AARON ES HADES

12. Los rivales de Green Hearts 🧡

No vi a Aaron después de que me vio accidentalmente desnudo cuando estúpidamente se me cayó la toalla y por suerte él tenía que salir a hacer una diligencia, así que me dejó solo en el cuarto. 

En el fondo estoy seguro de que fue una tonta excusa para salir de mi vista y retorcerse de la risa por mi lamentable físico.

Tenía que ser un idiota con un cuerpo de dioses...

Suspiré.

La vida es tan injusta a veces.

Una vez que me cambié a mi ropa de pijama, tomé mi laptop del escritorio, me recosté sobre la cama que me correspondía del cuarto y encendí el aparato con la esperanza de encontrar a alguno de mis amigos conectado por discord.  Me puse muy feliz cuando ví que los usuarios de Angie y Winter estaban encendidos así que me uní al chat grupal.

El tono del servidor sonó apenas me entre.

–¡Hola chicos! –saludé animadamente y me lamenté que no estuvieran conectador por video chat.

–¡Evan, amigo! –saludó Winter.

–Y yo que pensaba que ya te habías olvidado de nosotros –se reía Angie, pero se notaba que estaba alegre de verme.

–Solo han pasado tres días, tampoco es para ponerse modo mercury –así nos referíamos al término "rey o reina del drama", inspirandonos en la loca personalidad del vocalista de Queen, Freddie Mercury.

–¡Es que hace días que no te veeeeeeeeo!

–Angie, no imites las intro de Freddie, me das vergüenza ajena –se quejó Winter

–Oh vamos, si a todos nos gusta su música –espetó Angie–. Evan, ¿me apoyas?

–¡All right! –respondí siguiendo el juego.

–¡Eso! –celebró ella.

–Uhg... no tú también.

Dejamos las bromas de lado, Winter aprovechó de preguntarme qué había sido de mí y qué me parecía la academia.

–Eso es lo de menos –interrumpió Angie antes de que pudiera contestar–. Lo que yo quiero saber es cómo son los estudiantes. ¿Te has topado con muchos niños ricos y tipos petulantes por allá?

–Hmm... no creo que el código de comportamiento lo permita –expliqué mientras recordaba si alguien me había tratado mal o si me había mirado en menos y luego pensé en Aaron–. Bueno... el primer día tuve un pequeño problema, pero se resolvió en el mismo día.

Ambos insistieron en que les diera detalles.

Entonces les conté sobre cómo este estudiante casi que no me dejaba entrar a mi habitación pues al parecer no tenía ganas de compartir el cuarto.

–Y para variar debes compartir el mismo techo con un imbécil de ese calibre –agregó Winter fastidiado.

–¿Cómo se resolvió eso? No me digas que tuvieron que asignarte a otro cuarto –añadió incrédula Angie.

–No, no. Para nada –la tranquilicé–. Aunque admito que fue un poco extraño la forma en que solucionó el problema...

Entonces les expliqué de cómo este me había encontrado tocando piano en el salón de música y de cómo me había ganado su respeto al escucharme tocar una pieza nueva.

–¿Compusiste una melodía en un solo día? Eso suena como una locura –exclamó Angie asombrada.

–Era una melodía simple, no era para tanto. No creo que pueda contar como una pieza de concierto.