VIII

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Alyssa

Nos levantamos temprano para poder desayunar y luego partir, Leif otra vez se fue con el elfo, mientras yo me volví a quedar sola, pues la elfo se fue a algún lado de la misma forma que Eridander.

-¿Cómo llegó ella a la aldea? - preguntó Vanabdreil.

-Yo era muy joven así que recuerdo muy poco, pero los ancianos oyeron su llanto en medio de la noche, las hadas no guardamos rencores, vinimos a cuidar de las demás criaturas y del bosque, y ella era un ser vivo, no podían abandonarla así como así, por eso la cuidaron por unos días pero sus padres nunca aparecieron, así que el jefe de la aldea la acogió como uno de nosotros, y todos la aceptamos como parte de nuestra familia.

-¿Pero como si es un humano?

-Nunca prestamos atención a ese detalle, y con el tiempo empezamos a olvidar que es un humano, tiene un corazón de oro, y serías un tonto de no notarlo.

-Ya veo - dijo Vanabdriel pensativo.


Después de comer comenzamos nuestro camino a Mostbli, caminamos por horas, pero algo raro pasaba en el bosque.

-Leif, los animales no están.

-Lo sé, tienen miedo a algo.

-¿Que ocurre? - me dije a mi misma, no era normal de los animales.

-Bandidos - dijo la elfo sacando su espada.

-Lo que pasa por acercarse a Mostbli - dijo lamentándose Eridander,  Vanabdriel, Raineirh y Eridander hicieron un circulo rodeando a Leif y a mí, me sentí como una inútil, solo podía temer por la salud de todos, pero más nada.

De los árboles saltaron hombres más bajos que Vanabdriel y Raineirh, vestían de marrón y verde, como si se camuflaran, tenían dagas en las manos, atacaron, eran varios, pero Raineirh derribó a unos cuantos mientras Vanabdriel con su arco y flechas acababa con los más lejanos, y Eridander con su bastón golpeaba a uno que otro, no parecía querer usar su magia, yo no sabía que hacer, preferí no moverme para no estorbarles, pero sentí un filo frío en mi garganta, un hombre me agarró fuertemente,  Leif trataba de detenerlo pero era inútil.

-Niña - dijo Eridander quedándose quieto, los elfos también se quedaron paralizados.

-Si me dan todo su oro, incluyendo el que cargan encima, la dejo ir,  si no le abriré el cuello - dijo apretando más el filo frío en mi garganta, estaba comenzando a dolerme, tenía miedo, estaba paralizada.

-Está bien - dijo Eridander intercambiando una mirada con Vanabdriel y Raineirh, ellos asintieron y sacaron las bolsas con dinero, Vanabdriel les dio las suyas a Raineirh, ella se fue acercando, me miro de forma severa y luego dejó las bolsas en el suelo.

-Incluso lo que llevas encima - dijo con voz lasciva, ella lo miró fulminante y se quitó su armadura, pero en el momento donde estaba muy ocupado viendo a Raineirh una flecha atravesó su cabeza y su cuerpo muerto me arrastró y caímos al suelo, yo grité y me solté de el, Eridander y  Leif vinieron a mi consuelo, estuve al borde de morir y encima el hombre murió justo ante mí, era fuerte la emoción que me invadía, y no muy placentera, Leif también estaba afectado, las hadas no están acostumbradas a la muerte de ningún ser vivo, Vanabdriel sacó la flecha de la cabeza del hombre como si fuera lo más normal del mundo, mientras Raineirh lo miró mal.

-¿Aun crees que los humanos son buenos? - preguntó de forma severa ella, luego tomó las bolsas de dinero y las volvió a guardar.

-Es mejor quedarnos aquí por hoy, más temprano nos acercaremos a Mostbli. - dijo Eridander, todos estuvieron de acuerdo, pero no quería que mis tonterías fueran un obstáculo.

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⏰ Última actualización: Dec 07, 2016 ⏰

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Alyssa - La Profecía del Dragón NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora