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¿Acaso estaba soñando? ¿Qué hizo de bueno en su anterior vida para despertar con semejante diosa encima suyo?.

Hyunjin no entendía en que momento de la noche había ocurrido, él por lo usual tiende a dormir sus ocho o hasta doce horas seguidas sin ser interrumpido. Sin embargo, ahora que despertó, su cuerpo era aplastado por una bonita castaña encima. Yeji estaba durmiendo con él, y él, ni siquiera se dio cuenta de tan glorioso momento.

Y ni hablar de aquel corto y sexy vestido de seda con encaje que apenas cubría sus redondos glúteos y dejaba volar tu imaginación. Los pechos de la menor encajaban a la perfección con su torso. Las manos del pálido picaban por levantar un poco de esa prenda, rogaba por tocarla a su antojo, no obstante, no podía ser tan degenerado y aprovecharse de su estado.

Está bien, admite que ha sido bastante pervertido con respecto a aquellos toques inusuales sobre ella pero no lo hacía con malas intenciones, Hwang Yeji despertaba en él una sensación inexplicable que anteriormente jamás sintió por sus otras conquistas. Esa bonita castaña de verdad que quería matarlo sin siquiera usar un arma de defensa.

Cerró sus ojos fuertemente al ver como Yeji se removió un poco sobre él, levantando sin querer, la parte trasera de su vestido, dejando al descubierto lo que llevaba puesto. A Hyunjin casi le da un infarto, Yeji tenía puesto una braga de encaje que podía jurar sólo ocultaba su parte delantera.

-Dios...-susurró sin querer despertar a la chica. -Oye, no es momento de que tú también despiertes. Sé fuerte por ambos.-pidió a mini Hwang, quién no cooperaba en lo absoluto con su delirio. -Por favor...-suplicó tratando de mantener su lado raciocinio o más bien el poco que aún quedaba en él.

Yeji por su parte, se sentía cómoda. Pues, a veces no era consciente de donde despertaba ya que sufría de sonambulismo. Incluso su propia familia tuvo que acudir a cerrar con seguro tanto ventanas como puertas debido a que la castaña no siempre se encontraba en casa.

- Yeji...-dijo Hyunjin, logrando calmar a su compañero de abajo. - Hey, si no te despiertas, juro que te follaré.-insinuó, fue lo primero que su estúpida cabeza pensó.

La castaña no emitía señal de querer hacerlo, todo lo contrario, se abrazaba más a él como si fuera un cálido y bonito peluche.

-Despiertas o juro que no dudaré en tocarte ese estupendo trasero que te cargas.-habló esta vez en un tono alto. Yeji frunció su ceño, acomodandose en modo koala, permitiendo que sus intimidades rocen sin ningún tipo de escrúpulo. Hyunjin suspiró en el instante que su castaña favorita gimió dormida, siguiendo con aquel vaivén que a este punto, había despertado del todo a la bestia. -¿Qué tan sucia eres de mente, Hwang?.-cuestionó al borde de posar sus manos sobre esos dos deseables duraznos.

Quedó mudo cuando una mano de Yeji viajó hacía mini Hwang, dejándola puesta allí al tiempo que le dio un buen apretón.

-¡Maldición!.- Hyunjin soltó un gemido ronco, queriendo que su sexy compañera siguiera con tal acción. El pálido chico no aguantó un segundo más, sus dos grandes manos se posaron en aquel sitio con el que todos los días soñaba. -Se siente tan bien.-dijo finalmente al darle unos leves apretones.

Yeji despertó de golpe, tragando en seco cuando se dio cuenta donde estaba acostada y con quién precisamente. Una de sus manos sintió algo duro, no entendía que hasta que vio de que se trataba.

-¡No puede ser!.-chilló cayendo de golpe al suelo. Hyunjin pudo respirar de nuevo, aunque quedó algo frustrado por su separación. -¡¿Qué me hiciste, maldito pervertido?!.-dijo ocultando su cuerpo como podía entre sus brazos.

-¿Yo?.-se señaló así mismo. Yeji lo fulminó con una mirada de asesina en serie. -Nada, sólo que sin darme cuenta gané la lotería al despertar contigo encima mio. Agradecí a todos los dioses existentes de haber sido bendecido.

-¡Tonto!.-exclamó lanzándose nuevamente arriba del rubio. Hyunjin no opuso resistencia, es más, tenerla en esa posición le era fascinante. Yeji se movía como una diosa olímpica, aunque eso también incluía llevarse unos cuantos golpes en el proceso. -Abusador, cochino.-balbuceaba mientras exprimía su enojo sobre Hyunjin sin tener conciencia de que eso sólo generaba excitar más al chico, y por ende, a ella también.

-¿Por qué?. Si fuiste tú quién causó esto. Te haré una demanda por no asumir tus responsabilidades con tu esposo.

- ¡Kyaaaaaaaaa!.-exalta al saltar sobre él, Yeji no jugaba limpio y eso, eso fue algo que no pasó desapercibido para Hyunjin. -Idiota, te odio.

-Sabes, mi madre siempre dice, los que se odian se aman. Y no cabe duda que te mueres por este bombón que tienes debajo tuyo.-mencionó este, sosteniendo su cintura sin detener esos saltitos que Yeji daba sobre él.

-¿Bombón? Vamos, ni que fueras Chris Evans o Jason Momoa.-habló con sumo sarcasmo.

-Soy mejor que esos dos, soy el dios del swag, el sexo y el rap, soy el componente químico que necesitas para hacer la fórmula perfecta, soy el maldito Hwang Hyunjin.-dijo usando su increíble lengua tecnológica.

-¿Eh?.-responde, en verdad, Yeji no había entendido nada de lo que dijo. Hyunjin quiso desaparecer en ese mismo momento. -No sé que dijiste pero nada de eso es cierto.

Hyunjin no entendió en que momento sus manos estaban posadas sobre el trasero de aquella sexy castaña y ella no hacía nada para alejarlo.

-Sal conmigo.-propuso. Yeji alzó una ceja, confusa de su comentario.

-Claro, saldré contigo...-sonrió haciendo que Hyunjin también lo hiciera. -Si resistes un día entero sin tocarme el trasero y mis pechos.

El pálido chico vio que una de sus manos estaba puesta en uno de los senos de Yeji y la otra no había abandonado sus glúteos.

-Que descarada eres.-contestó al ver esa sonrisa victoriosa en Yeji. - Justo en mi punto débil, ¿cómo puedes hacerle eso al amor de tu vida?.

-Es eso o... No hay cita.-responde simple.

-Bien, acepto. No es que fuese algo difícil para mí, todo es sencillo para el poderoso Hwang Hyunjin. Podré resistir a tus viles tentaciones, Hwang Yeji.

-¿De verdad podrás?.-simuló un movimiento de cadera, justo en su entrepierna. Hyunjin apretó sus dientes y aguantó las ganas de darle su merecido también. -¿Seguro que aguantaras estar sin mis fabulosos y ejercitados glúteos o mis desarrollados y tentativos pechos?.

-Haré el esfuerzo, aunque eso implique castrarme en el momento.

Hyunjin no contaba con que Yeji, justamente ese día haya optado por usar una diminuta falda y un atrevido top que resaltaba su busto.

Maldita y sensual Yeji, no juegas para nada limpio.












Pervert Oppa [2 Hwang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora