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Desde esa noche siempre dormían juntos, cada vez se volvían más cercanos, las noches nunca volvieron a ser frías, siempre estaba ahí el dándole calor mediante un abrazo. Sus brazos cubrían al peliblanco por completo bajo el cómodo cubrecamas y le compartía su calor corporal, Neuvillette amaba la sensación de estar protegido bajo el calor corporal de Wriothesley.

¡Que irónico! mientras el disfrutaba del cariño su amiga más cercana sufría por el, por su desaparición sin saber si estaba vivo o muerto.

Lamentablemente la gente empezó a darlo por muerto, las noticias mostraban que la investigación no daba resultados y la mayoría de la gente terminó por asumir su muerte.

Mientras el caos nacía el simplemente gozaba de una vida llena de lujos, lujos que el dinero no podía darle. El primero era despertar con alguien que se preocupa por ti a tu lado, el segundo era tener a alguien que te dé de comer, te cuide y te cure las heridas, el tercero era poder compartir un baño relajante con alguien y el último y más importante... De a poco sentirse realmente enamorado.

Lo único malo era no saber si Wriothesley sentía lo mismo por el, no quería ilusionarse ni hacerse ideas tontas, era obvio que no vivirían juntos. Aún así quería creer que estaba viviendo un sueño en el cual era feliz por siempre y que nunca despertaría.
Un día mientras Neuvillette pensaba en como descubrir si el otro sentía algo por el fué sorprendido con un regalo extraño, Wriothesley se arrodilló ante el y le puso un anillo en el dedo, un brillante anillo de cristales, no le estaba pidiendo matrimonio pero se sentía emocionado igualmente, mientras le colocaba el anillo lentamente decía.

—Este es un regalo especial, guárdalo y estarás seguro eternamente.

En cierto aspecto sonaba sobrenatural pero prefirió pensar en el lado romántico.
Durante el almuerzo se cortó la luz y comieron con velas, al terminar de comer Wriothesley salió a ver qué había pasado pero lo solucionó rápido, haber comido con luz de vela era importante para Neuvillette, nunca había hecho eso antes.
En la tarde jugaron cartas mientras el pelinegro se dejaba ganar, estaba siendo un día muy bonito como para ser verdad. Las risas no faltaron y después de eso Wriothesley lo ayudó a darse un baño, no uno relajante uno normal, o sea sin ropa.

—No te veré, quiero ayudarte lavandote el pelo, prometo no quitar mi vista de tu cabeza.

—Está bien... Pero date vuelta para poder desvestirme e intentar entrar.

—No te vayas a caer. 

—Lo intentaré.

Neuvillette se quitó la ropa lentamente mientras veía la espalda del chico, por un momento pensó en decirle "puedes mirarme" y darle un beso pero era demasiado extremo, con cuidado se metió a la bañera y se hundió un poco.

—Listo.

Wriothesley no dejó de hacer contacto visual en ningún momento, después aprovechó de lavarle el pelo, el amaba su pelo.

Cuando estaba por terminar quedaron con el rostro muy cerca el uno con el otro, había tensión como si se pudieran besar en ese momento.

—Listo —Dijo dejando las cosas de lado para poder salir rápido de ahí pero cuando se levantó Neuvillette le agarró el brazo evitando que se fuera.

Sin decir nada lo atrajo hacia el y lo acercó para darle un beso, sus dos manos se posaron sobre el rostro del chico y lo besó con ternura, esa ternura se vió opacada por un tipo de placer extraño ya que en vez de alejarse Wriothesley correspondió el beso incluso mejorandolo, lo transformó de un beso tierno a uno apasionado en dónde usaba su lengua para hacerlo más interesante y no separó su boca de la del otro en ningún momento hasta que se sintió cansado.

Love Of My Life ♡ Wriolette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora