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Hoy era uno de esos días donde Jimin se sentía mejor, había intentado hablar con Taehyung pero cada que le proponía algo o se le acercaba lo evitaba, intentó pensar en alguna razón pero nada parecía llegar.

Tomo sus cosas para irse y salió por la puerta principal del edificio visualizando a lo lejos a Jungkook, había recibido un mensaje donde le decía que iría por el al trabajo.

—No pensé que realmente vinieras.

Jungkook le sonrió y le ayudó a colocarse bien la bufanda que traía puesta, al parecer el viento de esa noche era más frío de lo habitual.

—Bueno, hoy salí antes así que quise venir a verte.

Jimin lo abrazó y se quedó un momento en esa posición inhalando su aroma, le encantaba.

—Vamos, hoy te invitaré a cenar, hace tiempo que no salimos.

Jimin se detuvo un momento al oír aquella propuesta.

—¿Esta todo bien?

—¿No debería?.

Jungkook no era de hacer esa clase de cosas, bueno ya no las hacía con frecuencia ya que en el pasado fue muy distinto.

—Bien...

Jungkook esa noche lo llevo a un hermoso restaurante y Jimin lo disfruto tanto, sin saber que esa sería una de las pocas veces que realmente lo haría.

El Perdedor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora