Mi vida debería ser tranquila, tengo a mis padres conmigo, cumplo con mi labor de sacerdotisa. Mis días en la Era Senguko eran pacíficas sin dejar de ser desesperantes.
Sin embargo, todo cambió a penas lo conocí a él...
- Soy el daiyoukai que se con...
Volteo a ver quien la llamaba, pero no le dio ni tiempo de reaccionar cuando Towa se tiro sobre ella así cayendo las dos al suelo. La shihanyo soltó un quejido de dolor, sobandose por el repentino golpe.
— Towa, te dije que tuvieras cuidado. —le regaño la joven exterminadora.— ¿Estás bien, Moroha? —quiso saber, le extendió su mano y la contraria la tomó para levantarse.
— Si, estoy bien. —confirmo sacudiendo el polvo de su ropa.— Aún es imposible para mí predecir tus cambios de velocidad... —miró a la albina.— Corres muy rápido.
— Lo siento, no fue mi intención tirarte.
— Bueno, ya no importa, a todo esto —miró a la castaña.— ¿Qué las trae por aquí?
— Eh... Towa tenía algo que decirte. —menciono y la chica de orbes color vino asintió.
— ¿Y qué es ese algo que me tienes que decir?
La albina quedó en silencio y luego dirigió su vista a Setsuna, esta parecía enojada, así que solo suspiro para luego hablar: — Riku le pidió a Towa estar juntos en una relación...
El silencio que surgió tras esas palabras era muy pesado, era incómodo, prefirió romperlo
— No me digas... —llevo ambas manos a su cintura.— Entraste en pánico, no le respondiste, y como no sabes que hacer quieres nuestra ayuda.
— Si no es mucha molestia... jeje... —rió nerviosa y rasco su nuca.— ¿Me ayudarás?
— Claro que si. —se acerco a su prima y le miró, había una clara diferencia de tamaño, no era mucha pero si lo suficiente para mirarle hacia arriba.— Pero necesito un pago por ello.
— Tú nunca cambiaras, Moroha. —protesto la albina.
— Nada en esta vida es gratis, querida. —sonrió palmeando el hombro contrario, la otra solo le miró mal.— Agh, esta bien, me conformo con dulces.
— De acuerdo, le pediré a Jaken el favor que vaya uno de estos días a comprarlos.
Así las tres chicas salieron de la aldea hacia el Árbol Sagrado, Towa le fue contando a Moroha lo que sucedía con Riku, mientras Setsuna permanecía callada.
No mentiría si dijera que aveces el pirata le irritaba, pero ¿Qué podía hacer? Ella no tenia la culpa, después de todo... es hija de Sesshomaru.
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