Cuatro

1 0 0
                                    

Ubicación del espacio-tiempo: Butterdam a las 14:16. Es una tarde calurosa y juzgando el rostro no sólo de nuestros personajes si no de los paseantes y conductores a la vista, es en general, un día pesado y ajetreado.

—Aburrido. Cambien de narradora —susurra Charles agachando la cabeza, como si eso fuera a evitar que los demás en el auto lo escuchasen.

—¿Qué dices? —pregunta la mujer sentada a su lado.

Genio.

—Uh, no, yo eh... —balbucea sin saber qué hacer. Hay momentos satisfactorios en la vida de un narrador, como este, el de la justicia divina.

Charles deja de intentar formular alguna frase coherente y simplemente esboza una sonrisa nerviosa, como esperando a que ella lo deje pasar.

—Soy Victoria —dice ella presentándose amablemente, en efecto, dejando pasar el momento raro de Charles.

Victoria luce como una mujer amable, carismática. Es hermosa físicamente, si pudiese tener una forma física, ¡quiero lucir como ella! Porta un cabello crespo abundante y cuidadosamente arreglado aunque, evidentemente, no luce tan ordenado después de un secuestro.

Charles continúa el apretón de manos y asiente con la cabeza una y otra vez, ¡válgame Dios! Dile tu nombre.

—Charles.

—Tienes que disculparnos Charles, Mack es un idiota —dice el chico del cabello verde conduciendo el auto, haciendo énfasis en la palabra para hacer notar su enojo.

Mack, sentado en la parte de atrás al otro lado de Victoria, bufa y pone los ojos en blanco.

—Ninguno de los dos ha comentado sobre la perfección del secuestro esta vez, quiero decir, ninguno de los dos lo vio venir, ¿qué me dicen de eso? —dice orgulloso con una sonrisa ladeada.

—¡Eres un idiota! —dicen Victoria y el peli verde al unísono, evidentemente exasperados y furiosos.

—Entonces...¿no fue un secuestro real? —pregunta Charles con la voz temblorosa.

—No, el tema es que Mack... —comienza a decir Victoria mirando a Mack con ojos asesinos — ugh, no puedo. Artie, explícale.

—Mack es un enfermo y está obsesionado con...

—¡No lo estoy! Simplemente tengo curiosidad de ver qué tan realistas son las películas, ¿vale?

—¡Nadie en su sano juicio secuestra a sus amigos una y otra vez para imitar a Jigsaw! —grita Artie, el peli verde, dándole un mantón al volante.

Este chico Mack tiene claramente, un desorden mental, ¿no es así?

—Ya lo creo —me responde Charles. ¡Deja de responderme en frente de las personas!

Afortunadamente el comentario encajó como una respuesta a lo que dijo Artie, así que nadie se percató. Es entonces cuando en la radio comienzan a anunciar la desaparición de una niña de quince años hace 3 días.

—...La última vez que Nadia fue vista ella estaba de camino a su entrenamiento de baloncesto. No se sabe exactamente en qué momento del trayecto ocurrió el supuesto secuestro o causa de su desaparición. La familia en estos momentos se encuentra desesperada y están solicitando todo el apoyo de los ciudadanos de Butterdam, si alguien la reconoce. Las autoridades están iniciando la búsqueda exhaustiva y...

Es el asesino de Butterdam —suelta Victoria —. Estoy segura.

—No lo sé, es... —empieza a decir Artie pero es interrumpido por un peatón atravesándose de la manera más imprudente posible en la carretera, por lo que el frenón que se ve obligado a dar es tan brusco que la cabeza de los tres sujetos atrás se estampa con los asientos delanteros.

Ninguno se ha percatado aún que alrededor del auto, reina el caos. Todos los ciudadanos se encuentran corriendo de un lado al otro entre gritos y empujones, hay humo en todas las calles, incendios, autos volcados, tiendas y edificios destruidos

—¿Qué está ocurriendo? —pregunta Charles mirando por la ventana del auto.

Entonces el cielo se pone naranja.

—¡Miren! —grita Mack señalando hacia arriba.

El ambiente comienza a tener un olor fétido y se comienza a sentir un calor abrasador que crece y crece.

—¿Qué rayos dices? —pregunta Charles mirando hacia arriba, dirigiéndose a mí y dos segundos más tarde, comienza a sentir lo que acabo de describir.

—¿Pero qué...—se queja Artie sintiendo la temperatura arrasar con su piel. Abre la puerta del auto sin pensarlo demasiado y se saca la camisa tan rápido como puede.

Todos salen del auto y miran el caos reinante, atónitos. Y así, de la nada, el cielo cambia de color y ahora es... verde.

—Uh, chicos... —dice Victoria con voz temblorosa y señala hacia arriba.

—¿El cielo es verde? —pregunta Charles sin levantar la mirada.

—El cielo es verde —afirman Artie, Victoria y Mack al unísono. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Asesino De ButterdamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora