Capítulo 1.- Una Nueva Misión

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Nota del autor: Aun no me siento bien como para escribir, pero supongo que las musas/musos decidieron que necesitaba algún tipo de distracción y pues, surgió esto. Digo esto para que omitan los mensajes de "¿cuándo actualizas?". Odio esos mensajes pero en estos momentos los voy a odiar más porque si recibo uno, es que esa persona es insensible a mi situación y no merecerá ni una respuesta.

Cualquier otro tipo de comentarios o mensajes, son bienvenidos y tratare de contestar aquellos que requieran una respuesta pero es posible que no pueda siempre.

No sé cuándo podre actualizar esto, pero al menos parece que mi cerebro trata de trabajar nuevamente, pero no esperen demasiado. La muerte de mi madre sigue reciente y pues trato de sobrellevarlo pero saben cómo es esto, hay días malos y días buenos.

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Crowley y Aziraphale estaban almorzando en el Ritz... mejor dicho, Aziraphale estaba almorzando mientras Crowley bebía su segunda copa de tinto (¿o era una botella?). Ambos amaban este lugar, después de todo, estuvieron en una de las mesas cuando se inauguró y era su costumbre reunirse con frecuencia en el lugar.

Después de la casi ruina del mundo y haber sobrevivido a los juicios de ambos en sus respectivos trabajos, los dos hombres... ángel... demonio... ¡seres sobrenaturales! de creación originalmente divina, solo querían relajarse.

Su amada tierra, su amada humanidad y las creaciones de la misma, estaban a salvo. Esperaban que al menos otros 6000 años más... como mínimo. Sus compañeros ángeles y demonios no lo entendían. Tampoco es como si lo intentaran. Pero ambos si lo hacían.

Aziraphale entendía bien la razón de porque los humanos eran la más preciada creación de Dios, la comida, los libros, los museos... eran tan creativos e imperfectos, que siempre se superaban a sí mismos. Crowley estaba fascinado con los humanos, crearon el concepto de siestas, Queen y el vino, además de la mejor invención en autos: el Bentley, para luego ir y crear nuevas formas de tortura y genocidios. Le facilitaban el trabajo al solo tener que decir en el infierno que él había inventado algo por lo que los humanos ya estaban liquidándose en grandes cantidades.

Como fuera, ambos estaban ahora "libres" por decirlo de alguna forma. Libres de su "agenda" celestial/diabólica, libres de dormir, reír, comer y ser parte de la humanidad, como habían deseado por 6000 años.

O al menos eso creyeron.

Lady Magic, la encarnación "casi corpórea" de la magia, estaba enojada con el viejo chalado de Albus Dumbledore. La razón es que no conforme con haber empujado a un idiota mayúsculo como Tom Riddle a dividir su alma inmortal en piezas, arrojo a un niño huérfano con los humanos más desagradables que habían surgido en el planeta.

Por humanos como ellos, es que muchos se preguntaban si Dios había estado borracha cuando creó a la humanidad, pero Lady Magic sabía que no era culpa de la Patrona, ella les dio el regalo del libre albedrío, eran los humanos los que desperdiciaban el regalo, y de paso, le daban demasiado trabajo a Lucifer, alias el Diablo, señor del averno y un simple ejecutor de castigos, puesto ahí por Dios misma.

A ellos dos les iba y venía si había un Armagedón, y en realidad, ambos estaban aliviados de que no hubiera ocurrido. Lucifer no iba a confesarlo ni muerto, pero se alegraba de que su hijo tuviera un par de padres adoptivos que pudieran ofrecerle algo real en vez de una vida de príncipe mimado a su único vástago. Por eso, y viendo que Crowley y Aziraphale disfrutaban un merecido descanso, ellos decidieron tomar el té para ponerse al día en chismes y fue durante este té, que llego Lady Magic a ellos.

—¡Ustedes dos, necesito su ayuda! —Gritó Lady Magic cuando se sentó a la mesa puesta en el hermoso borde del universo. A los ojos mortales se vería como una nebulosa en medio de una inmensidad de viscosidad negra, pero para los Eternos, era como ver un lago reflejando el cielo nocturno cuajado de estrellas.

The Ineffable (Magical) PlanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora