[La Clase 1A Necesita Una Niñera]

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El sofreír de los huevos era constante, la mantequilla era basta como la clara de la docena de huevos que se preparaban a la vez en la misma sartén. Alzando y despegando el metal de la flama como calor, los huevos fueron servidos.

El desayuno para la clase estaba cumpliendo con un respectivo orden, vitaminas, proteínas y una pequeña cantidad de carbohidratos. Izuku reconocía que los muchachos eran competentes, y por ende merecían y debían de alimentarse enfocándose en la ganancia muscular como el cuidado propio del cuerpo.

Cargando con 20 platos los dejó en los 20 puestos y tras preparar cada plato, se percató que los primeros estudiantes iban llegando, un saludo fue lo que recibió de su parte, pero los ignoro y continuó con la preparación de la mesa.

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Abría acabado, desde su asiento observaba a la clase desayunando calmados, a diferencia de lo ocurrido en la noche la cuál habría sido tensa para ellos, ahora mismo izuku se encontraba un poco sorprendido, la razón de ello era la confianza que le habrían depositado tan rápido.

A diferencia de el, no estaría comiendo, bebería únicamente agua servida por si mismo antes que dejársela servir, pero solo eran viejas mañas que tenía de tiempos más movidos.

[Beban del jugo de banano les dará más energía que el propio café. Y mastiquen bien, no solo coman por comer, todo lo servido tiene proteínas que les ayudarán a afrontar el día.] Aclaro tranquilo sirviéndose un poco del jugo mencionado.

Tomando su máscara la retiró, cuando sintió el aire sin filtrar dio una leve sonrisa antes de beberse el jugo de su vaso en dos simples tragadas, alejando el vaso de sus labios lamió estos mismos, quitándose los pequeños rastros que habrían quedado sobre ellos.

Alejando su mirada del vaso, decidió observar hacia adelante, la clase seguía comiendo y bebiendo del jugo, pero esta vez todos le observaban, la impresión era presente junto con un poco de incredulidad.

[Disculpe mi impertinencia, pero ¿Qué edad tiene usted?] Fue una pregunta simple, que provenía de una azabache que observaba al peliverde.

Izuku, abrió levemente sus ojos, pero pestaño y sonrió suavemente, para la chica.

[Si, me veo tan joven como ustedes, pero se debe a un incidente que tuve. En palabras simples me caí dentro de un tanque de químicos para productos de belleza, lo que impidió que siga envejeciendo, pero tengo 30 años.] Respondió tranquilo, levantándose de su silla tomo su máscara y abandono el complejo sin responder o aclarar cualquier otra pregunta.

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Todos se habrían ido y ahora izuku quedaba solo. Aunque tenía trabajo por hacer, tenía dos cubetas llenas de agua con cloro y jabón granulado, tirando el líquido de una de ellas comenzó a esparcir y fregar con una escoba.

La espuma comenzó a crearse mientras el movimiento rápido del cepillo de la escoba iba creando y creando espuma Tras cada movimiento y movimiento, seguía limpiando el piso.

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Habría terminado el aseo a todo el complejo y ahora revisaba la nevera, y comenzó a anotar lo que faltaba en ella, lo cual era carne, pollo, pescado, huevos, frutas, arroz y granos.

Tras terminar, tomo dos grandes bolsas de tela y abandono la U.A tranquilo.

El cielo mañanero era hermoso, la brisa era sencilla, tal y como una simple melodía de una canción hermosa y llena de sentimentalismo. Con la misma ropa de ayer no se molesto en cambiarse, debido a dos cosas, la primera era que no tenía mas, solo tenía aquellos pantalones y camiseta, nada mas ni nada menos y la segunda es que lo que traía le era sumamente cómodo.