Prólogo

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Querido Diario

Han pasado días desde que comencé a escribirte y siento que debo de confesar lo que está sucediendo en mi corazón. Ha sido un viaje emocionante desde que me uní a K/DA, y no puedo evitar sentir una profunda gratitud por cada momento que he compartido con mis increíbles compañeras. Pero últimamente, cierta persona en particular se ha apoderado de mi mente y no puedo evitar pensar en ella.

El recuerdo de esa noche con Akali sigue resonando en mis pensamientos mientras intento dormir. Es difícil ponerlo en palabras, debo admitir que tiene una energía contagiosa y su actitud hiperactiva me cautiva. Cada vez que la veo, mi corazón se delata latiendo más rápido en su compañía, y siento un cosquilleo en el estómago que no puedo ignorar.

Hoy, después de un largo día de ensayo, nuestras conversaciones tomaron un giro interesante en lo que descansábamos sentadas en el piso del estudio. El tema de salir formalmente con alguien surgió:

—Me tienes intrigada Kai'sa, ¿Te traes algo con la repartidora de Pizzas? —. Preguntó la Gumiho.

— ¡Ja! ¿Qué pasa Kai'sa? ¿Tienes algo que contarnos? —. Reía Akali acurrucada con Evelynn a su lado.

— Querida, ¿Por qué no nos habías dicho nada? —.

— ¡¿Qué?! No, para nada, solo somos amigas —. Respondió mientras movía sus manos en señal de rechazo; si tan solo supieran que quien le gustaba era aquella que había hecho la pregunta.

— Bueno, al menos alguien tiene vida social aquí, aunque se verían muy bien juntas —.

— Ey, no hables por todas zorra—.

— Tener sexo seguido con diferentes personas no es vida social Eve —.

— La verdad es que yo ya tengo a alguien más—. Todas pararon en seco al escuchar eso. —Y-Yo solo no creo tener la oportunidad con esa persona —. Dirigía su vista tímidamente hacia los ojos de Ahri. — No creo ser... su tipo—.

—Pero, ¡¿Qué dices?! A quién no le gustaría salir con mi dulce Bookie, eres increíble y cualquier pareja se sentiría afortunada de tenerte a su lado, así que no digas eso —. Exclamó mientras hacia un puchero donde Kai'sa trataba de calmarla tomando una de sus manos—.

—¿Tú tienes a alguien Ahri? —. La miro fijamente y un poco sonrojada.

— Yo... no creo tener a alguien, tal vez, tampoco creo que debería de tener una pareja. Aunque si me preguntarán por mi tipo, tú serías perfecta —. Sonrió al ver que su contraria se trababa.

— Akali, ¿Y tú? ¿Tienes a alguien en mente para salir?—. Preguntó apenada la nueva integrante.

— ¡Ja, Ja! Hmm, supongo que si tuviera que salir con alguna persona, sería alguien con tu misma personalidad, divertida, dormilona y fácil de hacer enojar —. Apuntaba sonriente con su dedo mientras se levantaba. — Y ¡Oh! No olvidemos que me compré a diario mi ramen Súper Picante Mega Mortal—. Se cruzaba de brazos orgullosamente.

— ¡Akali! No te burles de mí—.

—¿Se imaginan si Sera y Akali fueran pareja? Sería lindo verlas juntas —.

— Yo lo llamaría desastroso, Sera sigue a todo lo que hace Rogue—.

— Cariño, yo me pregunto quién hará el papel de adulta Ja, Ja, Ja. Recuerda la vez que casi incendian la cocina, sino fuera por Kai'sa que estaba en su habitación...—.

— ¡Que cruel eres Eve! Yo cómo iba a saber que el pollo se mete sin plástico. Además solo salió humo, activo las alarmas... salieron poquitas chispitas y abrí las ventanas, así que niña, niña, no soy. —. Asentía contenta de sus maravillosas decisiones.

— Esas "chispitas" casi me dejan sin cocina por una semana—. Negaba la pelinegra sosteniéndose la frente.— Sin mencionar que le echo agua en vez de taparlo e hizo que salieran más flamas—.

— No me puedes culpar, mis pobres cejas y yo pasamos por mucho miedo—.

— ¡Ja, Ja, Ja! Las cejas de Akali son más importantes que la vida de Seraphine... me compadezco de ella.—

— A veces me pregunto, ¿Por qué siempre la sigo?—.

— ¿Qué? Una vez por hacer panecillos con Kayn de pequeña, perdí mi ceja, tuve que usar fleco de emo por varios años. Por culpa de eso, pensaron que era autista y no alguien misteriosa —.

— Corazón, lo sigues siendo—.

— Da gracias que no vinieron los bomberos y el manager no se encontraba por acá—.

—Oh, vamos, chicas, solo estoy bromeando y yo si sería muy buena ejemplar, solo observen. Pero quién sabe, tal vez Sera pueda encontrar a su alma gemela en la próxima entrega de pizza.

— ¡Akali! Ya dije que no me gusta—.

— Ustedes son terribles, ¿Lo sabían? — Conocía que bromeaban, solo no podía evitar sentirse emocionada de que Akali mencionara algo así.

A veces recapitular para escribirte, es un lío. Parece que me das falsas esperanzas y ni quiero pensar en ilusionarme, hasta aquí te dejo.

— Espero y pueda ganar su corazón —.

Con amor,
Seraphine.

Acurrucada en su cama y abrazando a su peluche Skarny un escorpión cristalino; con la luz suave de la luna filtrándose por la ventana, y sin poder dormir de nuevo, reflexionaba una y otra vez.

— ¿Por qué con cada paso que doy para acercarme a ti, te siento más lejos? —. Abrazo más fuerte a Skarny.

Cada palabra, cada risa y cada mirada que parecía cargada de complicidad se graba más en el fondo de su corazón. La mención de Akali sobre encontrar a alguien con su misma personalidad la había dejado en un estado de turbación. ¿Podría ser que Akali insinuará algo más con sus tontas bromas?

— ¡Ah! ¡¿Por qué me haces sentir así?!¡No es justo! —. Pataleaba las sábanas sintiendo de nuevo las mariposas surgir cerrando los ojos por un momento dejando que la sensación de calidez y alegría la inundara por completo. —No es justo... que sea la única que se sienta así —.

¿Debería arriesgarme y confesarle mis sentimientos? ¿O debería desecharlos? ¿Y si no tenía un gusto por las mujeres? ¿Y si ya tenía a alguien más? No podría resistirlo. La incertidumbre me consume y lo peor es que no puedo hacer nada para que me dejes de gustar. Quiero estar segura de que tú también gustes de mí...

— Ah, Ah, ¿Qué vas a hacer conmigo? —. Suspiró para después quedar dormida.

Aquella nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora