El Asesino De Butterdam

Tres

Bueno, es una lástima no ser narradora omnipresente como creía ser; de esa manera podría narrar lo que pasa por la cabeza del personaje aun en la inconsciencia, ya saben, para crear un inicio dramático y todo eso. No sé si alguien esté leyendo estas narraciones... espero que no, porque lo convencional se fue al traste desde el primer capítulo.

Charles está en un cuarto oscuro y lleno de ratas junto a otras dos personas. Los tres están atados a una silla, de manos a pies. Aún siguen inconscientes.

Ha llegado un momento de silencio incómodo. ¡Poder narrar tan solo hechos es frustrante! ¿Qué se supone que deba narrar si todos están inconscientes? ¿Una mosca va pasando lentamente sobre la nariz de Charles?

¡Esperen, esperen! ¡Uno de ellos empezó a abrir los ojos!

—Dios, no otra vez —dice un joven peli verde con exasperación. Su voz es ronca, tal vez por su estado de ''recién levantado''.

Ni siquiera intenta liberar sus ataduras, no se esmera por gritar ''¡¿En dónde estoy?!'' o cosas por el estilo... No hay emoción, ni drama, ni acción... ¿Qué clase de broma es esta historia? Vamos, yo creí que habrían cabezas volando por aquí y por allá, explosiones, disparos... ¡por eso acepté el trabajo!

—Como Juego Mental —susurra Charles medio consciente.

¿Juego Mental? ¿Qué es eso? No suena atractivo.

—Un libro. Hay mucho de eso que dices.

Bueno, me pasaré por allí... espera, creí que estabas inconsciente.

—La inconsciencia decidió abandonarme porque no te toleró —contesta creyéndose un listillo.

Supongo que lo mismo ocurrió con su cerebro.

—¡Ay! —se queja una mujer que acaba de despertar —Mi cabeza... ¿Qué? ¿Otra vez aquí?

—Creo que se está pasando —murmura el joven de cabello verde mientras parpadea rápidamente, en un intento de proteger sus ojos de la luz del bombillo colgante de la habitación.

Esto es confuso, ¿por qué ninguno grita con desesperación?

—¡Ayuda! ¡Sáquenme de aquí! Soy muy joven para morir —solloza Charles con angustia mientras los otros dos presentes le miran con calma, como viendo a un bebé en su berrinche.

—Alguien debería calmarlo —dice la mujer, mirándolo extraño.

—Ya se le pasará —dice el del cabello verde sin darle mucha importancia —¡Hey, Mack! ¡Sácame de aquí ahora!

En ese instante sale de las tinieblas un hombre de negro detrás de una máscara blanca con espirales rojos en los pómulos. Charles guarda silencio y contempla esos ojos rojos y esa sonrisa malévola.



Entonces...

—¿No eres como una copia barata de Jigsaw? —pregunta Charles con sus manos atadas.

—¡Soy fan de la saga! ¡No me culpen! —grita el tipo de la máscara.

—Ya desátanos, Mack, esto es ridículo —dice con cansancio el joven de cabello verde, también atado a una silla.

—Pero yo quiero ser...

—¿Han oído hablar del misterioso asesino en serie que atemoriza la ciudad? —pregunta la chica atada a una tubería.

—Sí, llevo una semana de paranoia —responde el chico del pelo verde.

—Chicos, deberían fingir terror porque... —empieza Mack detrás de su máscara de imitación de Jigsaw

—¿Un asesino? —pregunta Charles con temor.

—Así es. Le llaman... El asesino de Butterdam —contesta la chica con voz dramática.

—Que empiece el juego —dice Mack para luego soltar una risa diabólica.

—¡Cierra el pico, Mack! —dicen el peli verde y la chica al unísono.

Mack agacha los hombros y arrastra las piernas hasta llegar al chico de cabello verde.

—Paquete de anticuados —espeta Mack detrás de su máscara mientras desata al peli verde —. El único que me apoyó fue el enclenque de allí -dice señalando a Charles.

—¡No soy un enclenque! —se defiende con seguridad.