Capítulo 3

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“La música da alegría, un buen libro da paz, un viaje alivia el alma pero la comida, solo la comida da eso y mucho más”

La cita perfecta, era lo que se repetía Kara en su cabeza una y otra vez, según sus profesores ella sabía hacer el creme brulee excepcional, un pollo vasco glorioso, el cordero más delicioso pero hacer una cita perfecta… Eso sí era un problema y uno muy difícil.
No solo invito a salir a una mujer muy hermosa que la ponía nerviosa, sino que la forma de invitarla no fue la más las espectacular por eso quería que la cita fuese perfecta, si estuviera en New York la llevaría a muchos lugares geniales pero estaban en Napa, los únicos lugares que ha recorrido de esta ciudad son cuatro: el hotel donde trabaja, el departamento donde se queda, el centro de convenciones donde fue la exposición gastronómica por la que vino y una cafetería a unas calles del hotel donde sirven los mejores croissants. Esos lugares no serían de ayuda, así que se quedó despierta parte de la mañana buscando lugares a donde llevar a la chica de ojos verdes.

La ropa volaba hacia la cama, no había traido sus trajes entallados ni sus vestidos elegantes con escote de escandalo, no, Sam solo había empacado un par de jeans, blusas y un par de abrigos

-¿Solo esto? Maldita sea  Samantha - Expresó Lena tirándose a la cama encima de toda su ropa, no es que no apreciara que su amiga haya empacada su ropa sin embargo, hubiera querido verse más presentable para Linda en su cita… espera… acaso dijo “Cita?”

Lena no había entendido la magnitud de la pregunta, era una cita la que iba a tener con la rubia, el corazón de la pelinegra saltaba de alegría, emoción y nervios, tenía mucho tiempo que no tenía una cita, es verdad que con Price salía sin embargo, eran solo eso “Salidas” ya no eran citas, ya no había esa emoción, era algo rutinario.

Tomo una blusa de cuello V negra, unos jeans que mostraban su perfecta figura, unos botines negros y una chaqueta negra de cuero, cuando la vio entre su maleta sonrió pues sabía que ese toque le gustaba a la rubia, dejo caer su enorme cabellera que acomodo en ondas, tomo aire y salio de la habitación lista  para su … cita

Lena se metió en la puerta giratoria del hotel para salir pero los nervios la empezaron a invadir, increíble pero cierto, mucha gente pagaría por ver a Lena nerviosa y estaba segura que sobre todo sus amigas pero por suerte no estaban presentes.

Justo cuando iba a salir un impulso de arrepentimiento la invadió y siguió caminando sin salir de la puerta, dió una segunda vuelta haciendo que el recepcionista la mirada curioso y extraño a la vez, pero le regalo una sonrisa, la pelinegra tomo aire y se armó de valor, decidida salió por fin, miro a su alrededor  pero no había rastro de Linda, camino a la derecha donde se encontraba el callejón donde habían tenido sus pocos pero maravillosos encuentros  pero no vio nadie.

-¡Kieran! - La voz de Linda la hizo salir de su burbuja, cuando la pelinegra la miro sintio sus mejillas sonrojar, la rubia lleva su cabello amarrado en media cola, lentes de avidor, jeans negros, blusa roja y una chaqueta color vino

-Linda, hola - Contestó Lena tratando de disimular su asombro y nerviosismo.

-T-Te ves… te ves muy bien- “Tartamudeando de nuevo Luthor? Eres increíble” pensó para sí misma

-Oh! G-Gracias, t-tú también - La rubia se acomodo los lentes nerviosa- “vamos Kara debes de dejar estos estúpidos nervios, ella se dará cuenta”

-Bien, entonces , cuál es el plan?, claro si es que se puede hacer algo aquí

-Hey! Napa tiene sus lugares interesantes.-dijo cruzándose de brazos fingiendo indignación

-Ah sí? Lo único interesante del lugar lo tengo enfrente, no creo encontrar nada más de mi interes- La pelinegra sonrió cuando notó que las mejillas de la rubia se tornaron carmesí

Food, Love & Other stuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora