𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑰𝑰

567 21 1
                                    

⚠️ CONTENIDO EXPLÍCITO ⚠️

Comenzó a besarla lentamente en el cuello, hasta que poco a poco fue bajando cada vez más. Bajo lenta y suavemente su mano hasta donde están sus pechos y comenzó a tocar los grandes senos de Hinata mientras la besaba.

—¡Ahh! —la ojiperla dejó escapar un gemido.

La intensidad de los besos comenzó a subir, y poco a poco se iban quedando sin aire. Una vez que Naruto se encontraba encima de Hinata, comenzó a desabrocharle es cinto con el que sujetaba la bata.

Hinata, avergonzada de mostrar su cuerpo ante Naruto, solamente volteó su cabeza con la mirada baja. Naruto notó esto y comenzó a acariciarle las piernas.

—Eres hermosa. —dijo el rubio mientras se agachaba para besarla. —No tengas vergüenza conmigo, sabes que puedes confiar en mí.

La ojiperla asintió con una cálida sonrisa y finalmente tomó el valor para comenzar a alzar la camiseta de Naruto. El rubio, entendiendo lo que deseaba, le ayudó a quitarle la camisa, quedándose solo con uno de sus bóxer.

Comenzó a besarla del cuello mientras con su mano derecha tocaba uno de los senos de Hinata. Estrujó uno de sus pezones, esto hizo que ella soltara un gemido, lo suficientemente fuerte para excitar aún más a Naruto, quien lentamente comenzaba a bajar sus bragas para poder acariciar la entrada de Hinata.

Bajo los besos hasta donde se encontraban sus pechos y comenzó a lamerle lentamente cada uno de sus senos mientras saboreaba el sabor de sus pezones.

—¡Ahh, Naruto-kun! —dijo la ojiperla en un hilo de voz.

Le encantaba la forma en la que ella decía su nombre. Por otro lado, una de las debilidades de Hinata eran sus pechos, a ella le excitaba la forma en que Naruto los acariciaba.

El rubio tomó el valor e introdujo uno de sus dedos dentro de ella.

—¡Ohh!

—Lo siento, ¿te lastime? —preguntó el rubio.

—N-no, estoy bien, m-me gusta.

Introdujo un dedo más, y al ver la expresión de placer en la cara de su esposa, decidió comenzar a jugar con sus dedos en el interior.

Hinata gemía cada vez más, realmente le estaba gustando. A Naruto le gustaba conocer esta nueva faceta de ella.

Siguió haciendo movimientos con sus dedos, hasta que los ojos de su esposa le imploraban que la volvieran suya.

Saco sus dedos de su interior, no aguantó más y finalmente se quitó la última prenda que le quedaba. Estaba erecto, sentía como todo el cuerpo le palpitaba.

Hinata, al ver el miembro de Naruto junto son sus hermosos pectorales, se excitó aún más, sentía como casi se mojaba al verlo.

Comenzó a acariciar su entrada con su miembro mientras miraba el rostro de su amada bajo la luz de la luna. Ella parecía estar disfrutándolo tanto como él.

—Dime si te duele, ¿si? —dijo Naruto mientras gritaba su parte íntima con la de ella, a punto de entrar en su interior.

—U-umm. —ella solo pudo asentir mientras miraba el rostro de su esposo, quien se encontraba encima de ella.

Introdujo lentamente su miembro dentro de ella, mientras esta gemía, al principio de dolor y luego de placer.

—¿Te estoy lastimando?

—N-no, está todo bien.

Comenzó lentamente a moverse dentro de ella, haciéndole embestidas. Sentía las paredes del interior de Hinata tan tibias y tan calientes. Entraba y salía de ella tan fácilmente por lo mojada que ella estaba y lo excitados que estaban ambos.

Ella comenzó a gemir de placer, realmente le estaba gustando. Tomó valor y comenzó a tocar los pectorales de Naruto, mientras este se agachaba para besarla, pasó sus manos en la espalda de Naruto para acercarla más a ella.

Comenzó a tocar y a arañar la espalda de su amado, como una forma de descargar su placer.

Este solo gemía mientras aún tenía su miembro dentro de ella, hasta que ambos llegaron a su punto.

—Ahh, Naruto-kun, lo haces tan bien. —dijo Hinata mientras gemía con placer.

—Hinata, te amo. —dijo Naruto mientras la agarraba de la cintura.

—Yo también te amo Naruto-kun.

Había llegado a su punto, y ella lo sabía.

—Hinata...no resistiré más. —exclamó el rubio mientras se aguantaba las ganas.

—Lléname de ti. —dijo la ojiperla en un hilo de voz.

Como si esa fuera la señal, expulsó todo de él dentro de su interior de ella.

—Ahh —gimió ella, quien también ya había llegado a su punto.

Saco su miembro de su interior y con sus manos comenzó a frotarle su entrada, sentía como está solo palpitaba de excitación.

Subió hasta su rostro para poder besarla, con placer y con mucho amor, un beso húmedo, compartiendo salivas y entrelazando sus lenguas

Se separaba cuando se quedaban sin aire y después volvían a besarse, así estaban hasta repetir la secuencia.

Después de un rato de besos, caricias y frotamientos, la pareja decidió descansar.

Dejándose llevar, se acostó en el pecho de su amado mientras era cubierta con la sábana.

Sin darse cuenta, ambos se quedaron dormidos profundamente.

Honeymoon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora