AARON ES HADES

3. Un chico pelirrojo y sensible 🧡

Tenía la carta en las manos, la había leídos tres veces y todavía no podía procesar la información.

Mamá lloraba conmocionada y mi hermana saltaba de un lado a otro, abriendo las ventanas y chillando a los vecinos.

–¡MI HERMANITO ENTRO A GREEN HEARTS, EL LO LOGRÓ! CON BECA Y TODOOO!

Los perros ladraban y aullaban ante los gritos de mi hermana mientras los vecinos se quejaban porque aún era muy temprano para andar armando tal escándalo.

Incluso todos estábamos en pijama, pero yo había salido de todas formas a revisar el buzón. 

–Mi niño... –mamá se acercó para abrazarme y luego yo también me puse a llorar.

–Mamá... creo que lo logré –dije entre el llanto.

Ella me apretó con más fuerza mientras acariciaba y jugaba con mis rulos.

–Claro que lo hiciste, eres asombroso –a mamá le brillaban los ojos.

–¡MI HERMANO ES ASOMBROSO!

–¡Ya cállate niña, que nos dejarás sordos! –se quejó el señor Rupert, nuestro vecino, un señor de casi 80 años que nadie sabía de donde resguardaba tanta energía para salir a caminar todos los días y hacer ejercicio.

"Enviamos a Evan Hawks esta carta, con el agrado de informarle que ha sido aceptado con beca incluida a la Academia Green Hearts, pues nos ha demostrado su valor en el área de la música y nos encantaría verlo crecer en el futuro. Los detalles sobre su inscripción y recibimiento serán enviados prontamente, por lo que lo esperamos de vuelta de vacaciones de verano en Septiembre. 

También háganos saber sus tallas y medidas para mandar a hacer su uniforme, apenas reciba este comunicado.

Atte y con mucho orgullo,

Directora Lawson, de Green Hearts"

–Incluso la carta está firmada por la misma directora, ¿no es increíble? –mi hermana había vuelto a nuestro lado y leía la carta de reojo.

Ambos eramos tan pelirrojos como papá, que en paz descanse. Desde que falleció, nuestra familia no volvió a ser la misma, pero dicen que todas las heridas sanan con el tiempo. La vida en la escuela me ha dado de todo, tanto bullies como nuevos y fantásticos amigos que me aceptaban por lo que soy. Incluso había tenido novio, pero al final rompimos, pues descubrí que en realidad fingía ser gay para darle celos a su ex.

Pero ahora no es momento de pensar es cosas deprimentes como Michael, es hora de celebrar.

Aproveché todo el verano que me quedaba para pasar tiempo con mis amigos, fuimos a la playa los pocos días que surgió el sol, pues al parecer la luz odia alumbrar Inglaterra. Así se fueron pasando los días. También seguí practicando con el piano y no dejaba de soñar con convertirme en un famoso pianista, capaz de componer mis propias canciones e imitar a los clásicos. Por eso siempre llevaba mi teclado a todos lados. Me lo había regalado papá para cuando cumplí ocho y habíamos descubierto que yo poseía una excelente memoria auditiva capaz de reconocer las notas y sonidos sin necesidad de referencia musical. Era mi pieza más valiosa pues guardaba un recuerdo sentimental. 

Pensar que ese regalo cambiaría tanto mi vida.

Cada día que pasaba, me ponía más ansioso porque pronto tomaría el tren y dejaría mi ciudad de Liverpool para viajar a Londres y vivir la experiencia de ser un estudiante de élite. Admito que estaba aterrado por dentro, pero mi deseo de tocar era más grande y por nada del mundo me iba a echar para atrás.

Ya sólo quedaban dos días. Tenía los nervios de punta y mi familia no dejaba de contar y revisar que no se me olvidara nada. La casa estaba hecha un lío y luego mi hermana me gritó y mandó a hacer las compras de la casa.