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Como lo esperaba, Taesan no volvió a contactarlo los días siguientes, pero tenía por seguro que cuando el menor ya estuvo sobrio había revisado el chat de esa madrugada. Por lo que en el fondo se fue preparando para tomar la iniciativa de hablar con él.

Al llegar a clases Leehan actuó como si nada hubiera pasado, a pesar de que por dentro era un manojo de nervios. Sentía que cada paso que daba estaba cargado de miradas disimuladas del resto de estudiantes, pero todo estaba en su mente, en realidad nadie más que él mismo había sido capaz de ver el story de Taesan declarándose.

Algunos chicos lo saludaban con un movimiento de mano y otras chicas lo llamaban para hablarle sobre lo que se perdió de la fiesta, pero Leehan se mantenía alerta al sentir que cada mención de su nombre era un llamado para revelar que ya sabían todo.

Al ya estar sentado en el salón recordó todo lo que estuvo pensando los dos días anteriores. La declaración de Taesan y haber vuelto a oír su voz inocente solo logró alborotar sus sentimientos. Si sabía que gustaba del pelinegro y viceversa ¿Debía arriesgarse? Seguir viviendo en el ojo de la tormenta, discutiendo hasta que algún día se dañen en serio y el odio los carcoma, o hablar con él y verificar que se necesitaban en la vida del otro.

Decidido esperó al receso, y cuando vio a todos salir del lugar fue a dejar una nota en el pupitre del pelinegro, sabiendo que él y Riwoo siempre eran los primero de su grupo en volver y podría leer la nota sin problema.

"HTS, creo que tenemos un tema pendiente del cuál hablar, créeme, esto me avergüenza más a mí que a ti. Te espero en el pasillo del gimnasio en la salida, solo seremos los dos.

-KL"

Tal y como había pensado, cinco minutos antes de que sonara la campana para el término del receso Taesan y el rubio ya se encontraban dentro del salón, él mayor de los dos notó un pedazo de papel sobresaliendo de sus libros, lo tomó y lo leyó, al ver de qué se trataba sintió como empalidecía, estaba listo para desecharse de la nota, hasta que Riwoo golpeó su brazo y le quitó el papel, leyéndolo.

A pesar de que él menor ya sabía lo que había pasado en la fiesta, Taesan no pudo evitar sentirse humillado, saltó encima suya intentando arrebatarle la nota, sin conseguirlo.

—¿Vas a ir? —cuestionó rompiendo el papel, el pelinegro bufó y se alzó de hombros, —Es lo mínimo que podrías hacer por él.

—¿Por qué querría hacer algo por él? —preguntó molesto, sentándose.

—No seas idiota, ustedes en serio necesitan esta charla —lo vio hundir su cabeza en sus brazos. —A mí no me engañas, mueres por verlo.

Taesan rio incrédulo, incorporándose y viendo a los ojos a Riwoo.
—¿Qué quieres que te diga?, Oh sí, "¡El amor de mi vida quiere verme y todo va a salir muy bien, que emoción!" —se burló, y él rubio explotó en carcajadas.
—Jódete.

Al ver a todos los alumnos entrando al salón poco a poco se calmaron, Riwoo aún veía graciosa la reacción del pelinegro. Finalmente logró convencerlo, insistiendo que si estaban solos nada podría salir mal. Taesan confió en él.

Con el sonido de la última campanada de la tarde Han sintió sus manos sudar, vio a Leehan junto a sus amigas, él chico giró a verlo antes de salir del salón, al conectar miradas Taesan supo que iba a esperarlo como le propuso en la nota. Suspiró, sin despedirse de alguno caminó fuera del lugar, con la mirada del rubio siguiéndolo.

El camino se le hizo largo, al estar cerca pudo notar una cabellera castaña revisando su celular en el suelo, movió la cabeza dándose fuerza a sí mismo. Dio pasos grandes hasta llegar junto a él, lanzó su mochila logrando asustarlo. Él mayor se puso de pie rápidamente y saludó, pero fue ignorado.

Insta Story ☆ Gongfourz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora