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Con el pasar de los meses Riwoo puso todo su esfuerzo para lograr que Taesan le confesara exclusivamente a él su historia con Leehan. Cuando finalmente supo todo lo que había pasado, acordó ayudarlo a mantener sus sentimientos discretos, además de intentar mantener su apariencia ruda entre sus compañeros.

Para esto ambos chicos acordaron salir todos los fines de semana, tanto para acrecentar su popularidad como para mantener sus mentes ocupadas, después de todo se habían rendido con los estudios.

Por su lado, Leehan luchaba por mantener su odio superficial lo mejor que podía, rechazando al grupo de matones, pero evitando meterse en peleas con alguno de ellos. Él castaño se volvió un poco más reservado, fingiendo ser amigo de personas que poco conocía y privándose de fiestas o eventos para bloquear su mente de... algún gusto culposo.

Después de todo ambos, aunque no lo supieran, debían llenar expectativas ajenas para cumplir con los roles de "bueno" y "malo".

Una de las muchas fiestas de último año se llevaba a cabo una noche de viernes cualquiera. Leehan decidió no ir porque ya conocía a sus compañeros asistentes, convertirían todo en un incómodo ambiente lleno de alcohol y adolescentes hormonales toqueteándose sin pudor. Sin mencionar que prefería evitar a las personas que se presentarían.

Se mensajeaba con algunos chicos que habían ido a la fiesta y con otros que tomaron la misma decisión de faltar. Las horas pasaban y Leehan rodaba en su cama aburrido. No tenía sueño por lo que intentó distraerse con videojuegos y películas, pero finalmente nada resultaba útil.

Ya era aproximadamente la una de la mañana del día siguiente, él castaño estaba listo para rendirse e ir a descansar, pero una lluvia de mensajes entrantes llamaron su atención.

Abrió los mensajes en su chat grupal y encontró una serie de burlas hacia Han Taesan por estar muy alcoholizado en aquella fiesta, la mayoría de comentarios venían de parte de chicas presentes en el lugar, aunque algunas burlas eran de chicos que veían videos de Taesan desde sus casas. Él castaño estaba agradecido de no haber asistido ya que tener a tu peor enemigo en ese estado hubiera sido riesgoso para la reputación de ambos.

A pesar de que Kim no quería ocupar su madrugada pensando en él pelinegro, no pudo evitar sentir curiosidad por su estado y sus tan aclamados videos. Entró a Instagram y buscó su perfil, notó que tenía un story así que lo abrió, era poco probable que se diera cuenta de que lo vio de todos modos.

Alcanzó a ver la mitad del rostro de Han en la pantalla, tenía gotas de sudor bajando por su frente y labial corrido por la cara. Leehan se mordió el labio, seguramente el pelinegro tuvo que cruzarse con muchas personas que aprovecharon de su ebriedad para liarse con él... se convenció a sí mismo de que ese no era problema suyo. Luego el video mostró la cámara girando y escuchó gritos, la música retumbando en su celular y por último la risa de Taesan.

De repente tuvo un flashback de cuando eran más jóvenes. No iba a mentirse a sí mismo, extrañaba esos momentos, ver sonreír al pequeño Taesan, cuidarlo, hablar con él. Pero no, era más sencillo reemplazar la nostalgia con ira.

Cuando se dio cuenta había estado divagando en sus pensamientos mucho tiempo, bajó la vista a su celular y notó que la pantalla ya se había bloqueado, la prendió y estaba dispuesto a salir del perfil de Instagram del menor antes de presionar algo por error, hasta que vio... eso.

Un círculo verde rodeando la foto de perfil de Han.

¿Desde cuándo lo tenía incluido en Mejores amigos?.

Seguramente era una broma de algún amigo de Taesan, o tal vez lo presionó por error, no sería raro conociendo qué tan torpe se vuelve él pelinegro cuando bebe de más.

Insta Story ☆ Gongfourz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora