deseos de cosas imposibles [gialian]

dos

Los siguientes días, semanas, nuestra relación no pareció cambiar en los parámetros en que la habíamos estado llevado. Decir que estaba bien con esto sería una mentira, pero prefería mantener este recuerdo para mí a perder su amistad.

Durante este tiempo mantuve en secreto mi autodescubrimiento, nadie lo sabía, mucho menos mis padres o amigos. Bueno, técnicamente Agustín lo sabía, pero era complicado definir qué tanto podía o no confiar en él sobre esto. Capaz que él estaba en el mismo bucle de preguntas y dudas sobre su persona. Quizás no quería hablarlo. 

El verano pasó y el nuevo ciclo lectivo comenzó, yo también lo hice intentando dejar de lado mis sentimientos por Agustín para mirar un poco a mi alrededor, a los demás peces en el océano. Él no sentía lo mismo que yo y yo debía olvidarme un poco de la tensión que me provocaba.

Para mi fortuna, o no, porque de acá vino un lío que hizo mis días en el secundario un poco… difíciles, conocí a Fran. Era de otra especialidad, pero del curso de Juani, promo. Ambos nos conocimos en el instituto de inglés y de ahí nos dimos con que también íbamos al mismo colegio, con él empezamos a charlar todos los días, conociéndonos y me empezó a gustar. Sin darme cuenta esperaba con ansias sus mensajes, verlo después de hora o iba de pasada a su curso para verlo por lo menos un ratito.

 Luego nuestras conversaciones iban con ciertos palitos, con frases con significados implícitos, como que dábamos a entender que algo pasaba y estábamos en la misma página, pero sin decirlo concretamente.

Todo era brillos y colores hasta que un día, mientras chateabamos en medio de la clase, a Fran le descubrieron usando el celular, el profesor se lo quitó y leyó nuestros mensajes enfrente de sus compañeros, exponiéndome a mi y a él. Juani apenas tocó el timbre del recreo que me fue a ver y a contarme lo que ocurrió, preguntándome si era cierto que pasaba algo con su compañero. Yo, sin saber cómo inventarme algo, terminé confirmándole lo que escuchó, diciendo por primera vez en voz alta que me gustaban los chicos. Su reacción fue darme un zape y retarme que le debí haber contado antes. 

━━¿Quién más sabe? ━━preguntó Juani tras un silencio.

━━Tu curso ━━Bromee, él me dio un ligero empujón. ━━Y Agustín.

━━¿Agus? ━━me miró sorprendido. ━━¿Qué? ¿Los atrapó chapando o algo?

━━No, no, es un tema algo… complicado ━━Murmuré avergonzado. ━━Pasó otra cosa.

Y de este modo Juani se enteró de todo lo que ocurrió con Agustín y cómo llegamos a este punto con Fran, convirtiéndose en mi confidente a partir de este momento.

Las siguientes semanas el chisme se corrió por el colegio y de algún modo u otro algunos chicos de los cursos hacían mención a mi sexualidad, rompiendo las pelotas y los más estúpidos burlándose, o dándome apodos pelotudos. Sin embargo, la relación con Fran se fortaleció y fue con quien pude sobrellevar esos momentos incómodos, en ningún momento me dejó solo. 

Agustín y Juani también estuvieron para mí, seguían yendo a verme y me charlaban en los recreos. Este último a veces me jodía con el ojiclaro, lo que llevó a que los demás chicos del grupo se terminaran enterando tras una de estas jodas. No es que no les haya querido contar, pero no es como que todo el tiempo haya estado buscando un momento para traer el tema a colación. Como sea, a pesar del bodrio que era el colegio, saber que podía volver a mis amigos para distraerme me aliviaba el corazón.

Tiempo más tarde me enteré gracias a una charla entre su madre y la mía que Agus se agarró a las piñas con alguien, cuando le pregunté a Juani él me contó que fue después de educación física con uno de los tarados de sus compañeros que bardearon tras un picadito de fútbol. Él que entraba al siguiente turno fue testigo de esto y fue quien detuvo a Agustín para que no pase a más.