Capítulo 3. Le rois du monde.

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Londres, Inglaterra. 20 de Agosto, 2023. 7 am.

La diferencia entre las anteriores entregas de X-Factor, Reino Unido y ésta es que no tendría gente local si no de, mayormente, Estados Unidos de América, por lo que algunas personas podían tomar a mal todo lo que estaban acostumbrados a ver y que ese año no sería. Para compensar, el programa haría audiciones que dejarían el escenario listo para que en Marzo se hiciera otra temporada para los locales. Sin embargo, los promocionales comenzaron a llenar de pronto las calles de la capital Inglesa, con enormes pancartas con toda clase de estrellas invitadas y el revuelo fue totalmente aturdidor. Era una verdadera locura: Desde Green Day, Spice Girls hasta cantantes como Christina Aguilera y Gwen Stefani. Había algunos que simplemente eran señuelos para que figuraran en la mente de los todos como posibles padres de los participantes ya que las reglas del juego se transmitieran en televisión.

Rápidamente, aún sin un hashtag pre establecido, el nombrado "#X-Factor90's" y "#X-FactorWTF" ya era tendencia para las diez de la mañana, hora Londres. La publicidad salió y la gente se arremolinó en los lugares en donde los programas se grababan, topándose con que, ahora, todo el público en vivo pasaría por varios filtros y contratos antes de poder comprar su pase. Eso, en lugar de asustar o desalentar a la gente, creó mucha más expectativa y los precios de venta de los tickets, se elevaron por las nubes, algunos creando falsificaciones y terminando con un comunicado oficial que mencionaba que los boletos eran intransferibles a fin de evitar la reventa, los fraudes y el que lo que sucedería adentro y tras bambalinas, no se filtrara por error. 

Mientras tanto, las camionetas blindadas de vidrios polarizados, comenzaron a recorrer las calles, en dirección a la planeación del primer show con los participantes a bordo. Las audiciones se eliminarían, ya que contrataron justo al número exacto que necesitarían para el concurso, sin embargo, cada uno presentaría un breve performance el primer domingo luego de haber entrado.

Cada chico y cada chica llevaban un representante o tutor que podría apoyar y cuidar a los chicos mientras se estaban preparando para su número, pero los padres debían estar aislados o permanecer en sus propias ciudades para crear especulaciones, asistiendo solo quienes actuarían en el programa para hacerlo más ameno.

Los jóvenes entraron sin maquillaje o atuendo extravagante alguno a aquel enorme escenario que por ahora tenía las butacas vacías. Tenían horarios programados para usarlo, calibrar sus micrófonos que serían personalizados a gusto de cada uno y pedirían la utilería necesaria para armar su performance. La gente de mantenimiento y cableado quienes eran los expertos detrás del maravilloso plató, se movían como abejas obreras por todo el lugar, apenas pudiendo detenerse para echar un vistazo curioso a los que entraban cubiertos con capuchas y lentes de sol y así mantener lo más posible su anonimato, aún cuando ellos también firmaron acuerdos de confidencialidad. Subían, bajaban, se trepaban en las torres metálicas que sostenían grandes reflectores y, en por un segundo, el tabloide principal con el nombre del show, se iluminó con sus colores azules, blancos, rojos y dorados. Las luces se reflejaron a través de los cristales oscuros que del otro lado tenían ojos atentos y maravillados por cada impresionante muestra de lo que vendría después. Era una pena tener que darle la espalda a todo eso para que la gente pudiera verlos y conocer los nuevos rostro que prometían una nueva generación de ídolos.

El salón de descanso era un sitio bien ventilado e iluminado, con algunos carteles de la publicidad decorando de cara a la calle y cuya silueta invertida les daban ya inicio al juego de las conjeturas. Había mesas con comida, bocadillos y bebidas, todo perfectamente alienado y rotulado con los ingredientes de los platillos en caso de que alguien fuera alérgico a uno de ellos. Las grandes pantallas colgadas medio metro arriba de sus cabezas, mostraban el logotipo del show con algunos de los spots que estaban recién grabados esa mañana en Nueva York. Ya se anunciaba el arribo al programa de los jueces invitados que eran nada menos que el mismo Simon Cowell, Katy Perry, Nicole Scherzinger, Louis Walsh entre otros.

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