0: El decreto de la emperatriz.

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-¿Has oído?.- el erudito susurró.-El sexto príncipe le ha cortado las manos a una sirvienta por tocarle accidentalmente.-

-Sí, al parecer la sirvienta se torció el tobillo y no vio que se apoyó en el sexto príncipe.-

-Es horrible, mi nieta trabaja de cocinera, suerte que no tiene contacto con él.-

-Pobre muchacha, ¿qué casa querrá una sirvienta discapacitada?

-El sexto príncipe ha crecido en el ejército, por eso siempre tiene sed de sangre

-No ha aprendido nada más que matar y torturar

-En la batalla anterior él solo derrotó con su lanza a diez enemigos.

-Yo he odio que el sexto príncipe ordeno decapitar y colgar las cabezas de sus enemigos, no hay nada peor que deshonrar la muerte, sé que son enemigos, pero eso es llamar a la muerte.-

Los susurros de la corta siguieron aumentando, la emperatriz solo escuchaba un zumbido lejano, sus orejas picaban por los susurros, pero no había mentidas en eso. 

-Trae una lista de todas las mujeres en edad de casarse.- La emperatriz miró a su esposo, noble, poderoso, rodeado de cortesanos y digno de su poder, su corazón palpitaba cada vez que lo veía dando órdenes. -Mi señor, ¿no sería hora de buscarle una esposa a su sexto hijo?

El emperador la miró de reojo, a su lado tenía una de sus concubinas favoritas, joven, hermosa y enérgica, había expresado su curiosidad por la corte y su marido la tenía colgando del brazo. Carraspeó y su marido al fin se dignó a mirarla.

-Sé que el sexto príncipe es hijo de una concubina de bajo estatus, pero deberemos enfocarnos en su futuro, ya tiene diecinueve años, pronto veinte en verano.- La emperatriz sonrió con dulzura, un sirviente le trajo la lista y la dejó discretamente a su lado.

-¿Tienes algo planeado ya?.- la concubina del emperador arrugo la nariz a la emperatriz.-No sabía que la emperatriz tuviera tanto afecto por el hijo de Zhao.-

La emperatriz no contestó y le enseñó la lista de mujeres en edad de casarse.

-He clasificado a las candidatas por su estatus social y grado académico, no queremos una esposa que solo sea una flor hermosa, así que he pensado en un sistema para nuestro querido hijo.- un sirviente se arrodilló mientras los susurros se apagaban.

El sirviente traía en sus manos una caja delicada, acolchada por dentro para proteger una única joya, era una hebrilla sencilla, el palo era negro, pero las seis pequeñas flores de cristal estaban delicadamente talladas, en sus petalos hay pequeñas gotas de oro pareciendo el rocío de la mañana, las hojas también hechas de oro tenían tallados todos los detalles posibles.

-Cada candidata será otorgada con esta hebrilla el momento en que empiece el cortejo, si la candidata pasa un mes con el sexto príncipe y se enamora podrá conservarla como muestra de amor.- El emperador vio la delicada pieza con fascinación, la concubina ya estaba moviendo el brazo para pedir una igual.

-¿y en el caso de que no quien casarse con él?.- el emperador espero pacientemente a que todos dejaran una buena impresión de la horquilla entres de pedir que la retiraran.

La emperatriz sonrió.

-El sexto príncipe viene del campo de batalla, carece de modestia y es muy brusco, muchas mujeres evitan casarse con él por su mala reputación, si la mujer siente que no puede soportar pasar la vida junto a nuestro hijo, debe darle la horquilla al encargado de los sirvientes Ikehara.

-De esta manera no obligarán a inocentes a sufrir.-

-Su emperatriz ha pensado en la opinión pública para esto.-

-Temo que no haya esposa para el sexto príncipe.-

-Yo no entraría mi hija a tal sanguinario-

-De esta manera los nobles no necesitan entregar a sus hijas obligatoriamente.-

La emperatriz sonrió cuando los susurros empezaban a subir de nivel, el emperador miro a la gente que estaba parloteando bajo de sus pies.

-Prepara el decreto.- el emperador miro a su emperatriz con una sonrisa y estrecho la mano de la concubina.- querida, quiero el nombre del artesano, Fuko estará hermosa con sus trabajos.- la concubina sonrió y la emperatriz se mordió la lengua para no hacer una escena.r a escriure

Domando al Sexto principe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora