredero y pronto tendrá que buscar esposa, el problema es que no sabe como ser romántico, ¿podrías darle unas lecciones?

—Lauren eso suena demasiado, no quiero ofender al príncipe.

—No, no lo harías. Además es una buena excusa para seguirnos viendo ¿no crees?

—Yo quería hablarte sobre eso...

—Por favor Gilbert, necesito un amigo aquí y estoy seguro que mi hermano también lo necesita, a veces es insoportable pero lo quiero y me gustaría que elija correctamente a una esposa, a alguien que ame y no solo por su compromiso de ser rey. Alexandre significa mucho para nosotras...

Lo pensé unos instantes, estuve a punto de volver a negar cuando Eleonor llegó a toda prisa.

—¿Lo has convencido ya? —preguntó.

—En eso estoy, creo que iba a aceptar ¿o no Gilbert?

—Podríamos darte cualquier cosa que quieras, acepta por favor —suplicó la rubia.

Love story symphony | Gilbert Blythe x Kit ConnorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora