Capitulo 47: Esa Ropa Te Queda Muy Bien

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Seis y cuarto de la mañana, en un departamento en sepa la concha de tu madre.

Suspiro. El chico se mueve bruscamente en el sillón, buscando alguna forma de sentirse cómodo.

Sus pies cuelgan en el aire; el mueble está muy pequeño para el. Su espalda duele, no es para nada cómodo estar ahí acostado.

Gruñe, y se esconde entre las cobijas. Se revuelca en ella, y golpea el sillón. Incluso dormir en dos sillas es mas cómodo que estar ahí.

Seis y treinta y cuatro de la mañana, en el mismo departamento en la concha de tu madre.

El chico se ha hartado de intentar dormir. Suspira una ultima vez antes de remover las sabanas que cubren su cuerpo. Se sienta en el sillón. Cierra sus manos y con sus puños, frota sus ojos.

Su pelo esta hecho un desastre, sus pelos estan levantados, como ya saben que de cualquier hombre cuando pasa a exponer. Golpea sus mofletes, y se levanta del mueble. 

Tiene unas ojeras que te cagas debajo de sus ojos, demostrando que no durmió nada. Camina lentamente hacia el baño. Al llegar, dirige su mano a la perilla de la puerta, y gira.

La puerta se abre lentamente, y el chico da un paso adentro. Se tambalea hasta el lavabo del bañó, y abre la llave de este. En sus manos, junta un poco de agua.

Con la cual, remoja su cara. Talla su ojos con sus manos mojadas. Bosteza. Sus ojos arden, y están un poco rojos. Vuelve a bostezar, y comienza a desvestirse.

Decide tomar un baño, para calmar un poco el sueño. Un baño con agua fría le ayudará a despertarse un poco. Prende la regadera, y el agua se deja caer.

Rebota en el piso, y en el cuerpo del chico, el cuál, se moja al instante. Talla suavemente su cabello, al igual que su cuerpo.

Seis y cuarenta y cuatro de la mañana, en el mismo lugar.

El chico ya salió de bañarse hace un rato. Al parecer, aquella chica no se ha levantado, ya que, no hay ningún ruido proveniente de la habitación.

No sé escucha ni el más mínimo ruido. Incluso parce que esta vacio. Suspira. No es para nada tarde, así que supone que es normal que siga durmiendo.

Frunce el ceño. Le da un poco de envidia que ella esté durmiendo, pero que le va a hacer. El fue el que decidió que pasará la noche en su cuarto.

Se encoge de hombres y suelta un último suspiro.

Siete y punto de la mañana, en ese mismo departamento.

El chico esconde sus labios en la taza de café que tiene entre manos. Está esperando pacientemente que aquella chica despierte para hacer el desayuno.

Ahora que tiene una "Visita" prefiere no comer solo. Tal vez debería ir a despertarla, pero tomando en cuenta en qué condiciones la encontró esa vez, prefiere dejarla descansar un poco más.

Tal vez está cansada mentalmente por cualquier cosa que haya sufrido, además, se quedó despierta hasta tarde. Decide tomar otra taza de café mientras espera.

Siete y media de la mañana, claramente en el mismo departamento.

La puerta de la habitación donde dormia la chica se abre lentamente. El joven dirige su mirada hacia esta, y observa como la peliverde sale de la habitación.

Frotando con delicadeza sus ojos, Cecilia sale de la habitación. Su mirada se clava en el chico, pero está vez no se ve que está alerta.

T/N: "Buenos días". La saluda "¿Dormiste bien?". Le pregunta el chico, con una sonrisa en su cara.

T/n x HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora