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Yoongi vio como Jimin salía de su curso, aún dudoso decidió acercarse para saludarlo implorando no toparse con Jungkook.

Grave error ya que en el momento que Jimin le respondiera con una cálida sonrisa este apareciera con una cara de mal genio.

Yoongi estaba al tanto de lo que ambos tenían, había que ser demasiado estúpido para no darse cuenta, por eso se había animado a tratar de sacarle información a Jungkook en esa fiesta aunque realmente no esperaba una negativa de su parte.

—Hola Jungkook.—Dijo Yoongi.

—¿Que quieres?.

Jungkook con el rostro serio, se paró a un lado de Jimin rodeándolo con su brazo sobre su hombro, Jimin al sentirlo cerca sus mejillas se colorearon de un tenue rosado cosa que no pasó desapercibida por Yoongi así que sonrió de lado algo molesto.

—Nada realmente, nos vemos después.

Se fue dejando a la pareja sola, no sin antes devolverle la sonrisa a Jimin.

—¿Es enserio, así te comportas con todos?.—murmuró en un tono enojado Jungkook.

Jimin abrió sus ojos sorprendido por lo que acababa de escuchar, se apartó y lo miró con el ceño fruncido.

—¿Pero que?, que insinúas...

Jungkook no le respondió. Suspiro agotado sin poder creerlo y se marchó dejándolo ahí, no quería pelear ese día y más por una estupidez.

El Perdedor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora