¿ACASO ES POLIAMOR? EL PRECIO DE LA PASION.

CAPITULO 2

LA CAZERIA COMIENZA.

Liliana abrió los ojos, y miró alrededor de su habitación. Las cortinas estaban recogidas con un lazo rojo, y el poco de luz que entraba proyectaba sombras por toda la habitación. La luz del atardecer atravesaba por las rendijas entre las cortinas, y se proyectaba en el rostro de Liliana. El cuerpo de Liliana estaba relajado, y ella podía sentir el suave tacto de La almohada bajo su cabeza. Pero no se sentía bien. Tenía un nudo en el estómago, y su mente estaba nublada. Algo andaba mal, y ella no podía identificar qué era. Se sentía inquieta, y no se sentía capaz de descansar. Intentó cerrar los ojos y volver a dormirse, pero era como si la inquietud la mordiera por dentro."

Así que Liliana decidió levantarse de la cama, y comenzó a caminar por su habitación, esperando que ese sentimiento de inquietud se le pasara. Cuando pasó por su escritorio, vio la foto de un parque donde solía jugar con sus amigos de niños. La recuerdo la hizo sentir extraña, como si hubiera perdido algo. No sabía qué era lo que se había perdido, pero sabía que le hacía falta algo. Era como un vacío en su interior, algo que la hacía sentir desconectada y lejos de su propia vida. Algo en su interior gritaba que algo estaba mal, pero Liliana no sabía qué. Desde que se despertó ese día, la sensación era la misma, una inquietud que la atormentaba y la hacía sentir extraña."

El silencio de la habitación se le hizo insoportable, así que decidió salir de la habitación y caminar por el pasillo. El aire frío de la noche le hizo temblar un poco, pero se sintió algo mejor al salir de la habitación, donde todo parecía como un recuerdo lejano, un recordatorio de cuando todo era bien.

Liliana empezó a caminar por el pasillo, y pasó por la cocina. La habitación estaba vacía, pero ella se paró frente al espejo, y se miró el reflejo. La cara se le veía triste y sombría, como si todo el peso de la inquietud la hubiera afectado físicamente. Sus ojos estaban fatigados, y su piel estaba pálida. Liliana se sintió extraña, como si un extraño reflejo de sí misma.

Era como si una sombra la hubiera invadido y hubiera reemplazado su personalidad. No se sentía como Liliana, y eso la asustaba. Trató de recuperar su sentido de identidad, pero el esfuerzo sólo parecía hacerla más inquieta y extraña.

Mientras Liliana se preparaba para salir, de repente, su celular empezó a sonar. Recibió una notificación de una aplicación de noticias. Estaba extrañada, pues no había hecho ninguna búsqueda reciente. Pero al entrar a la aplicación, vio los nombres de los hombres, y los titulares relacionados con ellos. Se quedó boquiabierta al ver lo que aparece, Las noticias mostraban información sobre los hombres. Se trataba de hermanos, hijos de un empresario famoso y poderoso. Tenían poder y dinero, pero además, se leía algo inquietante sobre ellos. Habían tenido problemas con la ley en el pasado, y todas las acusaciones tenían un patrón inquietante. Liliana se preguntó si sería solo una coincidencia, o si la información decía que habían sido acusados de acoso y amenazas en varias ocasiones, pero todas las acusaciones habían terminado en nada. Por alguna razón, las personas que los habían acusado habían terminado desapareciendo. A Liliana le dio escalofríos. Lo que leía era inquietante, y no sabía qué pensar. No sabía si todo esto era real.

O si era una trama conspiratoria en la que Liliana se estaba metiendo demasiado profundo. Pero, al mismo tiempo, no podía dejar de preguntarse sobre la casualidad de haberlos visto. La noticia decía que los hermanos Willow frecuentaban lugares como el bar donde Liliana estaba la noche anterior. Eso no podía ser una casualidad. Pero, ¿por qué se le aparecieron a ella? Ese era el verdadero Misterio. Y, si no era una casualidad, eso significaba que la habían estado observando. Liliana se estremeció al pensarlo. Algo no andaba bien. Empezó a sentirse como si alguien la estuviera vigilando, y ella no sabía qué hacer. Todo era muy extraño, y empezaba a sentir miedo. Luego se preguntó si todo esto era sólo su imaginación, o si realmente había algo en marcha.

Trató de calmarse y analizar las posibilidades. Podía ser todo una coincidencia. O, quizás, había visto algo que no debería haber visto. O, quizás, alguien la estaba engañando. Pensó en sus amigos, y se preguntó si alguno de ellos podría estar metido en algo raro. Pero eso no tenía sentido. Sus amigos eran buena gente. Luego se preguntó si, tal vez, alguien se había hecho pasar por un amigo, y en realidad no lo era. Pero eso parecía ridículo. ¿Cómo alguien podría haber logrado eso sin que Liliana se diera cuenta? No, eso no tenía sentido. Liliana se sentía cada vez más angustiada.

No sabía qué pensar, y las dudas seguían creciendo en su cabeza. Y, entonces, de repente, recordó algo. La noche anterior, mientras estaba en el bar, vio a alguien con una bandana roja en la mano. Una bandana que tenía un dibujo en forma de tiburón. Liliana se dio cuenta de que había visto la misma bandana, en la foto de perfil de uno de sus amigos, en su celular.

¿Pero podía ser solo una coincidencia? Liliana empezó a revisar la lista de amigos en su celular. Estaba casi segura de que uno de ellos era quien estaba implicado en todo esto. Se acordó de que hacía unas semanas, había tenido una conversación con uno de sus amigos sobre cómo se podría ganar dinero con estafas. Pero, en ese momento, no había pensado que eso fuera En serio.

Liliana sabía que algunos de sus amigos habían tenido problemas con la ley en el pasado, pero ella siempre los había considerado buena gente. El problema era que no sabía cuál de ellos era el que estaba implicado. De repente, se acordó de una conversación que había tenido con uno de sus amigos hacía poco. El amigo le había hablado sobre un nuevo juego de estafa,que había oído en la calle. El juego tenía que ver con las redes sociales, y envolvía hacer pasar una transferencia electrónica como una estafa. Aunque Liliana no se acordaba con detalle cómo se hacía la estafa, sabía que podía ser peligroso. Y, si alguno de sus amigos estaba involucrado, podría estar en problemas. ¿Qué debería hacer Liliana?.

POR OTRO LADO.

NARRA LA ESCRITORA,

Liliana se encontraba en una encrucijada, atrapada entre dos mundos: la inquietante trama de los hermanos Willow y la sombra de la posible traición entre sus amigos. El miedo la envolvía como una niebla densa, y su mente trabajaba a toda velocidad para descifrar el rompecabezas.

La bandana roja con el dibujo de un tiburón seguía siendo el enigma central. ¿Por qué su amigo tenía una igual? ¿Era una señal, una advertencia o simplemente una coincidencia? Liliana sabía que no podía quedarse de brazos cruzados. Debía actuar.

Decidió empezar por su amigo. Le envió un mensaje urgente, pidiéndole que se encontraran en persona. El lugar elegido fue un pequeño café, alejado de miradas indiscretas. Liliana llegó temprano, nerviosa, y se sentó en una esquina, observando la puerta con ansiedad.

Cuando su amigo entró, Liliana notó que estaba inquieto. Se sentó frente a ella, evitando su mirada. "¿Qué pasa, Liliana?" preguntó, su voz tensa.

Ella no perdió tiempo. "¿Qué sabes sobre los hermanos Willow? ¿Por qué tenías una bandana igual a la de ellos?"

El amigo palideció. "Liliana, no deberías estar metida en esto. Los hermanos Willow son peligrosos. Son mafiosos, y su padre controla todo en la ciudad. Yo... Yo solo quería protegerte."

Liliana sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. "¿Protegerme? ¿De qué?"

"De ellos", susurró el amigo. "Me pidieron que te vigilara, que te mantuviera cerca. Pero no sabía que te involucrarías tanto. Liliana, debes alejarte de ellos. No sabes lo que son capaces de hacer."

Las palabras resonaron en su cabeza. Los hermanos Willow, la mafia, la traición. Liliana se levantó, decidida. "No puedo alejarme. Necesito respuestas. ¿Por qué me eligieron? ¿Qué quieren de mí?"

El amigo la miró con tristeza. "No puedo decirte más. Pero ten cuidado, Liliana. No puedes confiar en nadie."

Liliana salió del café, su mente en llamas. Los hermanos Willow la esperaban, y su corazón latía con fuerza. ¿Qué camino tomaría? ¿La pasión ardiente de dos mafiosos o la verdad oculta entre sus amigos? La cacería había comenzado, y Liliana estaba en el centro del huracán.

Continuará...