En la tarde de Noviembre, el auditorio de la escuela estaba lleno de graduados, vestidos con togas y birretes, ansiosos por recibir sus diplomas y comenzar el siguiente capítulo de sus vidas. Entre ellos, se encontraba Celestia, una joven inteligente y talentosa que había dejado una marca indeleble en la comunidad estudiantil.
Mientras se acercaba al escenario para recibir su diploma, no pudo evitar sentir una mezcla de emociones. Por un lado, estaba emocionada por cerrar este capítulo de su vida y avanzar hacia nuevas oportunidades. Pero al mismo tiempo, sentía un pizca de melancolía al despedirse de todo lo que había conocido durante sus años en la escuela.
Después de recibir su diploma y escuchar los aplausos de sus compañeros de clase y familiares, Celestia se dirigió al micrófono. Durante los últimos años, había sido parte activa del equipo de radio, compartiendo noticias, música y entrevistas con toda la escuela. Aunque es algo cero creíble, Celestia es una chica animada a la vida que jamás se rendirá y nada será capaz de destrozarla. Y ahora, era el momento de despedirse porque a pesar de los momentos tristes que llegó a vivir, no todo se trataba de esa tristeza.
–Quiero agradecer a todos los que han sido parte de esta increíble experiencia en el radio estudiantil– Comenzó Celestia, con la voz ligeramente temblorosa por la emoción. –Ha sido un honor compartir este espacio con ustedes y llevarles un poco de entretenimiento y noticias cada día. Me llevo conmigo recuerdos inolvidables y amistades que durarán toda la vida.
Sus palabras fueron recibidas con aplausos y algunos suspiros de tristeza por parte de sus compañeros de equipo. Después de despedirse del radio estudiantil, Celestia se reunió con sus dos mejores amigas, Sam y Clau, en un rincón tranquilo del patio de la escuela.
Sentadas en un banco bajo la sombra de un árbol, compartieron abrazos y risas, rememorando los momentos especiales que habían compartido juntas a lo largo de los años. Sin embargo, pronto la conversación tomó un tono más serio cuando hablaron sobre el futuro.
–Es difícil creer que nos vamos a separar– dijo Sam, con los ojos vidriosos. –Pero sé que siempre estaremos ahí la una para la otra.
Clau asintió, añadiendo: –Es verdad. Y Celestia, aunque te vayas a otra escuela y comiences desde cero, sabemos que brillarás tanto como lo has hecho aquí.
–No creen que están exagerando un poco? Ni que me fuera a ir del país. Pueden venir a mi casa – me río al verlas tan tristes.
Sam se seca sus lágrimas – En serio, Celestia, aunque solo nos vayamos a escuelas diferentes, sigue siendo triste – le da un leve golpe en el brazo a Celestia.
Clau suelta una carcajada entre lágrimas – Bueno, quizás estamos exagerando un poco, pero igual habrá algo de distancia en nuestra amistad.
Las tres amigas se abrazaron con fuerza, sabiendo que aunque sus caminos se separarían un poco, su amistad seguiría siendo tan fuerte como siempre. Con el corazón lleno de gratitud por los años compartidos, Celestia se despidió de su escuela, lista para enfrentar los desafíos y las oportunidades que el futuro le deparaba en su nueva escuela.
ESTÁS LEYENDO
Anhelo Perdido
Teen FictionEn "Anhelo Perdido", nos sumergimos en el mundo interior de Celestia, una joven cuya bondad y ternura contrastan con las sombras que oscurecen su alma. A lo largo de su vida, Celestia ha anhelado el amor verdadero, pero sus esperanzas se desvanecen...